Cuando nos vemos en las relaciones es cuando tenemos noticias más certeras de nosotros mismos. Si nos exponemos desde la intimidad, desde lo sexo-afectivo o desde nuestra parte más tierna y cariñosa, es cuando nos vemos en nuestra totalidad.
En el amor sale lo mejor (y lo peor) de cada un@ de nosotr@s y, por eso, es tan bueno vernos desde la perspectiva del eneagrama y los eneatipos. Cada personaje tiene unos patrones concretos que pone en juego en el arte del amor. Además, tenemos la guía de los tres amores de Naranjo en función de cada eneatipo y sus subtipos.
Con todo ello, tenemos un excelente mapa para auto-obersarvanos y ver nuestro margen de mejora. Si te suena bien todo esto, !!este post te va a gustar!!
…
El mundo está lleno de gente que quiere amar bien. Casi nadie se levanta por la mañana pensando «hoy voy a ser muy poco amoroso«. Sin embargo, más allá de las buenas intenciones, AMAR es bien complejo. Pensar que amamos bien, es sencillo. Auto-engañarnos y echar la culpa fuera es lo que solemos hacer. Pero, el reto es ir más allá. El gran aprendizaje es entender que, salvo excepciones, amar bien depende tan solo de nosotr@s y de nuestro trabajo sobre sí. A más crecimiento interior más posibilidades de amar bien. La forma de amor que aprendimos en nuestra infancia condiciona la manera de amar hoy. Pero solo condiciona, el poder cambiar está en nuestra mano.
Aprender a amar sin apegos, sin expectativas, sin tantas condiciones (implícitas o explicitas) es posible; pero, exige dar lo mejor de nosotr@s mism@s. De manera natural, sin entrenarnos en el mundo del amor, son muy pocas personas son las que aman bien. La mayoría necesitamos esforzarnos. Suena feo pero es así. Nos gustaría decirte que el secreto es que «fluyas en el amor;» pero, no creemos que sea el mejor consejo. Fluir viene después del trabajo. Por ello, el eneagrama es tan útil para ello. Sin duda alguna, nuestro carácter es el principal obstáculo para amar con plenitud. Nuestro ego NO tiene interés en que amemos de verdad. Así, seguimos repitiendo patrones y echando balones fuera. A su vez, la vida, que mueve hilos invisibles para nuestro aprendizaje, se encarga de ponernos delante las personas adecuadas (a veces, disfrazadas de dificultades) para que nos podamos entrenar en amar bien.
Con todo ello, la invitación es a vernos desde aquí. Entender cómo nuestro tipo de ego, nos complica amar desde nuestra autenticidad. Cuando entendemos esto, podemos ponernos el mono de trabajo y con constancia y entrega, dar lo mejor de nosotr@s mism@s.
Cuando se habla de eneagrama y amor, se suele comentar que tal eneatipo es compatible con otro o no. Incluso se afirma que existe un grado de compatibilidad.
En nuestra opinión, esta es la mejor manera de usar el eneagrama de manera frívola e irresponsable.
Sin embargo, ver las tendencias neuróticas de cada eneatipo en el amor y aprender a minimizarlas encontrando nuestras motivaciones amorosas esenciales sí es un buen plan.
Desde hace mucho tiempo Claudio Naranjo no habla del amor, sino de los tres amores. Insiste en que vivimos absortos en una sociedad patriarcal en la que el intelecto o la razón nos hacen navegar a la deriva. La solución no es otra que dar su lugar a nuestra parte más emocional e instintiva.
«Yo había saltado desde el borde del acantilado y justo cuando estaba a punto de dar contra el fondo, ocurrió un hecho extraordinario: me enteré de que había gente que me quería. Que le quieran a uno de ese modo lo cambia todo. No disminuye el terror de la caída, pero te da una nueva perspectiva de lo que significa ese terror. Yo había saltado desde el borde y entonces, en el último instante, algo me cogió. Ese algo es lo que defino como amor. Es la única cosa que puede detener la caída de un hombre, la única cosa lo bastante poderosa como para invalidar las leyes de la gravedad.»
Cada eneatipo ama diferente. Desde su neurosis tiene una serie de comportamientos egoicos concretos. Muchas veces, cuando dos eneatipos parece que se complementan, lo que en realidad está pasando que se están juntando el hambre con las ganas de comer. Todo ello, obviamente, desde nuestro personaje.
A su vez, tenemos la suerte de que Claudio Naranjo hablo muy claro sobre el amor y vino a explicar que es como un taburete de tres patas. Cada pata es un tipo de amor (admirativo, compasivo y dionisiaco). Si en las relaciones falla mucho una de las tres patas, el amor se viene abajo.
Por otro, lado el propio Naranjo ya nos dejó algunas indicaciones claves sobre cómo cada eneatipo funciona en relación a los tres amores.
«El amor no es suficiente. El amor es lo mínimo. Necesitamos entender la estructura de lo que nos gobierna. Y el amor también necesita estructura.» Santiago Molano
Autores del post:
Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó (Haiki).
«Yo pienso que si la gente no puede amar sus estupideces, sus pedos, sus mierdas, sus partes horribles tal y como aman las partes buenas, no es completo el amor».
