Artículos propios de Haiki

¿El ENEATIPO 4 puede CONFUNDIRSE con otros eneatipos?

Nuestros envidiosos se suelen creer únicos y especiales. Desde ahí, pareciera que no pueden confundirse con ningún eneatipo; pero, aunque es cierto que hay otros personajes que suelen ser más confundibles, el eneatipo 4 también puede parecerse a otros.
Por ello, vamos a ver cuáles son las confusiones más habituales.
¿Te vienes con nosotros?

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Enfado, ira y rabia en los eneatipos del eneagrama

Muchas veces confundimos enfado, ira y rabia. No es tan sencillo saber la emoción que estamos sintiendo y el peaje que pagamos, bien por no expresarla o bien por expresarla sin filtro. 
Cuando algo nos fastidia nos lleva a lugares que conviene reconocer. Además, cada eneatipo vive de una manera particular cada una de estas intensas emociones y está bien ser consciente de los patrones habituales de comportamiento.
Así que, si te apetece profundizar en el tema, estás en el lugar adecuado.

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Eneagr-AMA, el amor y el eneagrama de la personalidad

Cuando nos vemos en las relaciones es cuando tenemos noticias más certeras de nosotros mismos. Si nos exponemos desde la intimidad, desde lo sexo-afectivo o desde nuestra parte más tierna y cariñosa, es cuando nos vemos en nuestra totalidad.

En el amor sale lo mejor (y lo peor) de cada uno de nosotros y, por eso, es tan bueno vernos desde la perspectiva del eneagrama y los eneatipos.

Cada personaje tiene unos patrones concretos que pone en juego en el arte del amor. Además, tenemos la guía de los tres amores de Naranjo en función de cada eneatipo y sus subtipos. 

Con todo ello, tenemos un excelente mapa para auto-obersarvanos y ver nuestro margen de mejora.

Si te suena bien todo esto, !!este post te va a gustar!!

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Temperamento y carácter en el Eneagrama.

Mucho hemos hablado sobre la infancia de los eneatipos. Es ahí donde se construye la personalidad. Nuestro ego queda fijado a un personaje que vendría a ser la suma del temperamento y el carácter. Venimos al mundo con un temperamento concreto que, más allá de lo que vivamos en nuestra infancia, ya marca una dirección.
Por otro lado, el niño va perdiendo, poco a poco, su parte más angelical o esencial y el carácter va tomando las riendas de su vida.
Nadie se libra de construir una personalidad. La diferencia es el grado de neurosis con el que nos plantamos en edad adulta y cómo va evolucionando. Por suerte, el TRABAJO SOBRE SÍ, va remitiendo esta neurosis y nos reconecta con esta parte esencial que hemos ido perdiendo.

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