Hoy, volvemos con nuestra serie de Minientrevistas a nuestros amigos del proceso SAT. Así, si os apetece, podréis conocer un poquito mejor a Seila Bustos, una chica tres sexual, que nos cuenta cómo ha sido el proceso de comenzar a olvidar la mirada del otro y centrarse en la búsqueda de su ser interior.
¡Seguro que os va a encantar!
1 ¿Qué es para ti la auténtica felicidad?
La auténtica felicidad, para mí, tiene más que ver con la calma interior, la paz, la dicha de ser que con un estado emocional de alegría intensa o euforia. Esa felicidad la encontramos al volver a casa, a nosotros mismos… estamos tan orientados a la búsqueda de felicidad fuera que perdemos el contacto con lo que verdaderamente somos, con nuestro ser, lo único que nos puede aportar la completud que compulsivamente proyectamos fuera, a través de una interminable sucesión de objetos de deseo. Es esta frase de “¿cuanto tenga X o haga X seré feliz? Y mientras esperamos que eso suceda, ¿dónde estamos? ¿Estamos realmente aquí, presentes, abiertos a lo que hay, sintiéndonos, disfrutándonos, o estamos “viviendo” en nuestra mente, en un pseudosueño inventado e ilusorio? Ir a lo pequeño, la práctica de la atención plena, la respiración consciente, aminorar el ritmo, dejarme sorprender con lo que hay… son pasitos que voy haciendo en esa dirección y que me ayudan. No identificarme con mis pensamientos cuando entro en bucle, también. En realidad, cuanto menos “yo”, más paz y más capacidad de amor. Es el “yo” entendido como ego el que entra en lucha con lo que Es y bloquea el flujo de la vida produciendo sufrimiento. Cuanto menos me identifico con él, más puedo permanecer en la felicidad que ya soy.
2 ¿Cómo ha sido tu camino de crecimiento personal? ¿Cuáles han sido las herramientas que más te han servido y por qué?
Mi camino no ha sido fácil, pero ahora siento que sí lo empieza a ser. Vivía muy desconectada de mí, en realidad ahora me doy cuenta de que era muy poco “humana”. Esa desconexión hacía las cosas aparentemente más fáciles; aprendí a no sentir y, de esta forma, no era consciente del dolor.
Yo creía, y así lo expresaba, que siempre estaba bien y que no necesitaba nada, pero lo que había en verdad, era una gran ceguera. Tenía la sensación de andar por el mundo “de puntillas”. No me sentía viva, ni feliz. Tampoco me sentía libre, intuía que había una gran parte de mí enjaulada… no podía ser espontánea.
En el fondo era una gran desconocedora de mi misma. La formación de psicología no me sirvió tampoco para eso. Fue a raíz de conocer las terapias humanistas que comencé un verdadero trabajo interior. Descubrí la gestalt y el eneagrama a través de un amigo al que le estoy profundamente agradecida. Por otro lado, inicié formación en PNL, lo que me ayudó a abrir mi visión de forma sorprendente. Comprendí claramente aquello de que “el mapa no es el territorio” y me di cuenta que mi mapa había sido muy limitado. Un paso fundamental fue el proto y el descubrimiento de mi eneatipo. De repente, se me cayó la venda de los ojos, una venda que había estado muy muy pegada… El “oscurecimiento óntico” del que habla Claudio Naranjo era evidente en mí. A partir de entonces todo ha sido (y sigue siendo) un ir quitando capas y seguir profundizando. Lo que más me ha servido en este camino ha sido la formación gestalt y el trabajo con el grupo, la meditación, el proceso de los SATs, el trabajo con el cuerpo y la terapia individual. Conocer el ego para poder ir trascendiéndolo, meterme de lleno en mi sombra, dejarla salir, mostrarla, reconocerla, rendirme a la verdad de mí misma y no seguir aferrándome a la autoimagen que creo que debería ser, vigilar el autoengaño, que es muy grande en este eneatipo, desconfiar de lo mental, guiarme más por las señales que me devuelve el cuerpo, etc… En los dos últimos años, también me ha servido mucho el contacto con el budismo tibetano y con el advaita vedanta. En las vías no duales encuentro el camino último hacia la verdad de lo que somos.
3 Si nos centramos en el eneagrama, ¿cuál dirías que es su mayor potencial? Te animarías a contarnos en qué eneatipo te sitúas y qué es lo que más te identifica con él.
Me sorprende, leyendo a Gurdjieff, la enorme complejidad que contempla este símbolo, a través de la integración de la ley del siete y la ley del tres y de cómo, a partir de él, se puede comprender cualquier evento humano y de la naturaleza. Él decía que a quien conozca el eneagrama todas las puertas del conocimiento verdadero le serían reveladas.
Para mi, el potencial del eneagrama es que podamos ver la “maquina”, el programa, el ego, aquello con lo que nos separamos del ser, de lo que verdaderamente somos y que, viéndolo y trabajando sobre él, podamos ir desidentificándonos de aquello que creíamos que somos, de nuestro personaje. No sé a quien le oí decir que el eneagrama es como el mapa del tesoro, y creo que es verdad. Y no sólo sirve para verse uno mismo en profundidad, ya que al ir conociendo todo el mapa, los enatipos y las dinámicas entre ellos, también crece la comprensión y la compasión hacia todos los demás.
Yo me sitúo en el 3 sexual. Nunca olvidaré el momento en el que tomé conciencia de él, Fue como si, de repente, todas las fichas de un dominó cayeran una detrás de otra. Empezaron a pasar imágenes de mi pasado y me di cuenta de que siempre, siempre, mi vida había estado condicionada por la mirada del otro, a pesar de que yo creyera hasta entonces con bastante convicción que “a mi me importa poco lo que piensen los demás de mi. A raíz de este insight, sentí un gran dolor y una gran compasión por mí.
¡¡Vivía en una cárcel y estaba tan acostumbrada que ni siquiera podía verla!! Así, me esforzaba por agradar por encima de todo… haciendo lo que hiciera falta para conseguir esa mirada amorosa que confirmase mi valor.
Si esa mirada no llegaba, me infravaloraba, ya que no encontraba en mí misma valor alguno. Por suerte, todo esto va cambiando a la luz del amor y la compasión hacia uno mismo.
Yo creo que el camino del autoconocimiento es duro, pero una vez iniciado, solo tiene una dirección, ya no hay vuelta atrás porque sencillamente, ya no te crees, te ves. Y tiene una recompensa que para mí es poder acercarse gradualmente a esa paz interior, esa felicidad auténtica de la que hablaba al principio. El eneagrama, en este sentido, es una herramienta potentísima para facilitar ese camino, para darle luz, guía y dirección.
Seila Bustos Herrera
Psicóloga clínica y Terapeuta Integrativa
Coordinadora del Grupo de Trabajo de Psicología Integrativa en el COPC
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*Haiki está formado por Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó. Ambos desde el 2009, y de manera muy intensa, están al frente de diversos proyectos digitales. Su presencia en la red se sustenta en tres pilares: la arquitectura, la Identidad Digital y nuestra actividad más personal en este blog de Haiki.
*Tanto Agnieszka Stepien como Lorenzo Barnó, han realizado el proceso SAT de Claudio Naranjo y, actualmente, están realizando la formación en terapia Gestalt. A su vez, tienen segundo nivel de Reiki y son practicantes de artes marciales como Taekwondo, Kung-fu o Tai chi.
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