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Los ENEATIPOS de los DIOSES y DIOSAS de la cultura greco romana

Os proponemos el juego de casar dioses de mitología greco romana, con los eneatipos del eneagrama.

Nosotros os lanzamos una propuesta y estaremos encantados de conocer vuestras opiniones.

¿Vamos a ello?

1 Introducción a los ENEATIPOS de los DIOSES y DIOSAS

El eneagrama de la personalidad, tal como lo venimos explicando en este blog de Haiki, nos ofrece una mirada profunda y descarnada sobre las estructuras del ego: estrategias de defensa que se configuran desde la infancia para protegernos del dolor, pero que acaban limitando nuestra experiencia vital. Su enfoque es psicodinámico, corporal, existencial, y no recurre explícitamente a marcos simbólicos como la mitología clásica.  Sin embargo, al sumergirse en las pasiones y fijaciones de cada eneatipo, emerge inevitablemente un lenguaje arquetípico que puede ser expresado —y enriquecido— a través de figuras míticas.

En este post, proponemos una lectura simbólica complementaria: asociar a cada eneatipo tres (o más) dioses o figuras de la mitología grecorromana que encarnan distintas dimensiones del ego, el instinto o incluso la virtud posible. No se trata de reducir los tipos a estereotipos divinos, sino de ofrecer imágenes vivas que faciliten la comprensión emocional y narrativa de cada estructura.

Esta propuesta plantea preguntas relevantes: ¿qué dioses representan la esencia y cuáles la parte más neurótica o ego? 

¿Cómo integrar figuras femeninas o alegóricas en tipos típicamente asociados a energías masculinas

¿Qué lugar ocupa el cuerpo en estos arquetipos simbólicos, teniendo en cuenta que muchas veces os hablamos de la expresión somática o corporal del carácter?

Inspirados por estas preguntas, hemos creado un mapa que no contradice el enfoque original del eneagrama de la personalidad, sino que lo amplía desde una clave mitopoética. O eso pretendemos.  De hecho, NO es una lista cerrada. Nos encantaría saber tú opinión al respecto. Planteamos, a modo de hipótesis, un puente entre psicología y mito, entre neurosis y símbolo. Una forma de mirar al ego no solo como estructura, sino también como relato, como imagen arquetípica y como metáfora.

ENEATIPOS de los DIOSES y DIOSAS

2 PROPUESTA SIMPLIFICADA (con breve descripción).

Los 27 tipos de ego  de los dioses greco romanos:

Eneatipo 2 / DIOSES y DIOSAS

  • Deméter (conservación) – Nutre y protege con amor que espera dependencia.
  • Venus / Afrodita (sexual) – Seduce para ser amada; se afirma a través del deseo.
  • Ilitía (Eileithyia) (social) – Ayuda desde la sombra; presencia discreta al servicio del otro.

Eneatipo 3 / DIOSES y DIOSAS

  • Ponos (conservación) – Trabaja sin descanso; valía a través del esfuerzo continuo.
  • Nike / Victoria  (sexual) –Diosa de la victoria visible. No pelea, pero corona al ganador. 
  • Hércules (social) – Logra y demuestra; identidad construida desde la acción.

Eneatipo 4 / DIOSES y DIOSAS

  • Hefesto (conservación) – Crea desde la herida; belleza como refugio.
  • Eros (sexual) – Deseo arrebatado y trágico; confusión entre amor y carencia.
  • Orfeo (social) –  es el músico trágico que desciende al infierno por amor, pero pierde lo que más desea por no saber esperar.

Eneatipo 5 / DIOSES y DIOSAS

  • Saturno (conservación) – Retira y retiene; se protege conteniendo energía.
  • Proteo (sexual) – Se transforma para no ser atrapado; desea vínculo, pero escapa antes de entregarse.
  • Atenea (social) – Estratega mental; controla desde la sabiduría.

Eneatipo 6 / DIOSES y DIOSAS

  • Quirón (conservación) – Herido sabio; guía y cuida desde la lealtad silenciosa..
  • Prometeo (sexual / contrafóbico) – Desafía al poder desde la fidelidad interior.
  • Hera (social) – Moralista y controladora; necesita estructura y orden para confiar.

Eneatipo 7 / DIOSES y DIOSAS

  • semidiós Autólico (Conservación)–  Astuto, siempre un paso por delante de quienes intentaban atraparlo.
  • Dionisio (sexual) – Busca el éxtasis y lo sublime para evitar el vacío.
  • Hermes (social) – Ligero, curioso y escurridizo; se mueve para no sentir.

Eneatipo 8 / DIOSES y DIOSAS

  • Plutón (conservación) – Poder oculto y absoluto; domina desde la sombra.
  • Marte  (sexual) – Fuerza bruta e impulso directo; defiende con intensidad.
  • Zeus (social) – Autoridad visible y legítima; liderazgo firme.

Eneatipo 9 / DIOSES y DIOSAS

  • Hestia (conservación) – Calma silenciosa; sostiene sin intervenir.
  • Neptuno (sexual) – Fusión emocional; se disuelve para evitar el conflicto.
  • Cibeles (social) – Madre universal; cuida sin límites, diluida en el grupo.

Eneatipo 1

  • Astraea (conservación)La diosa justa y vigilante. Astraea es una diosa virginal de la justicia primigenia, anterior a los juicios humanos y ajena a la moral social.
  • Némesis (E1 sexual) – La diosa correctora. Diosa del castigo justo.

  • Apolo (E1 social) – El dios del orden y el castigo. Dios del sol, la forma, la belleza ordenada. Representa al E1 social que se define por la corrección, la claridad, la armonía.

 

 

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FORMACIÓN online de ENEAGRAMA

3 PROPUESTA EXTENDIDA (con descripción detallada).

Los eneatipos de los dioses greco romanos:

TRIADA EMOCIONAL

Dioses y diosas del Eneatipo 2

Deméter (E2 conservación)

LA DIOSA QUE TE ATRAPA

Diosa de la agricultura y la maternidad nutricia. Da sin medida, pero su cuidado está cargado de necesidad: espera ser necesitada para sentirse viva. Vive para sostener al otro, pero teme no ser valorada. Su vínculo con Perséfone muestra su dificultad para soltar. Cuida, pero también aprieta.

Venus / Afrodita (E2 sexual)

LA DIOSA DEL DESEO 

Diosa del amor y la belleza. No busca cuidar, sino ser deseada. Seduce con dulzura y magnetismo, pero espera validación a través del deseo que despierta. Su entrega emocional es estratégica. Ama para sentirse amada y existir en la mirada del otro.

Afrodita, diosa de la belleza, fue casada por Zeus con el dios Hefesto para evitar disputas entre los dioses. Aunque él la amaba y le regaló joyas y un cinturón mágico, Afrodita era infeliz y tuvo numerosos amantes.

Afrodita tuvo relaciones amorosas con dioses como Hermes, con quien tuvo a Hermafrodito; Dioniso, padre de Príapo; y Ares, con quien tuvo a Eros, Harmonía, Deimos y Fobos. También amó a mortales como Anquises, con quien engendró a Eneas, lo que la llevó a apoyar a los troyanos en la guerra de Troya, provocada por su promesa a Paris de entregarle a Helena. 

Otro amor fue Adonis, quien murió trágicamente. Finalmente, Afrodita intentó seducir a Hipólito, devoto de Ártemis, y al ser rechazada, provocó indirectamente su muerte. Afrodita representa un amor libre, poderoso y, muchas veces, trágico.

¿Cuál es la Diferencia entre Afrodita y Venus?

ver

Ilitía / Eileithyia (E2 social)

LA DIOSA QUE AYUDA PARA SER NECESARIA

Diosa de los partos, asiste en lo invisible. No brilla, no reclama; per,o está siempre donde se la necesita. Representa al E2 que da silenciosamente desde la función, desde el deber emocional, esperando ser reconocida sin decirlo. Su poder es discreto y eficaz.


Dioses y diosas del Eneatipo 3

Ponos (E3 conservación)

EL DIOS PRODUCTOR

Personificación del esfuerzo y la fatiga. Trabaja sin descanso, sin mostrar su cansancio, convencido de que su valor está en lo que produce. No busca aplauso público, pero se mide por su utilidad. Lleva la carga sin quejarse, temiendo que detenerse sea fallar.

Nike / Victoria (E3 sexual)

LA DIOSA QUE SE HACE VER

Diosa de la victoria visible. No pelea, pero corona al ganador. Simboliza el logro como medida del yo. El 3 que se identifica con el éxito público, el reconocimiento, el trofeo. Vive para alcanzar y mostrar resultados. Solo vale si triunfa.

Nike, la diosa griega de la victoria, no es una figura con historias personales o relatos míticos complejos, sino una personificación simbólica del triunfo. Su forma de ser está profundamente ligada al mérito, la excelencia y la superación. No premia al azar: su presencia representa el reconocimiento al esfuerzo verdadero, a la constancia y al coraje ante los desafíos. Ligera y veloz, se la representa con alas, lo que refleja su agilidad para llegar a quien ha vencido con justicia.

A diferencia de otras deidades más emocionales o humanas, Nike es imparcial y certera. Observa desde la distancia, juzga con ecuanimidad y solo se manifiesta cuando se ha alcanzado un logro genuino. Su esencia está vinculada a la perfección del momento en que algo se logra con nobleza y precisión. Por eso, no se deja ver fácilmente: se aparece cuando todo el proceso ha sido atravesado con virtud. Cercana a Zeus y a Atenea, Nike simboliza también la sabiduría y la estrategia detrás de cada victoria. No es una fuerza brutal, sino un impulso refinado que corona lo mejor de lo humano. Su velocidad al conducir carros o volar la conecta con el instante fugaz en que el éxito se alcanza, antes de desvanecerse en el tiempo. Nike sigue viva en el imaginario colectivo: su imagen ha estado presente desde las medallas olímpicas hasta monumentos como el Ángel de la Independencia. Su templo en la Acrópolis de Atenas recuerda que la victoria verdadera, como la que se celebró en Salamina, es la que nace del esfuerzo colectivo y la resistencia. En definitiva, Nike es una fuerza sutil pero firme que impulsa a dar lo mejor, a seguir adelante cuando todo parece perdido y a honrar, con humildad, cada pequeño o gran logro conquistado.

No lucha, no gobierna, no crea: premia. Representa el momento en que el logro se consuma, la culminación del esfuerzo. Es la diosa que corona, que reconoce, que legitima. Su presencia implica que algo ha sido alcanzado con mérito.

Hércules (E3 social)

EL DIOS LOGRADOR

Héroe incansable que realiza hazañas para demostrar su valía. No se permite el fracaso, pues su identidad está ligada al éxito. Hace, supera pruebas, actúa, brilla. Representa al 3 que vive para ser eficaz y merecer un lugar entre los dioses por sus méritos. Hércules tenía una poderosa inclinación hacia el éxito, no como conquista externa, sino como superación personal. Aunque no necesitaba demostrar nada a nadie, aceptaba desafíos imposibles para redimirse y trascender sus errores. Su tendencia a buscar el éxito estaba ligada al deseo de restaurar el equilibrio tras sus actos impulsivos. No era ambicioso en el sentido tradicional, pero sí profundamente comprometido con demostrar su valía, tanto ante los dioses como ante sí mismo. Cada trabajo, cada hazaña, era una forma de afirmarse y de transformar su fuerza bruta en virtud, convirtiendo el sufrimiento en aprendizaje y la derrota en crecimiento.

En este sentido, le vemos con muchos boletos para el eneatipo 3; pero también es verdad que de serlo sería con una fuerte flecha al E6 sexual o contrafóbico.

Hércules, más allá de su fuerza sobrehumana, fue un personaje profundamente humano, marcado por un carácter contradictorio. Era pasional, impulsivo y a veces brutal; pero, también noble, capaz de actos de gran compasión y sacrificio. Su vida fue una continua lucha entre su temperamento colérico y su deseo de redención. No era ajeno al sufrimiento: sentía culpa, remordimiento y tristeza. Aceptó trabajos humillantes como penitencia, no por obligación, sino como elección consciente, revelando una fuerza interior aún mayor que su fuerza física. Esta disposición al sacrificio voluntario es una de las claves de su carácter. Causaba caos con la misma facilidad con la que imponía orden. Era una figura de extremos: protector y destructor, ejemplo de virtud y víctima de su propia sombra. No conocía sus límites, lo que lo hacía peligroso, incluso para quienes amaba. Aun así, el pueblo lo adoraba porque encarnaba la condición humana: alguien capaz de lo imposible, pero vulnerable como cualquiera. Sus actos no siempre eran heroicos, pero su capacidad de sobreponerse a la adversidad y de aceptar sus errores lo convirtió en un símbolo de resiliencia. Además, su voluntad de enfrentarse a los monstruos exteriores e interiores lo hizo merecedor del reconocimiento divino. Al final, su legado no fue solo el de un guerrero invencible, sino el de un alma atormentada que eligió el camino difícil de la transformación. En él, el público antiguo veía reflejadas sus propias luchas y encontraba inspiración para soportar el dolor y seguir adelante, sabiendo que incluso el más grande de los héroes podía caer… y levantarse.

Faetón (E3 social)

EL DIOS ARROGANTE

Faetón, hijo del dios solar Helios, representa una de las metáforas más potentes sobre el ego desbordado y la ambición mal dirigida. Descubrir su origen divino despertó en él no gratitud ni humildad, sino una urgencia por demostrar su valía a cualquier precio. Su carácter se define por la arrogancia juvenil, por ese impulso tan humano de alcanzar el poder sin medir las consecuencias. Al pedir conducir el carro del Sol, Faetón no solo desoyó las advertencias de su padre, sino que encarnó el error recurrente de creer que tener derecho implica estar preparado.

Cuando tomó las riendas del cielo, no era sabio, solo estaba exaltado. Perdió el control, y el fuego que portaba —símbolo del poder— se volvió contra la Tierra. Su caída no fue solo literal, sino existencial: fue la derrota del que confunde éxito con desmesura. Zeus intervino, no para premiarlo, sino para poner límite a la soberbia.

El mito de Faetón nos recuerda que no basta con tener información o poder: sin sabiduría, ambos se vuelven peligrosos. Como advertía San Agustín: las palabras conmueven, pero los ejemplos arrastran. Faetón arrastra consigo la lección de que el verdadero logro no está en brillar a cualquier costo, sino en aprender cuándo es tiempo de soltar las riendas.


Dioses y diosas del Eneatipo 4

Hefesto (E4 conservación)

EL DIOS QUE TRANSFORMA DOLOR EN ARTE

Dios artesano, herido y apartado del Olimpo. Transforma su dolor en belleza. Vive en los márgenes, solo, creando desde su herida. No necesita mostrar su sufrimiento, pero lo habita y lo sublima en forma. El 4 que no se expone, pero siente profundamente.

Eros (E4 sexual)

EL DIOS QUE ARDE

Dios del deseo arrebatado. Lanza su flecha sin previo aviso, generando confusión, pasión y desborde. El E4 sexual compite y ama sin medida, idealiza al otro y se pierde en la fusión emocional. Su deseo es tan intenso como doloroso. Quiere y huye a la vez.

Ezis (E4 sexual)

LA DIOSA TRISTE

Ezis es una diosa primordial en la mitología griega, hija de Nix (la Noche) y personificación del dolor, la aflicción y el sufrimiento emocional. No tiene mitos propios ni culto extendido, pero representa una fuerza inevitable del alma humana. Su presencia acompaña la pérdida, la melancolía y las experiencias de profundo pesar. Es una energía silenciosa, constante y sombría que habita en los márgenes del mundo olímpico. Ezis no castiga: simplemente es, como parte inseparable de la condición humana.

Selene (E4 social)

LA DIOSA NOSTALGICA

Diosa lunar, nostálgica, que ama desde la distancia. Su amor imposible por Endimión refleja la dinámica del 4 que anhela lo inalcanzable. Su mundo es emocional, etéreo, poético. Ama sin ser vista, desea sin tocar. Vive en la noche del alma.

Orfeo (E4 social)

EL SEMIDIOS EMOCIONAL

Orfeo era un héroe legendario y un semidiós, hijo del dios Apolo (dios de la música, la poesía y la profecía) y de la musa Calíope (musa de la poesía épica). Por tanto, tenía origen divino, pero era mortal.

Se le conocía sobre todo por su talento musical sobrenatural: con su lira y su canto podía domar fieras, mover árboles, calmar tormentas y hasta conmover a los dioses del Inframundo. Su figura está muy ligada a la música, el amor trágico y los misterios religiosos (como los ritos órficos).

Orfeo, en clave simbólica y desde una mirada mitológica profunda.

Es un personaje profundamente emocional, apasionado, trágico, y cuya vida gira en torno al amor perdido, la belleza, el arte y el sufrimiento. Baja al inframundo por amor a Eurídice, como quien desciende a su herida más profunda para recuperar algo que siente indispensable. Su música conmueve incluso a Hades, pero su mirada atrás lo condena: el deseo de fusión, la intensidad del vínculo, la desesperación romántica… Todo habla del drama interno del E4, del “querer tanto que se rompe”.

Su sensibilidad artística lo conecta también con el anhelo de lo sublime, típico del E4 más evolucionado, que canaliza su dolor hacia la creación y la belleza.

Orfeo, hijo de Apolo y Calíope, fue el músico más prodigioso de la antigüedad. Su lira y voz cautivaban a dioses, humanos, animales y hasta elementos de la naturaleza. Además de músico, se le atribuye haber sido sabio, sanador y místico. Participó en la expedición de los Argonautas, donde su música salvó a sus compañeros. Orfeo se enamoró de Eurídice, una ninfa a quien conquistó con su canto. Sin embargo, tras su boda, Eurídice murió al ser mordida por una serpiente mientras huía de Aristeo. Desolado, Orfeo descendió al Inframundo para recuperarla. Su música conmovió incluso a Hades, quien le permitió llevársela con una condición: no mirar atrás hasta salir. Orfeo no resistió y, al girarse antes de tiempo, la perdió para siempre. Devastado, fue asesinado por mujeres airadas. 

Orfeo, desgarrado por la muerte de Eurídice, se sumerge en un abismo de dolor. Su música, antes luminosa, se torna lamento constante. La tristeza lo consume al recordar su rostro, su voz, su ausencia. En el Inframundo, canta con tal desesperación que conmueve a los propios dioses.

Rechaza la compañía humana, deambula solo, roto, sin consuelo. Su existencia pierde sentido. Solo el cielo y el viento entienden su pena, hasta que la muerte lo encuentra, llevándolo de nuevo junto a su amada. Finalmente, su alma se reunió con Eurídice en el más allá. El mito guarda paralelismo con la historia bíblica de Lot y su esposa, quien también desobedeció la orden de no mirar atrás.

TRIADA MENTAL

Dioses y diosas del Eneatipo 5

Saturno / Cronos (E5 conservación)

EL DIOS QUE CONTIENE

Dios del tiempo y del límite. Se protege del caos conteniendo, reteniendo, encerrándose. El 5 conservación que vive midiendo su energía, retirado del mundo por miedo a ser invadido. Su ley es el control: mejor observar que exponerse.

Cuando Saturno fue destronado por sus propios hijos, la profecía que tanto temía se hizo realidad. Como tantas otras en la mitología antigua, escapar del destino era inútil: lo anunciado, tarde o temprano, se cumplía. Vencido, Saturno no murió, sino que bajó a la tierra transformado en un simple mortal. Se instaló en el Lacio —región donde más tarde nacería Roma— y se puso al servicio de los hombres. Les enseñó a cultivar, a establecer leyes y organizar sus ciudades, por lo que fue venerado como dios de las cosechas y del tiempo. Su figura, anciana y sabia, se representaba con una hoz y un reloj de arena, símbolos del trabajo, la tierra y el paso implacable de los días.

Por su relación con el tiempo, Cronos, también se le asocia al E1.

Proteo (E5 sexual)

EL DIOS QUE SE ESCAPA

Viejo dios marino que cambia de forma para no ser atrapado. El E5 sexual desea el vínculo, pero escapa en el momento de entregarse. Se transforma para proteger su intimidad. Su pasión es conocer, pero su defensa es desaparecer si se le acerca demasiado.

Urano (E5  social)

EL DIOS QUE OBSERVA 

Dios primordial del cielo estrellado. Representa la mente abstracta, lo impersonal, lo cósmico. El E5 que vive en la altura del pensamiento, desconectado del cuerpo y de la emoción. Ve el todo, pero no se deja ver. Observa sin bajar al mundo.

Atenea / Minerva (E5 social)

LA DIOSA  DE HIELO

Diosa de la estrategia, sabia y fría. Virginal, contenida, racional. Encaja con el 5 social: mental, efectivo, calculador. Tiene visión táctica, capacidad de análisis, pero su corazón permanece blindado. Piensa más de lo que siente.

Atenea, diosa griega de la sabiduría, encarna la inteligencia lúcida, estratégica y profunda. No es una figura emocional ni impulsiva, sino que representa una mente serena, racional y enfocada en el conocimiento útil. Su sabiduría no es meramente teórica: está orientada a la acción justa, al equilibrio y al bien común. Es la patrona del pensamiento claro, de la reflexión antes de actuar y de la prudencia que guía las decisiones acertadas. A diferencia de otras deidades más viscerales, Atenea no se deja arrastrar por las pasiones. Su forma de ser es austera, digna, firme. Es una figura de autoridad sin necesidad de alzar la voz. Su poder reside en su claridad interior, en su discernimiento. Protege a los que piensan, a los que planifican con visión a largo plazo.

También simboliza una sabiduría integradora: une lo masculino y lo femenino en sí misma. Aunque es mujer, no se define por lo afectivo ni por la maternidad, sino por una independencia intelectual que trasciende los géneros. Es una figura solar, luminosa, que actúa como guía interior. En el alma humana, Atenea representa la voz sabia que observa sin apego, que encuentra soluciones sin violencia, que inspira a actuar con honor y con estrategia. No improvisa: calcula, prevé, comprende los hilos invisibles que mueven el mundo. Su mirada penetra más allá de las apariencias, buscando la verdad que sostiene lo real.

En suma, Atenea no es solo sabia: es la encarnación misma del conocimiento lúcido, aplicado y noble. Una diosa que invita a la mente humana a evolucionar sin perder el centro, a cultivar la inteligencia no como vanidad, sino como servicio al bien mayor.

Sofía (E5 esencial)

LA DIOSA SABIA

Sabiduría profunda y contemplativa. No acumula datos, sino que comprende desde el alma. El 5 que ha integrado su mente con su ser, que no necesita protegerse ni aislarse. Es la visión silenciosa que mira sin miedo y sin deseo de huir.


Dioses y diosas del Eneatipo 6

Quirón (E6 conservación)

EL CENTAURO HERIDO QUE NO ABANDONA

Centauro herido, maestro de héroes. Vive con dolor, pero lo transforma en cuidado y guía. El 6 conservación que asume responsabilidad, cumple, sostiene. No confía del todo, pero no abandona. Se mantiene firme por fidelidad y, en consecuencia, por seguridad.

Quirón es una figura única en la mitología griega: un centauro, pero muy distinto al resto de su especie. Mientras los demás centauros eran impulsivos, violentos y dados al desenfreno, Quirón destacaba por su sabiduría, templanza y compasión. Su forma de ser es la de un maestro profundo, paciente y entregado al crecimiento del otro. Era conocido como sanador, astrólogo, filósofo y educador de héroes como Aquiles, Asclepio o Hércules. Pero lo más llamativo de su carácter es su humildad: a pesar de su vasto conocimiento, no se mostraba altivo ni autoritario, sino que guiaba desde la cercanía, con una presencia firme y amorosa. Quirón encarna la herida que transforma. Fue herido por error con una flecha envenenada por Hércules y, al ser inmortal, no podía morir ni sanar. En lugar de volverse amargado, transformó su dolor en compasión, convirtiéndose en símbolo del sanador herido. Representa al sabio que ha atravesado el sufrimiento y ha decidido poner su experiencia al servicio de los demás.

Su relación con los demás era cuidadosa, leal y honesta. Aunque pertenecía a los centauros, no compartía su violencia ni su estilo de vida, pero no los despreciaba: simplemente elegía otro camino. Su compañía era transformadora, siempre desde la escucha y el respeto. No buscaba imponer su sabiduría, sino inspirar con su ejemplo. Nunca pretendía protagonismo, sino que encontraba satisfacción en ver florecer a los que acompañaba. Quirón es, sin duda, el arquetipo del mentor sabio y humilde que guía desde el corazón.

Pan (E6 conservación)

EL DIOS QUE SIENTE PÁNICO

Dios salvaje, vive en los márgenes. Su sola presencia genera pánico. Representa el miedo irracional, la alerta constante, la desconfianza visceral. El 6 que no sabe de dónde viene el peligro, pero lo siente en el cuerpo. No se integra, se protege.

Dolos (E6 conservación)

EL DIOS COBARDE Y MENTIROSO

Dolos (o Dolus, en latín) es la personificación del Engaño en la mitología clásica, una figura sombría pero fascinante. Aunque su presencia en los mitos es escasa, su significado simbólico es profundo. Asociado con la Mentira (Mendacium) y en contraposición directa con la Verdad (Veritas), Dolos representa una forma de ser basada en la simulación, la astucia y la cobardía moral. No enfrenta la realidad, la distorsiona. Se le atribuyen distintos orígenes: algunos lo consideran hijo del Éter y la Tierra, otros de Érebo y la Noche, lo que refuerza su carácter oscuro, oculto y escurridizo.

Vendría a ser un E6 muy descentrado con la flecha al E3 a tope, juntando el miedo y la falsedad.

Su naturaleza se revela claramente en el mito recogido por Fedro: mientras Prometeo daba forma a la Verdad con esmero, Dolos, movido por la ambición y la envidia, intentó imitarla creando una figura idéntica. Pero al quedarse sin arcilla, no pudo terminarle los pies. Aun así, engañó a Prometeo, quien sin advertirlo dio vida a ambas figuras. Desde entonces, la Verdad camina firme, mientras la Mentira —obra incompleta de Dolos— se tambalea. Esta historia ilustra con elegancia que el engaño, aunque hábil, nunca se sostiene a largo plazo. En su forma de ser, Dolos encarna la cobardía del que actúa desde las sombras. Nunca enfrenta directamente, siempre manipula. No arriesga, tergiversa. Rehuye la responsabilidad, evita el compromiso con lo verdadero y huye cuando es descubierto. Su astucia es inseparable del miedo: miedo a ser visto, a ser juzgado, a ser débil. Por eso, aunque su inteligencia es notable, carece de integridad. Dolos no lucha por el bien ni por la justicia. Lucha por sí mismo, por mantener la ilusión de control. Representa al que finge sabiduría sin comprenderla, y cuyo destino, inevitablemente, es ser superado por aquello que intenta imitar: la verdad.

Prometeo (E6 sexual – contrafóbico)

EL DIOS DESAFIANTE

Reta a Zeus para dar el fuego a los humanos. Se enfrenta a la autoridad desde una causa justa. El 6 contrafóbico que no huye del poder, lo desafía. Su lealtad no es al orden, sino a su ética interna. Es valiente desde la necesidad de proteger algo más grande.

Hera / Juno (E6 social)

LA DIOSA  VIGILADORA

Diosa del matrimonio, guardiana del orden. Necesita estructura, compromiso, previsión. El E6 social que controla para confiar, que exige fidelidad como base del vínculo. Su vigilancia nace del miedo a la traición, no de la maldad. Es una figura de profunda lealtad, cuidado y firmeza. Su carácter se define por un fuerte sentido del compromiso y del deber: una vez que entrega su fidelidad, espera lo mismo a cambio. Es protectora por naturaleza, especialmente de las uniones sagradas, del hogar y de los pactos que dan estabilidad a la vida. Aunque muchas veces se la recuerda por sus celos y reacciones ante las infidelidades de Zeus, en el fondo, estas respuestas nacen de su fidelidad inquebrantable y del dolor por la traición.

Hera es cuidadosa, observadora y constante. No es impulsiva; actúa con estrategia cuando siente que algo amenaza lo que ama o valora. Tiene una gran capacidad para sostener lo que considera justo, y es capaz de sacrificarse por el orden y la armonía. Cuando confía en alguien, lo defiende con fuerza, y cuando protege, lo hace con una determinación férrea. Su amor no es ligero ni pasajero, sino profundo y estructurador. No busca impresionar, sino construir vínculos duraderos. Hera simboliza el poder del compromiso sólido, la nobleza del cuidado sostenido y la fuerza de una presencia femenina que no se rinde fácilmente, ni ante el dolor ni ante la injusticia.

El sentido del deber de Hera es uno de los pilares de su carácter. Como reina del Olimpo, asumía responsabilidades que iban más allá de lo personal: velaba por el equilibrio divino, la legalidad y el respeto entre los dioses. No actuaba por capricho, sino por la necesidad de preservar el orden establecido. Incluso cuando sufría por las acciones de Zeus, no abandonaba su lugar ni sus principios. Sentía que su rol era sostener la estructura del cosmos, y lo hacía con entereza. Su compromiso no era circunstancial: defendía con firmeza aquello que consideraba correcto, aunque le costara emocionalmente.

Hera tenía una enorme capacidad de cuidado (de ahí que también se podría pensar en ella como en un E2), especialmente hacia aquello que sentía como propio o sagrado: el matrimonio, la familia, el hogar y el orden. Su forma de proteger era intensa y abarcadora, maternal, aunque no siempre dulce. Cuidaba con inteligencia, previendo amenazas y actuando con decisión. Sin embargo, esa misma entrega podía volverse exigente. Esperaba lealtad absoluta, reciprocidad y respeto a las normas, lo que a veces la hacía inflexible. Su amor no era indulgente: quien contaba con su apoyo debía cumplir con ciertos valores. En ese sentido, Hera no cuidaba desde la debilidad, sino desde una fuerza imponente.


Dioses y diosas del Eneatipo 7

Autólico (E7 conservación)

EL SEMIDIOS TRAMPOSO

Autólico era tremendamente astuto, siempre un paso por delante de quienes intentaban atraparlo. Su habilidad para el engaño era casi mágica, capaz de transformar cualquier objeto robado para que nadie pudiera reconocerlo. Tenía un carisma natural, encantador y hablador, lo que le facilitaba ganarse la confianza de otros antes de burlarse de ellos. Su sentido del humor era irónico y juguetón, disfrutaba del robo como si fuera un arte. Vivía sin ataduras, con un espíritu libre que lo llevaba de un sitio a otro, siguiendo solo su deseo de aventura y picardía.

Dionisio (E7  sexual)

EL DIOS QUE HUYE DEL  DOLOR

Busca el éxtasis, lo sublime, lo trascendente a través del cuerpo. El E7 sexual que escapa del dolor por la vía de la intensidad. Vive en la exaltación emocional, pero no se detiene a mirar su vacío. Embriaguez como forma de evasión sagrada.

Dioniso, dios del vino y del éxtasis, es una figura festiva y liberadora en la mitología griega. Aunque su origen fue controvertido, acabó siendo venerado como una divinidad ligada al placer, la celebración y la conexión con lo sagrado a través de la alegría. Descubridor del vino, viajó por el mundo difundiendo su cultura, acompañado por su séquito de Ménades en rituales de locura, danza y embriaguez. Inspirador del gozo y de la libertad, Dioniso fue apodado “El Libertador”. Su influencia se extendió al teatro, ya que las primeras representaciones nacieron en festivales en su honor. Estas fiestas, con cantos y danzas como el Ditirambo, dieron origen a la tragedia y la comedia. En Roma, Dioniso fue adoptado como Baco, divinidad de las bacanales, representado como un dios festivo, símbolo de los placeres sensoriales. Dioniso une lo divino y lo humano a través de la risa, el vino y la celebración colectiva.

Hermes / Mercurio (E7  social-conservación)

EL DIOS QUE NO SE COMPROMETE

Dios escurridizo y multifacético, Hermes representa como nadie la mente inquieta del E7 social. Es el mensajero ágil de los dioses, el viajero veloz entre mundos, el maestro del ingenio verbal y la astucia alegre. Siempre en movimiento, seduce con su palabra, resuelve con inteligencia práctica y evita el dolor con humor o distracción. En él no hay peso ni fijación: siempre hay otro destino, otro cruce, otra historia.

Pero su ligereza no es superficial: Hermes es también guía de almas, acompaña a los muertos, mediador entre vivos y muertos, entre dioses y humanos. Sabe del inframundo, pero prefiere el juego. Su energía es siempre periférica: no confronta, rodea. No se queda en ningún lugar ni carga con lo que ve. Como el E7 social, teme el vacío interior y lo oculta con gracia, movilidad y persuasión.

Hermes es el dios de los comerciantes, los caminantes y los ladrones. Es también patrón de la elocuencia y la palabra eficaz, pero también del engaño elegante. Hermes no busca poder, sino escapar del peso de la realidad. No quiere detenerse, porque detenerse es mirar hacia adentro. Conecta mundos sin pertenecer a ninguno. Como el 7 social, sobrevive bailando entre estímulos, y teme perder su libertad si se entrega de verdad.

TRIADA VISCERAL

Dioses y diosas del Eneatipo 8

Plutón / Hades (E8 conservación)

El DIOS CONTROLADOR

Señor del inframundo, oculto y absoluto. 

Representa al 8 conservación que ejerce poder desde la sombra, sin necesidad de imponerse visiblemente. Su fuerza no reside en la agresividad, sino en su solidez imperturbable. No grita, no muestra ira; pero nadie osa cruzar sus límites. Es una presencia densa, contenida, que domina sin ruido. 

Su territorio está bien marcado y su control es total, incluso sin ejercerlo abiertamente. Sabe lo que vale y no necesita demostrarlo: simplemente, está y manda.

Marte / Ares (E8 sexual)

El DIOS DE LA GUERRA

Dios del combate directo, de la furia sin filtro. Encarna al 8 sexual que vive la intensidad del cuerpo, del deseo y de la lucha como verdad vital. No negocia: actúa. Irrumpe con fuerza cuando algo lo amenaza o lo excita. Su manera de amar, de defender y de imponerse es el cuerpo mismo. No se protege ni se explica, simplemente embiste. Su vitalidad es su defensa y su arma, y no le interesa el consenso. Quiere y toma; desea y ataca. La sensibilidad existe, pero está enterrada bajo la coraza de fuego.

Marte representa el principio vital de la lucha por la vida, la independencia y la autoafirmación. Es una energía primaria, instintiva y agresiva que, bien canalizada, impulsa el desarrollo del carácter y la conquista de objetivos. Nace simbólicamente de la ira de Hera, en contraste con la sabiduría de Atenea, y encarna el deseo y la acción directa. No es violencia gratuita, sino fuerza vital que, si se bloquea, se vuelve destructiva o enfermiza. 

Marte se expresa distinto en Aries (activo y directo) y Escorpio (contenido e intenso). Su energía debe estar al servicio del Sol (identidad) y Venus (valores), nunca dominar la vida. En la carta natal muestra cómo y por qué luchamos, y con qué fuerza. Si se reprime, genera depresión o enfermedad. Canalizado con conciencia y disciplina, es el motor de nuestra evolución y libertad interior.

 Aunque Marte y Ares son equivalentes como dioses de la guerra en Roma y Grecia respectivamente, tienen significados culturales y simbólicos muy distintos:

Ares (griego): Representa la violencia caótica, la brutalidad y la destrucción irracional del combate. Es temido y poco amado incluso entre los dioses. Su energía es impulsiva, sanguinaria y asociada al conflicto por el conflicto mismo. Se le vincula con el descontrol, la cólera y la virilidad desbordada.

Marte (romano): Aunque heredó rasgos de Ares, los romanos lo transformaron en un símbolo más noble. Es protector del imperio, dios de la guerra estratégica y justa, ligado a la disciplina, el honor y la expansión del orden romano. También es figura paternal, como padre de Rómulo, fundador de Roma.

Zeus (E8 social)

El DIOS VENGADOR

Padre del Olimpo, autoridad reconocida. El 8 social que lidera por legitimidad, que ejerce el poder con presencia imponente y sentido de justicia. Es protector, siempre que se le respete; firme, siempre que se le siga. No es el más brutal, pero sí el que organiza la fuerza de todos. Su visión es grande y su palabra es ley. Si se le desafía, responde con contundencia. Gobierna no solo por fuerza, sino por carisma y respeto. 

El padre inapelable.

Zeus, como dios supremo del Olimpo, encarna también la figura del gran vengador. Su castigo es implacable y eterno para quienes desafían su autoridad o transgreden el orden divino. Su venganza alcanza a los titanes, encerrados en el Tártaro, y a Prometeo, condenado a que un águila devorase su hígado por entregar el fuego a los humanos. También castigó a Atlas, Sísifo y Asclepio, cuyos actos amenazaban el equilibrio entre dioses y hombres. A través de Pandora, Zeus castigó a toda la humanidad. Sus represalias no solo son físicas, como la muerte o la tortura, sino también simbólicas, como en el caso de Ixión y Licaón, convertidos en ejemplo eterno del castigo por la soberbia. Incluso sus decisiones provocaron la Guerra de Troya, como forma de frenar la superpoblación humana. Zeus actúa como guardián del orden, y su venganza es un recordatorio de que ningún acto de impiedad, desafío o desmesura quedará sin consecuencias.


Dioses y diosas del Eneatipo 9

Hestia (E9 conservación)

LA DIOSA SILENCIOSA

Diosa del hogar y el fuego sagrado. Representa la quietud que sostiene el mundo sin ruido. El 9 conservación que no busca protagonismo, pero cuya presencia permite que todo funcione. No necesita ser vista ni reconocida: su entrega es silenciosa, pero esencial. En ella vive la energía de la paz, la permanencia y el sostén. Está sin imponer, cuida sin exigir. Es el calor del hogar, no la llama que quema. Encarnación de la armonía que no compite ni ocupa, solo está y centra.

Podríamos decir que en esta diosa no habría las característica más neuróticas de este subtipo que suele caer en una fuerte narcotización.

Hypnos (E9 conservación)

EL DIOS DORMIDO

Dios del sueño sereno. Encarnación del 9 que no lucha ni huye, simplemente se desconecta. Su evasión es suave, envuelta en calma, pero profundamente resignada. No es la evasión de quien quiere escapar, sino la de quien ya ha soltado. La mente se adormece, el cuerpo se rinde, las emociones se apagan. No busca el conflicto porque no siente la energía para encararlo. Su paz es un adormecimiento profundo. Sueña para no sentir.

Ponos (E9  conservación)

EL DIOS RESIGNADO

Personificación del trabajo silencioso. El E9 que ha aprendido a cargar sin rechistar, a cumplir sin reclamar. Vive para sostener desde el esfuerzo callado, resignado, automático. Su valor está en aguantar, pero al hacerlo se va desconectando de sí mismo. No pide, no se detiene, no descansa. Se ha hecho uno con la carga. Cree que vivir es cumplir, y no ve otra alternativa.

Neptuno / Poseidón (E9  sexual)

EL DIOS CONFLUYENTE

Dios del mar y lo inconmensurable. El 9 sexual que se diluye en el otro para evitar el conflicto. Siente profundamente, pero no define; ama, pero sin límites claros. Su deseo de fusión lo lleva a entregarse sin distinguirse. Emocional, confuso, profundo: su fuerza es su sensibilidad, pero también su modo de escapar del dolor. Cuando no se siente contenido, desaparece. En él, la evasión no es huida, sino disolución. No se enfrenta, se sumerge.

Cibeles (E9 social)

LA DIOSA CUIDADORA

Gran madre, protectora de lo colectivo. Representa al 9 social que se entrega al grupo, que vive para los demás, perdiéndose en la función. Sostiene comunidades, cuida sin medida, y a menudo olvida quién es en medio del dar. No pone límites, se deja arrastrar por el deber de sostenerlo todo. Su amor es maternal y su entrega incondicional, pero puede vaciarse por no escucharse. Su identidad queda difuminada en el cuidado hacia el otro.

Cibeles encarna una paciencia infinita, casi sagrada. Es la madre que espera sin exigir, que sostiene en silencio, confiando en los ritmos naturales de la vida. Su cuidado es constante, amoroso y firme, como una tierra fértil que nunca se queja. No necesita ser vista, porque su satisfacción está en el bienestar ajeno. Desde su trono sereno, observa y protege, sin juicio. Pero en su entrega total, corre el riesgo de desaparecer, olvidando sus propios límites. Su presencia es bálsamo y refugio, pero también una llamada a recordar que cuidar también implica incluirse en el círculo del amor y la atención.


Dioses y diosas del Eneatipo 1

Astraea (E1 conservación)

LA DIOSA JUSTA Y VIGILANTE

Astraea es una diosa virginal de la justicia primigenia, anterior a los juicios humanos y ajena a la moral social. Representa un tipo de justicia que no necesita ley escrita ni tribunal: es la fidelidad al orden natural de cada ser. Su mirada está puesta en lo correcto como principio del cosmos, no como norma impuesta. 

Por eso, cuando el mundo se corrompe, no lucha: se retira (ira reprimida). 

Fue la última de las inmortales en abandonar la Tierra durante la decadencia de la Edad de Oro.

Como símbolo del E1 conservación, Astraea encarna la preocupación constante por mantener la pureza, el orden y la coherencia interna. No busca imponer a otros, pero vigila cada detalle desde un sentido profundo del deber individual. Carga con el peso de querer hacer todo bien y sufre cuando la realidad no está a la altura de su ideal. Su dolor no es ruidoso, pero sí profundo: le hiere la falta de integridad.

En clave mitológica, su energía está más cerca de la tierra que de la ley: es justicia vivida desde dentro, no desde fuera. 

Como los Virgo que encarna simbólicamente, Astraea ordena, depura, clasifica y calla. Su retirada no es renuncia, es consecuencia del dolor que provoca el desorden del mundo. Representa al E1 que cuida su espacio, su conducta y su conciencia con una dedicación silenciosa e implacable.

Némesis (E1 sexual)

LA DIOSA CORRECTORA

Diosa del castigo justo. El E1 sexual que reacciona con intensidad ante la injusticia o el error. No calla, no tolera, no perdona fácilmente. Su fuerza nace del deseo de corregir, de equilibrar lo que se ha desviado. No duda en señalar, en ajustar, en actuar con dureza si es necesario. Es la cólera sagrada del E1: no destructiva, pero sí implacable. No hay espacio para la debilidad cuando el ideal se ha roto.

Némesis es la diosa griega de la justicia divina, asociada con el castigo que restaura el equilibrio cuando alguien comete excesos o actos impíos. No representa una justicia humana ni compasiva, sino una fuerza cósmica e implacable que corrige cualquier desmesura, incluso la felicidad desbordada. Su forma de ser es severa, vigilante, contenida y absolutamente entregada a su función. No busca el amor ni el placer; desprecia los afectos porque los considera distracciones de su misión sagrada. Incluso frente a Zeus, mantiene su rechazo con firmeza, transformándose una y otra vez para huir de él. Es fría, tenaz, inflexible y, al mismo tiempo, profundamente justa desde la perspectiva del orden divino.

Némesis no duda en actuar con dureza ni se detiene ante el sufrimiento que su castigo pueda provocar. Puede ser cruel y violenta, no por placer, sino por fidelidad a su principio: ningún exceso queda impune. El desastre de Creso o la humillación persa en Maratón son ejemplos de su rigor. Su castigo puede llegar como engaño, destrucción o humillación pública. Su presencia impone respeto y temor, pues encarna la ley inevitable de causa y efecto en su versión más dura y despiadada.

Apolo (E1 social)

EL DIOS DEL ORDEN Y EL CASTIGO

Dios del sol, la forma, la belleza ordenada. Representa al E1 social que se define por la corrección, la claridad, la armonía. No impone, pero exige. Es la ley encarnada en estética y razón. Su luz no quema, pero ilumina con rigor. Busca lo correcto no solo por moral, sino por vocación de orden. Su mirada juzga, pero también eleva. Es el E1 que quiere enseñar con su ejemplo, sin salirse nunca de la norma.

El lado oscuro de Apolo se manifiesta en su faceta como portador de plagas y vengador despiadado. Uno de los episodios más brutales fue el asesinato de los hijos de Níobe, llevado a cabo junto a su hermana Artemisa, como castigo por comparar su fertilidad con la de su madre, Leto. 

Otro acto feroz fue contra Marsias, un sátiro que osó competir musicalmente con el dios. Aunque las Musas declararon vencedor a Apolo, este no se conformó con la victoria: desolló vivo a Marsias y clavó su piel en un árbol. La historia simboliza la tensión entre la música ordenada de la lira apolínea y la caótica flauta de Marsias. 

También venció al dios Pan en otro duelo musical, juzgado por Midas, quien fue castigado por su criterio. 

Estas leyendas reflejan la supremacía de Apolo y, posiblemente, la conquista cultural griega sobre regiones como Frigia y Arcadia.

Temis (E1 social)

LA DIOSA DE LA JUSTICIA

Temis, en la mitología griega, es la diosa de la justicia divina, del orden y de la ley natural. Representa el equilibrio cósmico y social, y su figura se asocia a menudo con la imparcialidad, la rectitud y el mantenimiento de la armonía universal.

Este subtipo se caracteriza por una fuerte necesidad de superioridad moral, una búsqueda incansable de lo correcto, y una sensación de que el mundo debe adaptarse a un ideal justo y ordenado. Es alguien que cree firmemente tener la razón y, por tanto, siente que tiene el derecho o incluso la obligación de guiar o corregir a los demás. La inadaptabilidad de este subtipo no nace de la rebeldía, sino de una fidelidad férrea a sus principios, que lo sitúan por encima de las convenciones sociales si estas le parecen erróneas.

Así como Temis impone el orden cósmico desde una posición de rectitud sagrada, el eneatipo 1 social se sitúa como referente ético que sostiene un sistema de valores percibido como absoluto.

En su versión más “sana” sería una diosa de la justicia natural, no impuesta. Encarnación del E1 que ya no reacciona, sino que equilibra. Su sentido de lo justo no viene del deber, sino de la escucha interior. No castiga, sino que armoniza. Su ley es profunda, sutil, encarnada en la verdad que no separa. Es la versión integrada del 1, que ha soltado la ira, pero mantiene el discernimiento claro. Es la voz silenciosa del equilibrio universal.

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FORMACIÓN online de ENEAGRAMA

Autores del post: 

Agnieszka y Lorenzo (Haiki)

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12 dioses del olimpo

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Referencias:

Tipos de Eneagrama Representados en la Mitología Griega

 

 Eneagrama de Los Dioses y Diosas 

Mitologia griega

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Eneatipos dioses griegos por Antonio Fernández Guerrero

 

Este vídeo explora la relación entre los tipos del Eneagrama y los dioses de la mitología griega, buscando establecer correspondencias arquetípicas. El presentador se centra en los dioses más importantes para ilustrar cada eneatipo, e intenta, cuando es posible, identificar también su subtipo.

Para el eneatipo 9, se presenta a Hestia, diosa del calor y el fuego del hogar, asociada con la calma, la tranquilidad y la paz. Su falta de conflictos con otras divinidades refleja el carácter conciliador del 9, y su conexión con el hogar la vincula con el instinto de conservación.

En cuanto al eneatipo 1, se menciona a Kronos, dios del tiempo, cuyo rol en la creación del universo evoca el “primer segundo” y el “primer tictac”, aspectos que recuerdan la estructura interna del eneatipo 1. También se asocia a Apolo, dios de la perfección y protector contra las malas acciones, identificado como un 1 subtipo social.

Deméter se propone como arquetipo del eneatipo 2, destacando su naturaleza maternal y su vínculo con la abundancia, cualidades que se relacionan directamente con la fijación del 2.

Para el eneatipo 3, se distingue entre dos arquetipos: Hércules, como un 3 social, se caracteriza por sus doce trabajos y su ambición de ascender socialmente como semidiós; y Afrodita, diosa de la belleza y el amor, quien representa al 3 sexual como arquetipo femenino centrado en el deseo de ser deseada y admirada.

El eneatipo 4 se asocia con varias figuras: Hades, dios del inframundo, cuyo carácter resignado y conexión con el inconsciente lo vinculan con el 4 conservación; Hefesto, dios artesano, también aparece como un 4 conservación por su habilidad manual y su impulso de crear belleza; y Poseidón, dios de los mares y los terremotos, cuya fuerza emocional y arrebatos lo conectan con el 4 sexual.

Atenea se propone como un eneatipo 5 subtipo social, destacando su castidad, sabiduría y cualidad mental, siendo este el eneatipo más racional del Eneagrama. Su relación con Ares también sugiere la flecha de integración hacia el 8.

Prometeo representa al eneatipo 6 contrafóbico, por su rebeldía ante la autoridad, su lealtad hacia la humanidad y su relación con el fuego como fuerza vital. La etimología de su nombre, “previsión”, se alinea también con el 6.

Para el eneatipo 7, se presentan dos dioses: Dioniso, como un 7 conservación, simboliza la pasión, el disfrute y la embriaguez como metáfora de la gula; y Hermes, el mensajero de los dioses, encarna al 7 transmisor por su movimiento constante, su elocuencia y su energía emocional, siendo el más expresivo de los tres subtipos.

Finalmente, el eneatipo 8 se representa a través de Ares, dios de la guerra, como un 8 sexual por su intensidad y agresividad directa. También se menciona a Zeus, cuyas múltiples amantes lo vinculan con el 8 sexual, aunque su carácter vengativo, el uso del rayo como expresión de ira y su rol de “macho alfa” lo sitúan claramente como un 8 transmisor.

En conclusión, el vídeo establece una correspondencia entre los dioses griegos más relevantes y los distintos eneatipos, ofreciendo una visión arquetípica rica de cada tipo y, en muchos casos, también de sus subtipos

Eneatipos de la personalidad, basados en los Dioses Griegos

El video explora la analogía entre los eneatipos de la personalidad y los dioses griegos1 . Se presenta cada eneatipo con sus características distintivas de pensamiento, sentimiento y comportamiento, junto con su correspondiente deidad griega1 .

El eneatipo 1, caracterizado por ser trabajador, responsable y perfeccionista, se asocia con Cronos, el dios del tiempo, exacto e irreversible, que liberó al mundo de la tiranía y gobernó con justicia1 .

El eneatipo 2, sensible y ayudador, se relaciona con Deméter, la diosa de la agricultura, generosa y maternal, que siempre tiene abundancia para dar a otros1 .

El eneatipo 3, calculador y motivado por el éxito, se compara con Heracles, el héroe que realizó doce trabajos para obtener reconocimiento y ascender socialmente, buscando estatus y prestigio1 

El eneatipo 4, sensible, emocional y auténtico, se vincula con Hefesto, el dios del fuego y la forja, un artesano único que se sintió diferente y buscó la belleza, creando con sus propias manos1 .

El eneatipo 5, analítico, observador y autónomo, se asocia con Atenea, la diosa de la sabiduría, nacida adulta y sabia, inventora y conocedora de diversas artes y ciencias1 .

El eneatipo 6, leal, comprometido y dubitativo, se relaciona con Prometeo, el titán protector de los hombres que se rebeló contra la autoridad para ayudar a la humanidad, sufriendo las consecuencias de su desobediencia1 .

El eneatipo 7, hedonista, entusiasta y disperso, se compara con Dioniso, el dios del vino y el placer, que encarna el éxtasis y el disfrute de la vida, aunque a veces impulsivo1 .

El eneatipo 8, líder, dominante y protector, se asocia con Zeus, el rey de los dioses, autoritario y justiciero, que no toleraba la traición y manifestaba su ira con poder1 .

Finalmente, el eneatipo 9, comprensivo, amable y poco conflictivo, se relaciona con Estia, la diosa del hogar y la familia, pacífica y constante, que nunca intervenía en disputas1 .

Libro. Eneagrama de Dioses

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Descripciones de los dioses más importantes:

DIOSES GRIEGOS (con descripciones ampliadas)

  1. Zeus – Dios del cielo y del rayo, rey del Olimpo. Protector del orden y la justicia, su presencia simboliza el liderazgo supremo y la autoridad divina que guía y protege a dioses y mortales.
  2. Poseidón – Dios del mar, los terremotos y los caballos. Su fuerza es salvaje y poderosa, representando lo indomable de la naturaleza y el movimiento emocional profundo.
  3. Hades – Dios del inframundo y los muertos. Guardián del ciclo vida-muerte, su reino no es oscuro por maldad, sino por su función de custodio de lo oculto y transformador.
  4. Apolo – Dios del sol, la música, la profecía y la medicina. Representa la claridad mental, el equilibrio, la armonía estética y la búsqueda de verdad a través de la belleza.
  5. Ares – Dios de la guerra violenta y el conflicto crudo. Encarnación de la agresividad primaria, su energía puede destruir o proteger, dependiendo de cómo se canalice.
  6. Hermes – Dios mensajero, del comercio y los viajeros. Es puente entre mundos, guía de almas, tramposo y sabio, capaz de moverse entre la luz y la sombra con astucia.
  7. Hefesto – Dios del fuego y la forja. Artesano divino, creador de maravillas, representa el poder del trabajo interior, la transformación a través del esfuerzo y la creatividad.
  8. Dionisio – Dios del vino, el éxtasis, la fertilidad y el teatro. Portador del delirio sagrado, su arquetipo permite soltar el control mental y conectar con el cuerpo, la emoción y el trance liberador.
  9. Artemisa – Diosa de la caza y de la luna. Diana para los romanos, era la arquera certera, protectora de la juventud y de lo salvaje. Una mujer Artemisa es libre, segura, viajera e instintiva. Ama la soledad, elige con firmeza y camina con dirección clara. Integra el masculino sin perder su naturaleza femenina ni su conexión con la tierra. Nos invita a recuperar el poder salvaje y natural. Es una diosa de TIERRA y FUEGO.
  10. Atenea – Diosa de la sabiduría y la artesanía. Minerva para los romanos. La mujer Atenea es práctica, resolutiva, racional y clara. Sabe organizar, liderar y tomar decisiones firmes. Su equilibrio emocional la convierte en una gran estratega del mundo laboral y mental. Es la jardinera del orden práctico y del pensamiento lúcido. Una diosa de TIERRA y AIRE.
  11. Hestia – Diosa del hogar y el fuego interior. Vesta para los romanos. Su energía es la del recogimiento y la devoción interior. La mujer Hestia es contemplativa, espiritual, alquímica. Está en contacto profundo con lo sagrado, la meditación y el fuego del alma. Nos recuerda el poder del silencio y de la conexión íntima con el ser. Es una diosa de FUEGO y AIRE.
  12. Deméter – Diosa de la agricultura y la maternidad nutricia. Representa el amor incondicional, la paciencia y la abundancia. La mujer Deméter es terapeuta, cuidadora, sabia en el dar y el soltar. Trae el calor de hogar, la madurez emocional y la capacidad de nutrir desde el alma. Es TIERRA y AGUA.
  13. Perséfone – Reina del inframundo, hija de Deméter. Doncella iniciática que transita entre luz y oscuridad. La mujer Perséfone es inocente y alquímica, confiada y profunda. Conoce los ciclos, desciende y resurge como semilla que florece. Es diosa de la naturaleza cíclica, de las plantas, de la conexión con el inframundo sin miedo. Es TIERRA y AGUA.
  14. Afrodita – Diosa del amor, la belleza y el placer. Venus para los romanos. Representa el gozo de vivir, la creatividad sensual, el magnetismo y la expresión artística. La mujer Afrodita inspira, goza, seduce, crea desde el cuerpo y el alma. Es musa y emperatriz. Es AGUA y FUEGO.
  15. Hera – Diosa del matrimonio y la fidelidad. Mujer comprometida, madre, esposa, cuidadora de lo sagrado del vínculo. Exige lealtad, justicia, respeto. La mujer Hera sabe liderar la familia con mando y ternura, pero también puede esperar demasiado de su entorno. Su fuerza está en el sentido del deber y la responsabilidad amorosa. Es TIERRA y AIRE.

DIOSES ROMANOS (con descripciones ampliadas)

  1. Júpiter – Dios del cielo y del rayo, equivalente a Zeus. Protector del orden y la ley, su energía guía el equilibrio divino entre poder y justicia, marcando el ritmo del destino humano.
  2. Neptuno – Dios del mar, equivalente a Poseidón. Con su tridente gobierna las aguas y la energía emocional colectiva, siendo símbolo de potencia, creatividad y caos vital.
  3. Plutón – Dios del inframundo, equivalente a Hades. Regente de lo oculto, lo ancestral, lo que no se ve pero transforma. Su presencia nos lleva a la introspección y al poder del subconsciente.
  4. Apolo – Igual que en Grecia. Dios del sol, la belleza, la música y la sanación. Arquetipo de orden, verdad, inspiración y lucidez. Ilumina desde la armonía y la visión elevada.
  5. Marte – Dios de la guerra, equivalente a Ares. Energía de acción, impulso y conquista. Su fuerza no solo es destructiva, sino también valiente y protectora si se canaliza con conciencia.
  6. Mercurio – Dios del comercio, los mensajes y los caminos. Igual a Hermes. Es la mente en movimiento, la comunicación viva, el pensamiento ágil, el puente entre mundos visibles e invisibles.
  7. Vulcano – Dios del fuego y la forja, igual que Hefesto. Su poder es transformar la materia y el alma a través del arte, el trabajo y el calor de la creación interna.
  8. Baco – Dios del vino, el éxtasis y el arte. Igual a Dionisio. Su energía rompe estructuras mentales, nos conecta con el cuerpo, el instinto, la fiesta sagrada, el arte y el alma liberada.
  9. Diana – Diosa de la caza y la luna. Igual que Artemisa. Representa lo salvaje, lo libre, lo instintivo. Una mujer Diana vive con fuerza interior, sabe decir no, y camina con dirección. Es TIERRA y FUEGO.
  10. Minerva – Diosa de la sabiduría. Igual que Atenea. Firme, mental, justa, con capacidad de discernir. Es estratega de la vida, constructora de ideas y sistemas. Es TIERRA y AIRE.
  11. Vesta – Diosa del hogar y la llama sagrada. Igual que Hestia. Su poder es interno, callado, pero firme. Nos recuerda el fuego interior que nunca se apaga. Es FUEGO y AIRE.
  12. Ceres – Diosa de la agricultura. Igual que Deméter. Arquetipo maternal, amorosa, cuidadora. Su energía trae vida, nutrición, contención emocional. Es TIERRA y AGUA.
  13. Proserpina – Reina del inframundo. Igual que Perséfone. Doncella iniciada, sabia en los ciclos. Nos enseña a transitar oscuridad con confianza. Es TIERRA y AGUA.
  14. Venus – Diosa del amor y el deseo. Igual que Afrodita. Su energía atrae, inspira, enciende. Musa creadora, sensual y libre. Es AGUA y FUEGO.
  15. Juno – Diosa del matrimonio. Igual que Hera. Sabe proteger los vínculos sagrados, exige lealtad, y mantiene firmeza emocional en el hogar. Es TIERRA y AIRE.

Bibliografia:
  • Burkert, W. (1985). Greek Religion. Hoboken: Blackwell Publishers.
  • Gantz, T. (1993). Early Greek myth: a guide to literary and artistic sources. Baltimore: Johns Hopkins University Press.
  • Graves, R. (2011). Los mitos griegos. Madrid: Editorial Gredos.
  • Lowell, E. (1990), Approaches to Greek Myth, Baltimore, Maryland: The Johns Hopkins University Press.
  • Morford, M. P. O.; Lenardon, R. J. (2002). Classical Mythology (7.ª edición). Nueva York: Oxford University Press.
  • Otto, W.F. (2012). Los dioses de Grecia. Madrid: Ediciones Siruela.

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