No pareciera que gente dominada por la ira pudiera confundirse fácilmente con otros eneatipos. Pero, si tenemos en cuenta que dos subtipos de los iracundos NO tienen facilidad para expresarla y, aunque la sienten, se la tragan, la cosa cambia. A esto hay que sumar que, siendo el uno el más perfeccionista de los perfeccionistas, el perfeccionismo no es exclusivo de ellos; otros eneatipos también tienen lo suyo con el tema.
Y si hilamos un poco más fino y vamos viendo como cada subtipo del uno es bien diferente, los parecidos y diferencias con otros eneatipos y subtipos, se pone bien interesante.
Así que, aunque los unos son especialistas en echar a gente del uno, porque no son suficiente unos, veremos que puede haber confusiones habituales. ¿Nos acompañas?
Los unos y los doses tienen en común que les gusta «padrear y madrear» más de la cuenta; pero, mientras que el uno lo hace desde la imposición, el dos lo hace desde la manipulación.
Por un lado, El E2 es más flexible y rebelde que el rígido E1; pero, a su vez, la soberbia de los iracundos es prima hermana del orgullo de los E2.
Ninguna de las dos personalidades aguantarán una autoridad que son sea claramente competente.
Confusiones entre el eneatipo 3 y el eneatipo 1.
El uno y el tres (no social) comparten predilección por la perfección y en el caso del tres hacedor o conservación, también, pueden respirar de los mismos valores.
El experto en eneagrama, Gonzalo Morán, apunta: «La Ira (Eneatipo 1) se guía por la búsqueda de la perfección basada en sus estándares morales, mientras que la Vanidad (Eneatipo 3) se esfuerza por destacar y ser el mejor en lo que hace. Ambos tipos también comparten rasgos como el autocontrol y la formalidad; pero, difieren en su enfoque y personalidad.»
Confusiones entre el eneatipo 4 y el eneatipo 1.
El uno y el cuatro están directamente relacionados por su flecha; así que, es inevitable que haya confusiones. Muchos cuatro son más exigentes de lo esperado y más de un uno conservación parece casi emocional. Recordamos que, en este 1C muchos ven al contranúmero por su sorprendente delicadeza y sensibilidad.
Confusiones entre el eneatipo 5 y el eneatipo 1.
El uno social (una especie de Lord Ingles), nuestros inadaptados del eneagrama, en palabras de Claudio Naranjo suelen confundirse con un eneatipo cinco. De hecho, este baile entre el 5 y el 1 no es tan sorprendente, teniendo en cuenta que al cinco también le gusta que sus cosas estén muy bien hechas. Recordamos que, por sus ganas de argumentar (y tener razón), el uno puede parecer, por momentos, más racional que los propios mentales.
Confusiones entre el eneatipo 6 y el eneatipo 1.
Con el seis la confusión es claramente en el subtipo social. El seis «deber» hace lo correcto y busca valores universales que le den tranquilidad y le saquen de su estado de angustia vital. Por ello, hay semejanzas, aunque no hay que olvidar que el uno tiene mayor autoridad interna y será capaz, si él o ella lo estiman oportuno, de estar por encima de la ley. Esto al seis le costaría la vida, pues su tendencia será a buscar la jerarquía y ocupar un papel secundario.
Con ello, l diferencia es que el E6 social sigue una norma fija y el E1 sigue la norma si la norma le parece adecuada a él mismo. Si no es así el E1 estará por encima de la norma, cosa que al E6 le costará mucho.
Confusiones entre el eneatipo 7 y el eneatipo 1.
Y con los sietes ¿puede haber confusión? Pareciera imposible pues en su núcleo duro están en las antípodas. Uno es discípulo de apolo (1) y otro de Dionisio (7). Sin embargo, al conocer la contrapasión del 7, descubrimos que los 7 sociales, nuestros niños buenos del eneagrama, aparentan una rectitud moral digna de un uno. Además, son más serios y disciplinados que sus compis golosos y gulosos; así que, por ahí, puede haber más de una confusión.
Confusiones entre el eneatipo 8 y el eneatipo 1.
El ocho y el uno juegan en ligas opuestas, el uno piensa más en el bien común y tiene unos valores de justicia elevados, mientras que el ocho, es más egoista y actúa más en beneficio propio y de los suyos. Recordamos que, en esta afirmación no hay juicio y que todas las neurosis son igual de complicadas.
Aun así, en la foto fija, cuando el uno sexual se viene arriba puede parecer tan potente, brusco y dominador como el más intenso de los ochos. De hecho, a los 1Sex, 4Sex y 6Sex, muchos les llaman los pseudoochos.
…
Con todo esto, vemos que, aunque normalmente los unos son muy unos y se les ve venir, en un momento dado, puede haber bastantes dudas razonables.
Según Claudio Naranjo en la biblia del eneagrama: Carácter y neurosis:
I/III:
Aunque parecidos por su autocontrol y su formalidad, difieren en que el eneatipo I es
contenido y serio, mientras que el eneatipo III es expansivo y alegre. Por otro lado, el punto
de mira del eneatipo I es la tradición y el del eneatipo III son los otros.
I/V:
Aunque ambos son controlados y perfeccionistas, difieren en que se identifican más con el
sub-yo digno o con el culpable, respectivamente, y en que el eneatipo I es asertivo y directo,
mientras que el eneatipo V es tímido e inhibido en su expresión.
I/VI:
La variedad del eneatipo VI predominantemente orientada hacia el deber puede resultar difícil
de distinguir del eneatipo I. Una diferencia estriba en la mayor asertividad de éste último;
otra, en la mayor dificultad del miedoso para tomar decisiones. Por otro lado, el eneatipo I es
más activo.
Texto redactado por Haiki
Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó
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