Somos seres adaptativos a todos los niveles y en todas las escalas. Las mutaciones en la naturaleza son siempre azarosas; pero, solo algunas de ellas son las que hacen que una especie pueda evolucionar y seguir presente. Son las menos, pero las más importantes.
De igual forma, nuestra personalidad nos ha traído hasta aquí y más allá de lo que, a día de hoy, nos guste o no, conviene estar agradecidos. Esta parte más egoica ha sido totalmente necesaria y no es aleatoria. Sin ella, no habríamos podido sobrevivir. Eso sí, esto no implica que sea inmutable y que nos convenga seguir con los mismos patrones vitales.
Por ello, es el momento de generar estas mutaciones -en nuestro caso, de manera consciente y NO azarosa- para que nuestra parte neurótica sea cada vez menos poderosa. Así, podemos reconectar con la esencia que fuimos y que, aunque sea muy en el fondo, de alguna manera seguimos siendo. Si te interesa este tema, estás en el lugar adecuado.