La mirada es una de las formas más poderosas de comunicación, y en el Eneagrama, revela mucho sobre cada personalidad.
Más que un simple gesto, la manera en que observamos el mundo y a los demás refleja nuestras motivaciones, emociones y formas de conectar. Desde la calidez hasta la intensidad, pasando por la introspección o la búsqueda de armonía, cada estilo de mirada nos ofrece pistas sobre cómo cada persona interpreta su entorno.
Entender estas sutilezas no solo enriquece nuestras relaciones, sino que nos invita a mirar con más empatía y profundidad a quienes nos rodean.
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La mirada es mucho más que un medio para ver el mundo; es una expresión viva de nuestra forma de ser, y en el Eneagrama, se convierte en una herramienta única de comunicación para cada eneatipo.
Cada mirada refleja cómo interpretamos el entorno, cómo nos relacionamos con los demás y cuáles son nuestras motivaciones más profundas.
TRIADA EMOCIONAL
La mirada en el Eneatipo 2
Centrado en los demás, proyecta una mirada cálida y atenta, deseando conectar y ser necesario. Sin embargo, en el subtipo sexual, esta calidez se intensifica, volviéndose cautivadora, casi seductora-manipuladora, buscando afirmación en la reciprocidad emocional. De hecho, en los sexuales suele haber una mirada animal que les conecta con su parte más instintiva.
La mirada en el Eneatipo 3
Tiene una mirada directa y segura, enfocada en transmitir éxito y confianza. En el subtipo social, la mirada busca reconocimiento grupal, mientras que en el sexual puede ser más intensa, atrapando la atención como parte de su magnetismo. Sin embargo, en un subtipo conservación e incluso sexual, la mirada puede ser mucho más cautelosa y reservada.
La mirada en el Eneatipo 4
Posee una mirada introspectiva y melancólica. Este tipo mira hacia el interior tanto como hacia el exterior, reflejando su búsqueda de autenticidad. Muchas veces, el E4 coincide con el carácter Oral de la bionergética y se pueden ver una especie de ojos saltones. Una mirada de pez que mira al mundo desde la carencia. En el subtipo conservación, la mirada se retrae, cargada de tristeza y estoicismo; en el sexual, busca impactar, como si quisiera ser visto en su totalidad.
SESIONES de ACOMPAÑAMIENTO INDIVIDUAL
TRIADA MENTAL
La mirada en el Eneatipo 5
Utiliza su mirada como una herramienta de análisis. Su distancia puede sentirse como un muro, pero no es desinterés, sino un afán de comprender antes de conectar. En el subtipo conservación, la mirada se vuelve más fría y reservada; en el sexual, puede ser, por momentos, penetrante.
La mirada en el Eneatipo 6
Muestra una mirada atenta y a veces ansiosa, siempre evaluando riesgos y buscando seguridad. En muchos E6 se ve el miedo directamente en la mirada. Muchas veces son ojos chiquitos y que parece que esquivan otras miradas para no sentirse atacados. En el subtipo social, la mirada busca lealtad en el grupo; en el conservación, puede parecer más desconfiada, como si dudara de todo. Y en el subtipo contrafóbico la cosa se puede poner bien intensa y cuando entra en modo kamikaze puede resultar tan retador y desafiante como el más potente de los E8.
La mirada en el Eneatipo 7
Alegre y entusiasta, tiene una mirada vivaz, constantemente saltando de un estímulo a otro. En el subtipo social, busca cómplices para sus aventuras; en el sexual, su mirada es chispeante, casi juguetona, buscando conexión instantánea. En cualquier caso, es una mirada que corresponde a una mente de mono y muchas veces el reto es que quede quita en un punto fijo. Si no hay este esfuerzo, lo normal es que vaya danzando sin que la otra persona tenga la sensación de que se le está mirando. Es una mirada superficial.
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TRIADA VISCERAL
La mirada en el Eneatipo 8
Se impone con una mirada intensa y dominante, que puede intimidar o proteger, dependiendo del contexto. En el subtipo social, su mirada se suaviza, buscando una autoridad equilibrada; en el sexual, se vuelve más desafiante, como si buscara probar la fortaleza del otro.
La mirada en el Eneatipo 9
Conciliador por naturaleza, tiene una mirada serena y acogedora. También, en un momento dado, esquiva. Si la cosa se complica y el conflicto está encima de la mesa, la mirada se volverá huidiza. En el subtipo conservación, la mirada puede parecer perdida, como si evitara el contacto directo. En el social, se abre hacia los demás, buscando armonía en el grupo. Sus ganas de participar le llevarán a una mirada de niño buscando ser admitido por su gente cercana.
La mirada en el Eneatipo 1
Con su búsqueda de perfección y orden, tiene una mirada evaluadora, como si constantemente midiera todo bajo un estándar ideal. En el subtipo conservación, esa mirada se enfoca en la autoexigencia, mientras que en el subtipo social observa a los demás con una mezcla de juicio y deseo de mejora colectiva. Eso sí, esta mirada incisiva pero correcta, se puede volver mucho más desafiante en el subtipo sexual.
Las miradas de los eneatipos son más que expresiones; son reflejos profundos de cómo viven el mundo y cómo quieren ser vistos en él. Comprender estas diferencias nos permite conectar con cada eneatipo desde una perspectiva más humana y empática.
Autores: Agnieszka y Lorenzo (Haiki)
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