LA METÁFORA DEL CARRUAJE SEGÚN PLATÓN, SEGÚN GURDJIEFF Y SEGÚN EL YOGA

Esperamos que os guste esta pequeña recopilación que hemos preparado.

1 Yoga

“(…) El carro es nuestro cuerpo material que se mueve en el mundo llevado por los sentidos (es verdad que los caballos deberían ser cinco, como los sentidos, pero en todas las buenas imágenes que pude encontrar siempre había cuatro caballos). Los sentidos, a su vez, van detrás de los objetos sensoriales, que despiertan su interés sin pausa. Depende de la mente controlar los sentidos, dándoles rienda suelta o frenándolos.

Debido a que la mente es, por naturaleza, inquieta y cambiante, se necesita de un auriga, un cochero, que aplique el discernimiento sobre la mente y el carro. Ese discernimiento es característica básica del intelecto o la inteligencia, ambas traducciones posibles de la palabra sánscrita buddhi.

Por alguna razón, esta analogía del carro está ligada a la Bhagavad Gītā, aunque no sale explícitamente en su texto.”

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2 Gurdjieff

“(…) El hombre considerado como un todo, con sus distintas localizaciones funcionando separadamente, o mejor, con todas sus «personalidades» formadas y educadas independientemente unas de otras, ofrece una similitud casi perfecta con el carruaje destinado al transporte de un pasajero, compuesto de un coche, de un caballo y de un cochero.
Es preciso notar ante todo que la diferencia entre un verdadero hombre y un pseudo-hombre, es decir, entre el hombre que tiene su propio «Yo» y el que no lo tiene, se hace evidente, en esta comparación, por el pasajero sentado en el carruaje. En el primer caso, el del verdadero hombre, el pasajero es el amo; mientras que en el segundo, el pasajero no es sino el primer transeúnte que llega, quien, como el cliente de un «coche-taxi», cambia a cada momento.»

3 La Metáfora del Carruaje según Platón

Reflexión sobre el planteamiento de Platón:

La metáfora del carruaje, también conocida como la alegoría del carro alado, es una poderosa ilustración filosófica presentada por Platón en su diálogo «Fedro». A través de esta metáfora, Platón explora la naturaleza del alma humana y sus desafíos inherentes, proporcionando una profunda comprensión de la psicología y la ética desde una perspectiva filosófica.

1 La Estructura del Carruaje

En esta alegoría, Platón describe el alma como un carruaje alado conducido por un auriga (cochero) y tirado por dos caballos con características muy distintas. El auriga representa la razón o el intelecto, los cuales son responsables de dirigir y guiar el carruaje hacia la verdad y el bien. Los dos caballos simbolizan las partes del alma que luchan entre sí: uno es noble y obediente, simbolizando la voluntad y el honor, mientras que el otro es indisciplinado y rebelde, representando los apetitos y deseos irracionales.

El Auriga: Razón y Control

El auriga en esta metáfora es la parte racional del alma, la cual Platón considera esencial para alcanzar la verdad y la sabiduría. La razón debe ejercer control y guía sobre los caballos, manejando sus energías contradictorias para mantener el carruaje en su curso hacia el conocimiento y la virtud. La tarea del auriga es ardua, ya que debe lidiar constantemente con la naturaleza conflictiva de los caballos, particularmente con el caballo desobediente, que tira del carruaje hacia placeres sensoriales y deseos mundanos.

Los Caballos: Voluntad y Deseos

El caballo blanco representa la voluntad y el honor. Este caballo es noble, bien educado y obedece las órdenes del auriga, facilitando el camino hacia la verdad. Por otro lado, el caballo negro simboliza los deseos irracionales y los apetitos bajos. Es terco, desobediente y frecuentemente intenta desviar el carruaje hacia placeres inmediatos y superficiales. La lucha entre estos dos caballos refleja el conflicto interno dentro del alma humana entre el deseo de hacer el bien y la atracción hacia lo placentero pero dañino.

2 La Metáfora en el Contexto de la Psicología

Desde una perspectiva psicológica, la metáfora del carruaje de Platón resuena con las teorías contemporáneas sobre la mente y el comportamiento humano. La división tripartita del alma puede compararse con conceptos modernos como el modelo de la mente de Freud, que distingue entre el id (deseos primitivos), el ego (racionalidad) y el superyó (valores morales). Ambos modelos reconocen la tensión inherente entre diferentes fuerzas dentro de la psique humana y la necesidad de equilibrio y control.

Implicaciones Éticas y Filosóficas

La metáfora del carruaje también tiene profundas implicaciones éticas. Para Platón, el objetivo de la vida humana es alcanzar la eudaimonía, o felicidad verdadera, que sólo puede lograrse a través del conocimiento y la virtud. Esto requiere que la razón (auriga) mantenga el control sobre los deseos y las emociones (caballos), guiando el alma hacia la realización de su potencial más elevado. La disciplina, la educación y la filosofía son cruciales en este proceso, ayudando al individuo a dominar sus impulsos y vivir en armonía con el bien.

3 Conclusión

La metáfora del carruaje de Platón ofrece una rica comprensión de la naturaleza humana y los desafíos éticos y psicológicos que enfrentamos. Al describir el alma como un carruaje conducido por la razón y tirado por fuerzas opuestas, Platón captura la esencia del conflicto interno que define la experiencia humana. Esta alegoría no sólo destaca la importancia del control racional y la disciplina ética, sino que también subraya la necesidad de una educación filosófica para alcanzar la verdadera felicidad y realización. En su sabiduría atemporal, Platón nos recuerda que el camino hacia el conocimiento y la virtud es arduo, pero fundamental para la vida plena y significativa.

Post relacionados:

La metáfora del carruaje (prólogo de J. Bucay)

http://www.gestaltceres.com/la-metafora-del-carruaje-prologo-de-j-bucay/

La Alegoría del Carruaje

https://enriquegomezllorente.wordpress.com/2012/01/27/la-alegoria-del-carruaje/

 

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Autores del post: Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó (Haiki)

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