La vida es demasiado efímera para andarse con tonterías. A la que nos descuidemos ya nos estaremos por aquí y, en el momento del adiós, será importante mirar para atrás y poder despedirnos de los nuestros y lo nuestro desde el cariño. Tener la certeza de que estuvimos en nuestro sitio, viviendo la vida que nos tocaba y no la vida que otros querían para nosotros, será requisito imprescindible para fundirnos con el amor más absoluto de la eternidad.
En ese momento, seguramente, veremos que sólo cuentan los momentos en los que el amor pudo fluir.
Sin embargo, solemos estar demasiado centrados en nuestras cosas como para integrar que un día ya no estaremos en este mundo. Ser conscientes de lo efímero de nuestra existencia es el primer paso para vivir la vida a tope.
Así, mientras queremos tener todo controlado y nos enredamos con pequeñas batallas, nos olvidamos de entender que para lo único que sirve el paso en este mundo es para amar; amarnos a nosotros mismos y a los otros. A partir de ahí, lo que venga estará bien; pero, sin este requisito básico, sólo hay ego y egoismo.
Cuando llegue la última espiración, y nos enfrentemos a muerte, que sea desde la seguridad de que nuestro recuerdo quedará enmarcado en el cariño de quien nos conoció. Cuanto más amor hayamos generado en lo que llamamos vida, más amor recibiremos en lo que llamamos muerte. Es más, si nos paramos a sentir el amor, podremos percibir que el amor de quien nos precedió, y ya no está con nosotros, también nos acompaña en nuestro día. El amor es esa energía increíble que ni se crea ni se destruye, sólo cambia de dimensión.
En realidad, esta vida es sólo un instante en la eternidad; el paso previo a fundirnos con ese Dios amoroso que, independientemente de credos, nos acogerá como pequeñas gotas de agua en un inmenso océano.
Autores del post: Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó (Haiki)
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*Haiki está formado por Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó (también en Stepienybarno). Ambos desde el 2009, y de manera muy intensa, están al frente de diversos proyectos digitales. Su presencia en la red se sustenta en tres pilares: la arquitectura, la Identidad Digital y nuestra actividad más personal en este blog de Haiki.
*Tanto Agnieszka Stepien como Lorenzo Barnó, han realizado el proceso SAT de Claudio Naranjo y, actualmente, están realizando la formación en terapia Gestalt. A su vez, tienen segundo nivel de Reiki y son practicantes de artes marciales como Taekwondo, Kung-fu o Tai chi.
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