Recomendable lectura de la mano de nuestro amigo satero, Rafael Pérez Yagüe.
“(…) Al contrario que en las terapias cognitivo conductuales, donde las distorsiones se trabajan de un modo sistematizado, en terapia gestalt se van trabajando en conexión con lo que la persona trae a sesión. A medida que se va profundizando en lo que sucede en cada momento, se pueden ir explicitando tales ideas. La función del terapeuta es acompañar sin juicio y ayudar a que estas vayan saliendo a flote.
Las ideas locas no se explicitan así como así, primero hemos de ser conscientes de que las tenemos. Una vez que las identificamos podemos permitirnos verlas desde la perspectiva de un observador externo, un testigo que se puede permitir cuestionarlas y quizás también ver el origen biográfico de estas.”
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