Polaridades eneagrama

Polaridades en los eneatipos del eneagrama.

Partiendo de la base de que lo primero es entender bien las triadas, luego los eneatipos en sí mismos y, posteriormente, los subtipos, hay otro tema que nos puede ser de gran ayuda: las polaridades entre los eneatipos.

Más allá de nuestro eneatipo, tod@s tenemos más polaridades de las que nos imaginamos . Incluso en las personas muy serviciales habrá una polaridad, en un momento dado, que les lleve al egoísmo. Hay eneatipos especialmente polares como es el propio seis. Sabemos que su pasión es el miedo pero, en función de su instinto dominante (subtipo), reacciona de una forma u otra. Ante una situación peligrosa (o que ellos así la entienden) pueden reaccionar desde la parálisis e incluso huida, hasta la reacción contrafóbica habitual del seis sexual.

!!Ahhh! y no olvidar la extrema tendencia que tiene el eneatipo uno a polarizar cada acción desde la óptica del bien y del mal. Los grises se le empañan y todo ha de ser o blanco o negro. Su blanco y su negro.

Pero en estas líneas no nos vamos a centrar en estas polaridades que se pueden producir dentro del propio eneatipo; sino en las que se producen entre diferentes eneatipos. La idea es entender un poco mejor las motivaciones básicas que se encuentran detrás de las pasiones de cada personaje. A partir de aquí veremos diferentes tipos de polaridades entre los eneatipos; pero, no debemos olvidar que las principales polaridades se producen entre la pasión y la virtud de cada tipo de ego (ver aquí).

Polaridades eneagrama

1 Polaridades entre eneatipos dentro de las triadas.

Aun así, hay eneatipos que tienen rasgos claramente opuestos. Resumiendo el tema podríamos afirmar los siguientes.

Polaridad 8-1

8 amoral – 1 hipermoral

La polaridad entre el Eneatipo 8 (amoral) y el Eneatipo 1 (hipermoral) se manifiesta en su enfoque radicalmente diferente hacia las reglas, la moralidad y el control.

En los ochos nos encontramos con los chicos malos del eneagrama y en los unos vemos aquellos que velan por la verdad y el bien.

Esta claro que es «su verdad y su bien» y esto no deja de ser un problema. No es un bien egoista, es un «bien común», pero desde una mirada demasiado personal.

Por otro lado, mientras el resto de los eneatipos ven en ocho una persona antisocial que solo piensa en su propia lujuria, ellos mismos se ven como personas integras. 

El E8 no se reprime y puede arrasar con todo, mientras que el E1, salvo en el subtipo sexual, reprime su ira por miedo a no hacer lo correcto. A los lujuriosos hacer lo correcto o no, les da igual.

El Eneatipo 8, considerado «amoral» en esta polaridad, tiende a rechazar las normas impuestas por la sociedad o la autoridad si siente que limitan su libertad o poder personal. El E8 confía en su propia fuerza y criterio, actuando según lo que considera correcto en función de su propio juicio y buscando imponerse sobre el entorno. Su relación con la moralidad es más pragmática: no se siente limitado por normas éticas externas, sino que busca dominar y controlar la situación para evitar la vulnerabilidad. Este enfoque le lleva a veces a comportarse de manera directa, desafiante e incluso agresiva, sin prestar demasiada atención a si sus acciones encajan dentro de lo «moralmente aceptable» para otros.

Por el contrario, el Eneatipo 1 es «hipermoral», lo que significa que vive bajo el mandato de la perfección y el deber, siguiendo rigurosamente un código moral que considera universal y absoluto. Eso sí, si este código no está los suficientemente bien, impondrá su verdad por encima de la norma.

El E1 busca hacer lo correcto de acuerdo a normas éticas estrictas y se siente responsable de mejorar tanto a sí mismo como al mundo que le rodea. Este tipo ve las reglas y la moralidad como esenciales para la vida, actuando con una profunda necesidad de corregir lo que percibe como injusto o imperfecto. Puede ser rígido y crítico, tanto consigo mismo como con los demás, cuando no se cumplen esos altos estándares de moralidad.

En esta polaridad, el E1 puede percibir al E8 como impulsivo, descontrolado y carente de principios, mientras que el E8 podría ver al E1 como demasiado rígido, idealista y restrictivo, alguien que no se atreve a romper las reglas para lograr lo que realmente quiere. Mientras que el E1 busca el orden moral para sentirse que hace lo que está bien, el E8 persigue la libertad y el poder para evitar sentirse controlado por los demás.

Polaridad 2-4 

2 abundante – 4 carente

La polaridad entre el Eneatipo 2 y el Eneatipo 4 se basa en cómo cada uno de estos eneatipos percibe la abundancia y la carencia, especialmente en el ámbito emocional y relacional. Los introvertidos y llorones cuatros, contrastan con sus compañeros de triada los doses. Mientras los cuatros están en el sufrimiento, los orgullosos suelen ser extrovertidos y aparentemente alegres.

El subtipo E2 conservación estaría un poco más cerca del E4, mientras que el subtipo E4 sexual, pudiera parecerse a ratitos a la soberbia del E2.

Los E2 se sienten superiores y crees que pueden resolver los problemas del mundo.  Los E4 se sienten inferiores, y desde esa carencia, no reciben lo que el mundo muchas veces sí les ofrece.

El Eneatipo 2, «abundante», se centra en dar y satisfacer las necesidades de los demás, generando la sensación de tener mucho que ofrecer. Este tipo busca ser apreciado a través de su generosidad y se siente valorado por su capacidad de dar y ser necesario. El E2 tiende a percibir una abundancia de afecto y recursos, creyendo que puede ganarse el amor de los demás brindando su ayuda. Sin embargo, en el fondo, esta búsqueda de ser indispensable puede enmascarar una necesidad de validación y afecto que el E2 no siempre reconoce.

En contraste, el Eneatipo 4, «carente», tiende a enfocarse en lo que le falta, tanto interna como externamente. El E4 se ve a sí mismo como incompleto o diferente, sintiendo una carencia emocional que le lleva a una constante búsqueda de autenticidad y profundidad. Mientras el E2 busca llenar el vacío de los demás, el E4 siente que es él quien tiene un vacío que no puede ser llenado fácilmente. Este tipo anhela lo que no tiene, y en su melancolía, puede idealizar lo que falta, sintiendo que los demás poseen algo que a él le es inaccesible.

En esta polaridad, el E2 puede ver al E4 como demasiado centrado en sí mismo y sus emociones, mientras que el E4 puede percibir al E2 como superficial o excesivamente enfocado en los demás, sin conectar realmente con su propio interior. El E2 da para recibir afecto, mientras que el E4 siente que nunca tiene lo suficiente y que algo siempre falta.

 Polaridad 7-5

7 expresivo – 5 reservado

Nuevamente tenemos un carácter introvertido (como los cuatros) y muy reservado, frente a otro extrovertido y que necesita de su público.

Los cincos sueñan con levantar un muro que los aísle del común de los mortales, mientras los sietes sueñan con descubrir nuevos parajes donde brillar. Eso sí, bien sabemos que no es oro todo lo que reluce ;-)

Lo que les sobra a unos les falta a otros, por ello, esta flecha es tan complementaria y necesaria para ambos tipos de egos.

La polaridad entre el Eneatipo 7 (expresivo) y el Eneatipo 5 (reservado) refleja dos maneras opuestas de interactuar con el mundo, especialmente en términos de energía social, emociones y conocimiento.

El Eneatipo 7, siendo «expresivo», es expansivo, entusiasta y siempre en busca de nuevas experiencias. Este tipo busca involucrarse en muchas actividades a la vez, disfruta de la interacción social y expresa sus emociones y pensamientos de manera abierta. El E7 evita el sufrimiento y el dolor emocional manteniéndose en movimiento, saltando de una actividad o idea a otra, lo que le permite mantener una sensación de libertad y felicidad. La naturaleza extrovertida del E7 le lleva a compartir su entusiasmo con los demás, a menudo buscando compañía y estímulo externo para evitar el aburrimiento o la sensación de vacío.

Por otro lado, el Eneatipo 5, «reservado», se retrae del mundo exterior para conservar su energía y centrarse en su mundo interior. Este eneatipo valora la independencia, la privacidad y la información, prefiriendo observar antes que participar activamente en la vida social. El E5 tiende a proteger su espacio personal y emocional, limitando las interacciones sociales para no sentirse abrumado. A diferencia del E7, que se abre al mundo en busca de experiencias, el E5 se repliega para acumular conocimiento y sentirse seguro en su autosuficiencia. Su enfoque es más analítico y distante, manteniendo sus emociones y pensamientos para sí mismo.

En esta polaridad, el E7 puede ver al E5 como demasiado aislado, frío o carente de vitalidad, mientras que el E5 podría percibir al E7 como superficial, disperso o excesivamente dependiente de la estimulación externa. Mientras que el E7 busca satisfacción y alegría a través de la interacción y el dinamismo, el E5 encuentra seguridad y sentido en la contención y la introspección.

SESIONES de ACOMPAÑAMIENTO INDIVIDUAL

2. Polaridades en los eneatipos cruzados

Polaridad (4-5) – 9

Carentes – excesivamente generoso.

Los eneatipos de la parte baja del eneagrama (4 y 5) están en la carencia.

El cinco en la carencia seca (son muy asépticos) y los cuatro en la carencia húmeda (pueden ser muy llorones). Frente a esta carencia nos encontramos en la parte alta del eneagrama al eneatipo nueve que directamente se olvida de sí mismo y busca alguien en quien confluir y desaparecer. Se da sin medida y justamente este es el problema.

En palabras de Claudio Naranjo: «Se da también una polaridad entre la parte superior y la parte inferior del eneagrama de los caracteres. Característicamente, la región inferior del eneagrama es la de los «pobres de espíritu»; es decir, la de aquellos que están en contacto con su íntima carencia. En el polo opuesto (superior) figuran aquellos que más se han hecho sordos a su herida interior y, por lo tanto, se sienten inmensamente más satisfechos. En cambio, los eneatipos IV y V (en la región inferior del eneagrama) son los que están de moda en el psicoanálisis: las personalidades limítrofes y esquizoides. Son, por así decirlo, los «casi locos», los más problemáticos; más propiamente, los aproblemados, en contraste con los caracteres de los puntos VIII, IX y I, cuyo secreto problema es el de no tener problemas. Sírvanos el caso de estos caracteres que la ciencia considera tan patológicos para ilustrar la formulación teórica de una equivalencia entre ellos. Los «pobres de espíritu» (término cuyo original arameo se traduciría literalmente por «leprosos») son los que más intensamente buscan y los que buscan mucho, encuentran.»

Con todo ello, vemos que la carencia seca del Eneatipo 5 se manifiesta como una defensa frente al mundo mediante el desapego emocional y la reducción de necesidades. La persona se retira a un espacio interior, buscando evitar el contacto emocional que percibe como abrumador o invasivo. Su enfoque es evitar depender de los demás, lo que genera una sensación de aridez emocional, donde el mundo de las emociones se siente demasiado complicado o inabarcable​.

Por otro lado, la carencia húmeda del Eneatipo 4 está ligada a una vivencia constante de emociones intensas y fluctuantes, con un sentido de falta que lleva al individuo a anhelar lo que no tiene. Esta carencia se vive de manera más dramática y con una búsqueda desesperada de autenticidad y conexión; pero, al mismo tiempo, con una sensación de que nunca será suficiente.

Mientras el 5 se retrae, el 4 dramatiza su carencia, viviendo en un constante vaivén emocional​.

Sin embargo, la confluencia en el Eneatipo 9, se manifiesta como una tendencia hacia la indiferenciación, el deseo de evitar conflictos y la fusión con los demás para mantener la paz y la armonía. El E9 se caracteriza por su pereza psicológica, que no es una simple falta de actividad, sino una desconexión de sí mismo y de sus propios deseos o necesidades. Esta confluencia implica un desdibujamiento de los límites personales, lo que lleva al E9 a absorberse en el entorno o en los otros, perdiendo su identidad en el proceso.

Este eneatipo tiende a negar sus propios sentimientos y opiniones para evitar incomodidades o enfrentamientos. Prefiere «confluir» con los deseos o expectativas de los demás, manteniendo una apariencia de tranquilidad, pero a costa de reprimir su propia voluntad. Esta fusión puede ser inconsciente y lleva a una pasividad profunda que refuerza su tendencia a evitar el conflicto.

 

Cuando cruzamos miradas en el símbolo del eneagrama, nos encontramos con las polaridades 4-7 y 5-2.

Polaridad 4 – 7

Sufridores – excesivamente entusiastas.

Mientras que los envidiosos cuatros están en la pena y el sufrimiento (reclamando, desde ahí, migajas de cariño) en los golosos sietes vemos una adicción a la alegría y el buen rollo.

El cuatro sufre y se regodea en su dolor.

Los sietones evitan a toda costa ese mismo dolor y pintan la vida de rosa.

Desde ahí, sus neurosis se disparan. Sin embargo, lo que al siete le sienta fatal al cuatro le sirve para salir de su drama. A su vez, lo que al cuatro le desborda al siete le sirve para contactar con lo que realmente le pasa y abandonar, por fin, su disfraz de niño feliz.

Si matizamos con los subtipos, veremos que el E7 social suele ser más contenido en su alegría y suele tener flechas más claras al E5 y al E1. 

Por otro lado, el E4 conservación, desde fuera, pareciera no estar tan atrapado por el drama aunque en su fuero interno vive una profunda insatisfacción.

Polaridad 5 – 2

Retirados del mundo – invadiendo al mundo.

Otra polaridad bien curiosa es la del dos y el cinco.

Mientras que los orgullosos doses están en dar (falsa generosidad porque el fondo esperan algo de vuelta), los avariciosos de sí mismos, están en la tacañería.

Así, los doses no ven los límites del otro y son muy invasivos y los cincos marcan demasiado fuerte sus propios límites y se aíslan de su entorno. Nuevamente, si el cinco en vez de pensar que el dos es demasiado extrovertido, entiende que ellos también pueden dar, aunque sea un poquito, habrá dado un paso de gigante.

Mientras tanto, los doses pueden dejar de ignorar a los cincos y, también, aprender de ellos.  Desde ahí, desde estar un poco poquito más en «casa», pueden conectar con sus verdaderas necesidades. Esta consciencia les llevará a cambiar ese compulsivo y falso dar por entrenar la capacidad de dar desde la autenticidad y, sobre todo, a pedir con humildad.

Polaridad 6 – 8

Dubitativos (miedo) – Temerarios (dominación-poder).

Los E6 viven con el miedo en el cuerpo; así que, salvo en su subtipo contrafóbido, buscan la norma y convertirse en chicos obedientes. Desde ahí, calma la duda constante que les inunda.

Por contra, los E8, en todas sus vertientes, van por la vida con una determinación excesiva. Desde ahí, no ven el miedo y pueden ser demasiado decididos. Incluso podrían decirse que son un pelín temerarios.

La polaridad entre el Eneatipo 6 y el Eneatipo 8 en el Eneagrama se manifiesta claramente en la forma en que ambos tipos manejan el miedo y el poder. El Eneatipo 6, conocido por su tendencia al temor y la duda, tiende a buscar seguridad externa, desconfiando de su entorno y necesitando apoyarse en figuras de autoridad o estructuras claras que le ofrezcan protección. Por otro lado, el Eneatipo 8 se caracteriza por su naturaleza desafiante y temeraria, confrontando el miedo con una actitud dominante y controladora, mostrando fortaleza y rechazo a cualquier vulnerabilidad.

En esta polaridad, el E6 reacciona al miedo con cautela y muchas veces con un exceso de preocupación, mientras que el E8 actúa de manera opuesta, enfrentando el peligro directamente e imponiéndose para evitar sentirse vulnerable. El E6 puede percibir al E8 como imprudente o demasiado agresivo, mientras que el E8 puede ver al E6 como débil o dependiente. Sin embargo, ambos tipos están conectados por su relación con el miedo: el E6 lo evita a través de la lealtad y el cumplimiento, mientras que el E8 lo domina a través del control y la confrontación.

Polaridad 3 – 1

Camaleónicos – Sincericidio.

Los E3 viven demasiado pendientes del reconocimiento. Desde ahí, ponen muchas expectativas en el otro. Y harán lo que sea por que este otro, les mire. Sentirse vistos es parte de su juego neurótico y, por ello, tienen una clara tendencia camaleónica; es decir, harán lo que tengan que hacer por agradar al otro. 

Esta «actitud camaleónica» en el Eneatipo 3 se refiere a la capacidad de este eneatipo para adaptarse a diferentes entornos y personas, ajustando su comportamiento y personalidad para obtener el reconocimiento y éxito deseado. En el caso del E3, hay una tendencia marcada a ser lo que los demás esperan o valoran, lo que les permite sobresalir y destacarse.

Esta actitud se basa en la búsqueda de aprobación y validación externa, por lo que el E3 cambia de «máscara» según el contexto o las personas que lo rodean. Puede proyectar imágenes diferentes dependiendo de la situación, con tal de alcanzar sus objetivos. Aunque esta flexibilidad les otorga gran habilidad social y «éxito» en muchas áreas, puede llevar a una desconexión con su verdadero ser, ya que el E3 prioriza lo que los demás valoran sobre sus propias necesidades y autenticidad.

Los E1, por contra, van muy de frente y confunden decir la verdad, con sincericidio (verdad sin empatía). Su tendencia a tener la razón, les lleva a sentirse en posesión de la verdad. Desde ahí, no ceden. Por ello, les sienta bien salirse de su blanco o negro habitual, y admitir que la vida tiene una maravillosa paleta de grises.

El término «sincericidio» en el contexto del Eneatipo 1 hace referencia a la tendencia de este eneatipo a ser excesivamente franco o directo, a veces de manera hiriente, bajo la justificación de decir la verdad. En el Eneatipo 1, la búsqueda de la perfección y la corrección puede llevar a una crítica constante hacia los demás y hacia sí mismo. Este «sincericidio» ocurre cuando el E1 siente que tiene la obligación moral de expresar lo que considera incorrecto o imperfecto, sin medir el impacto emocional que sus palabras puedan tener en los demás.

El E1 suele justificarse diciendo que es honesto o que está siendo fiel a sus principios, pero esta actitud puede generar tensión y distanciamiento en las relaciones. Su sinceridad, sin filtro y muchas veces cargada de juicio, puede ser percibida como una agresión, aunque no sea su intención. El desafío para el E1 es aprender a balancear su necesidad de corrección con la empatía hacia los demás.

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3. Polaridades en los eneatipos contiguos

Polaridad 8 – 9

No ven límites del otro – no ven sus límites.

Son las dos caras de la misma moneda. El E8 tiende a invadir, mientras que el E9 se suele dejar invadir más de la cuenta. En ambos casos es un problema de límites. Desde ahí los perezosos de sí mismos, muestran una imagen de bonachones que contrasta con la dureza de los vengativos.

La polaridad entre el Eneatipo 8 y el Eneatipo 9 se basa en sus actitudes opuestas hacia el control, la energía y la confrontación.

El Eneatipo 8 es dominante, energético y confrontativo. Se enfrenta al mundo de manera directa, buscando tener el control y evitar cualquier sensación de vulnerabilidad. El E8 no teme los conflictos y prefiere tomar decisiones con fuerza, asumiendo una posición de poder en las relaciones y situaciones. Su energía está orientada a la acción, el «ordeno y mando» y la afirmación de su voluntad. La independencia y la autosuficiencia son claves para el E8, que busca imponerse y proteger a los suyos, muchas veces adoptando una actitud desafiante.

En contraste, el Eneatipo 9 es confluyente, pasivo y busca evitar el conflicto a toda costa. El E9 tiende a evitar el enfrentamiento, prefiriendo la armonía y la tranquilidad, lo que a menudo le lleva a adaptarse a las necesidades o deseos de los demás. Su energía es más lenta, dispersa y orientada a mantener la paz, incluso a costa de su propia opinión o voluntad. En lugar de imponerse, el E9 tiende a retirarse y a evitar ser el centro de atención, buscando un estado de calma y estabilidad. La fusión con el entorno o con las personas cercanas es un mecanismo que utiliza para evitar la tensión y los problemas.

En esta polaridad, el E8 puede ver al E9 como demasiado pasivo, indeciso o incluso complaciente, mientras que el E9 podría percibir al E8 como agresivo, impositivo y disruptivo de la paz. El E8 lucha por controlar y dominar su entorno, mientras que el E9 busca disolverse en él para mantener el equilibrio y la armonía. Mientras el E8 afirma su fuerza y poder, el E9 opta por retirarse o ceder para evitar el conflicto.

Polaridad 7 – 8

Evitadores – confrontadores

La polaridad entre el Eneatipo 7 (evitadores) y el Eneatipo 8 (confrontadores) refleja dos maneras opuestas de abordar los desafíos y conflictos de la vida. Los E7, salvo en el subtipo conservación, evitan el conflicto y van por la vida evitando cualquier complicación. Mientras tanto, los e8 estarán preparados para cualquier complejidad y si alguien les viene de frente se vendrán arriba con suma facilidad.

El Eneatipo 7 tiende a evitar el dolor, la incomodidad y el sufrimiento emocional. Su estrategia consiste en distraerse con actividades, ideas y experiencias placenteras. El E7 busca constantemente lo nuevo y lo emocionante para escapar de cualquier sensación de frustración o vacío. Ante situaciones difíciles o conflictivas, el E7 prefiere «escapar» mentalmente, minimizando los problemas o cambiando de enfoque antes que enfrentarlos directamente. Su energía se dispersa en la búsqueda de satisfacción y gratificación inmediata, evitando todo lo que le recuerde dolor o limitación.

Por otro lado, el Eneatipo 8 adopta una postura completamente opuesta. Los E8 son confrontadores y se enfrentan a los problemas de manera directa y decidida. No rehúyen los conflictos, sino que los consideran una oportunidad para reafirmar su control y fuerza. El E8 se siente incómodo con la evasión y prefiere enfrentarse a las situaciones, imponiendo su voluntad y tomando decisiones claras. Este eneatipo busca protegerse y proteger a los suyos mediante una actitud de dominio y liderazgo, sin temor a la confrontación.

En esta polaridad, el E7 puede ver al E8 como excesivamente agresivo o controlador, alguien que no disfruta de la vida porque se concentra demasiado en los conflictos. Mientras, el E8 podría percibir al E7 como superficial, irresponsable o que evita los problemas importantes. El E7 prefiere huir del dolor, mientras que el E8 lo enfrenta con firmeza, confiando en su fuerza para dominar las situaciones.

Polaridad 3 – 2

Demasiado  rígidos – demasiado flexibles.

La polaridad entre el eneatipo 2 (E2) y el eneatipo 3 (E3), considerando las características de cada uno, puede entenderse como una tensión entre lo «demasiado rígido» y lo «demasiado flexible» en cuanto a la autoimagen y la interacción con los demás. Cuando alguien duda si será un E3 o un E2, pues ambos son emocionales y buscan, en general, dar y recibir amor, lo mejor es ver su nivel de flexibilidad. Si están más rígidos y necesitan mucha preparación y estructura, seguramente estamos en el eneatipo vanidosos. Si son más flexibles, rebeldes y contactan con su flexibilidad, seguramente estamos ante nuestros orgullosos.

El eneatipo 2 actúa manipulando los sentimientos para obtener amor y aprecio. En este sentido, su soberbia se manifiesta en su necesidad de mantener una imagen de ser imprescindible para los demás, lo cual puede traducirse en un comportamiento persuasivo en sus relaciones, donde busca constantemente ser necesario. Es como si, en en fondo sintiera, que por el hecho de estar ya todo va a ir bien y conseguirá lo que quiera.

Por otro lado, el eneatipo 3  siente que tiene que trabajar más para conseguir lo que quiere,  modulando su comportamiento según lo que el entorno requiere para conseguir éxito y reconocimiento. Esta actitud camaleónica puede llevar a una pérdida de autenticidad, ya que el E3 se ajusta tanto a las expectativas de los demás que puede desconectarse de su verdadero ser, enfocándose solo en la imagen externa, reconocimiento y el logro.

Cada eneatipo con su vecino tiene una serie de rasgos casi contrapuestos que también funcionan como polaridades**:

1 es rígido mientras que 2 no tolera la rigidez

2 es impulsivo y el 3 es controlado

-el 3 es positivo y el 4 es negativo

-el 4 es dependiente y el 5 independiente

-el 5 es frío y el 6 es afectuoso (afectuoso para ser de la triada de la razón).

-el 6 es disciplinado y el 7 indisciplinado

-el 7 es tierno y el 8 es rudo

-el 8 es dominante y el 9 es sumiso

-el 9 se adapta y el 1 impone.

**Visto en cuerpomenteyespiritu

Con todo ello vemos que gracias a estas polaridades podemos entender mejor cada eneatipo y nos puede dar muchas pisas para seguir avanzando en este maravilloso mundo del autoconocimiento.

También, conviene recordar que el tema de la polaridad no es, evidentemente, exclusivo del eneagrama. Terapias como la Gestalt dan especial importancia a la polaridad contacto – retirada que nos podría recordar a lo que hemos hablado de la polaridad 2-5 (dar y no dar).

Con todo ello, esperamos que la reflexión te sea de ayuda y puedas ver en tu caso en que polaridades sueles navegar más de las que hemos descrito en el texto.

Autores texto: Agnieszka y Lorenzo / Haiki

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