#MiniEntrevista JOAN GUTIÉRREZ MASDEU

Una nueva entrega de nuestra sección más popular. La verdad es que esto de las entrevistas a compañeros del camino comenzó sin pensarlo mucho y siempre son los post que con más cariño se reciben. Nos gusta que sea así.

En este caso, tenemos el placer poder conocer un poco más a Joan Gutiérrez y su camino de crecimiento personal. Como veréis, ¡se ha implicado en las respuestas de lo lindo!

1_  ¿Qué es para ti la auténtica felicidad?

¿Qué es?, no tengo ni idea.

Sé que cuando cesa la rumiación mental, siento un gran espacio dentro de mi piel, y aflora una actitud amorosa hacia mí y hacia los demás. Se me relaja el rostro preocupado, y la gente me devuelve que estoy más guapo y tierno. Esos momentos, sospecho, que son de auténtica felicidad.

Y sospecho más veces:

También cuando me acuerdo de tomar el sol de invierno.

También cuando el agua caliente de la ducha me relaja las cervicales.

También con la caricia de unos dedos atentos. También cuando mis dedos obedecen más a la atención que a la intención.

También con el gozo de contactarme en la meditación. Cuando me acuerdo de poner esa sonrisa interna de la que habla Claudio Naranjo en sus meditaciones guiadas.

También cuando puedo ver a mis hijas. Estoy mucho con ellas, hacemos muchas cosas juntos. Y, a veces, se produce el milagro, unos instantes en que las siento de corazón. Auténtica felicidad, sin duda alguna. ¡Que ya es decir!

También el olor a pan recién hecho. Un paseo por el bosque, o el crepitar de hojas secas de avellano cuando queman el otoño. Y el abrazo de esa humareda blanca suspendida en el vacío.

También cuando me acuerdo de los que no están y me invade una extraña sensación cálida.

También con la fusión del sexo, la mirada cómplice y el sudor mezclado de la vida.

También con la presencia de esos amigos con los que no hace falta más que eso, la presencia.

Y también cuando escribo y me expreso. Y cuando bailo a lo loco.

La auténtica felicidad en mí, está exenta de juicio y tribunales.

 

2_  ¿Cómo ha sido tu camino de crecimiento personal? ¿Cuáles han sido las herramientas que más te han servido y por qué?

Mi camino está siendo. La primera ola fue una especie de paracetamol. Me atormentaba con el miedo de volverme loco. Cuando aterricé en la terapia y el SAT, el consuelo de unos cuantos, también fue el mío. Me tranquilizó sentir que no era el único monstruo suelto. Y que los demás monstruos atormentados me despertaban una gran ternura, y que yo despertaba esa misma ternura en otros. Sentir esto me provocó una buena movida interna. Fue el auténtico motor de la búsqueda. Me dio una esperanza, creí en ese momento que podía sanar de mis males internos si seguía este camino con firmeza.

Así fue como me entregué al trabajo personal sobre mí mismo con gran esmero. Demasiado quizás. Sin ser demasiado consciente que podía volverme fanático de mi propia búsqueda. Así llegué al agotamiento.

 

La segunda ola, fue un acto de humildad. Cuando me creía saliendo de mis miedos y predicaba a los cuatro vientos las virtudes del cuarto camino, éstos me volvieron a agarrar por los huevos, el culo se me apretó otra vez, y el miedo me caló hasta todas y cada una de mis células. Sin Amor no hay progreso en el Camino. Sólo cuando estoy muy miedoso me acuerdo de la ternura.

 

La tercera ola, viene acompañada de una intuición: esto lo vas a pasar solo.

Y aquí estoy: solo.

 

La meditación ha sido y es el lubricante: poder estar con lo que hay sin reacción (¡cuánto me ha servido esta indicación!). No hagas nada. Pon tu atención ahí, y no hagas nada. ¡Ufff!, qué alivio para mí, que descanso de mi lucha interna.

El trabajo corporal, el movimiento espontáneo y el baile me han facilitado salir de mi catatónica postura. Temblar y dejarme temblar. Seguir el camino del temblor interno me ha llevado a una gran calma interior. Por lo menos, ahora sé que está. Me acuerdo de ella en momentos turbulentos.

En la terapia personal me he permitido llorar. Ginetta me dijo una vez que más que sentir emociones yo sentía conmociones, cuánta razón tenía. Para mí, el venir de la emoción se asemeja simbólicamente a la erupción de un volcán interno. ¡Cuánta energía y fuerza invertida en taponar esa erupción!

El trabajo con plantas me ha permitido afrontar mis miedos. Soltar el control, temblar y temblar. Me he dado cuenta de cuánta rabia reprimida llevo dentro. Y sentir la música desde un sitio muy íntimo.

 

3_  Si nos centramos en el eneagrama, ¿cuál dirías que es su mayor potencial? Te animarías a contarnos en qué eneatipo te sitúas y qué es lo que más te identifica con él.

Me ubico en el seis social, aunque me veo cosas de los tres subtipos muy cerquita. Siento que no he acabado de comprender en mí cómo funciona la herida en el instinto. Mi apariencia es más bien de seis conservación, viscerotónico, y mucha gente de la familia SAT cuando me ve, me dice: ¿tú eres calor, no? Y es cierto que muy en el fondo me siento un fóbico-evitativo, aunque jamás lo demuestro. Mis compañeros de trabajo, que llevan tiempo trabajando conmigo me conocen como alguien fuerte y seguro, líder y al que se le pueden discutir pocas cosas. Esa fuerza me hizo mirar al principio de mi camino en el contrafóbico, pero algo no me acababa de cuadrar cuando compartía momentos con esta familia, así que tropecé con una frase de Claudio en su libro de autoconocimiento transformador que decía: la energía del seis social es intermedia entre el asustadizo seis conservación y el bravucón seis sexual, y me empezó a encajar todo. Así que, por ahí ando.

Debo reconocer que si tengo que escoger entre fanático, bravucón y cobarde; esta última es la palabra que más me hace reaccionar. Y sí, en el fondo me siento cobarde, con gran arte aprendido para el disimulo de esa cobardía. En cualquier caso, sé que ese es el fondo neurótico, y que en el auténtico fondo todo está en calma.

 

Tengo dudas para reconocer cual es mi mayor potencial. De hecho, me sigue dando vergüenza reconocer que mi mayor potencial es la capacidad de Amar. Así lo he vivido por destellos, y el gozo ha sido enorme.

Me dijeron Agnieszka y Lorenzo que esta entrevista no me llevaría mucho tiempo. Discrepo con ellos, me ha llevado adentro y eso conlleva tiempo para mí. Un abrazo y gracias por la oportunidad de expresarme. Me ayuda.

 

Más sobre Joan Gutiérrez Masdeu:

Primero fui Educador Social. Trabajé en un centro de menores de los 19 a los 25 años, siempre digo que allí me di mi primer baño de realidad.

Desde 2002, he sido y soy Pedagogo en un Equipo de Atención a la Infancia y Adolescencia, trabajando con situaciones de maltrato infantil. Un trabajo en la sombra.

Desde que inicié el proceso SAT y la terapia Gestalt, éste me aportó un poco de luz y cambié el enfoque de mi manera de trabajar; resumiendo, sino hay comprensión de la herida no se establece un vínculo reparador entre personas. Uno sólo puede acompañar al otro lo profundo que uno ha visto y comprendido de sí. Tengo unas limitaciones, que no siempre he reconocido.

Hace dos años que combino este trabajo con el de Terapeuta. Me llena acompañar procesos, pero reconozco que no siempre puedo hacerlo. http://www.centretarragona.es/

 

 

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Editores de la entrevista: Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó (Haiki)

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* Sobre Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó (Haiki):

Desde hace más de cinco años, nos dedicamos a ayudar a otros compañeros a tener una buena Identidad Digital, aumentar su visibilidad online y, en consecuencia, tener más oportunidades laborales. En el 2009 desembarcamos en la red y, desde entonces, no hemos dejado de formarnos y disfrutar de este maravilloso mundo.

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