Hoy tenemos el placer presentaros a nuestra buena amiga María José Gil. A buen seguro que, os encantan sus respuestas.
1_ ¿Qué es la auténtica felicidad?
Para mi la auténtica felicidad tiene que ver con “no dar la vida por hecho”, con esto quiero decir: no asumir que lo normal es levantarme cada mañana. Desde el momento en que me pongo en contacto con que la vida es un regalo y que estar viva no es lo normal, se abre en mi la alegría de estar viva y la plenitud de cada momento. Agradezco cada día la vida que se expresa a través de mi, la vida como el sostén que me mantiene viva, esté atenta o no, quiera o no, mi corazón late y el aire entra por mi nariz, estoy viva. Poder experimentar eso una y otra vez en lo cotidiano de las pequeñas cosas me llena de vida y de alegría, ver el sol asomar entre las nubes, que llegue a mi la fragancia de lavanda, quedarme embobada mirando como la brisa balancea las hojas de los árboles, saborear un helado de chocolate… esas pequeñas cosas.
Hablar del momento presente suena a tópico pero verdaderamente entro en ese espacio de presencia cuando tengo en cuenta que ese momento no vuelve. Son momentos puntuales que saboreo fugazmente y que más que ir a buscarlo es como una capa que cae y que detiene el tiempo y el espacio, la gente a eso le llama “ ha pasado un angel”, para mi es el momento presente que llega toca mi corazón y enciende la llama de la felicidad.
2_ ¿Cómo ha sido tu camino de crecimiento personal? ¿ Cuáles han sido las herramientas que más te han servido y porqué?
A mi me abrió los ojos la pérdida de un hijo. Fue un hijo no nacido, estaba embarazada de 5 meses y tuvimos que decidir por la salud del bebe y por la mía abortar, fue una situación muy dura. Ocurrió hace 10 años y llevaba trabajando como fisioterapeuta y osteópata 10 años, dedicándome a aliviar a los demás de su sufrimiento y guiarlos a superar las “dolencias” de la vida. Como terapeuta estaba obligada a ir trabajándome y haciendo formaciones aunque lo enfocaba a tener más destreza con mi abordaje, profundizar en el tratamiento, no juzgar al otro y sostener pero desde la postura de mi “yo terapeuta”. El paso de gigante lo di cuando perdimos a nuestro hijo, tomar la decisión de abortar, ponerme en contacto con la fragilidad de la vida y sentirme “ castigada” por Dios por darme un hijo que tuviera que parir para morir fue un golpe para mi, muy duro. ¿Qué he hecho yo para merecer esto?- esa pregunta martilleaba una y otra vez en mi cabeza, una idea loca que viene de la cultura religiosa-cristiana en la que el castigo forma parte de Dios. Necesité salir de la estructura religiosa que recibí para darme más libertad en la experimentación de la espiritualidad, para quitarme de la mente la imagen de un Dios patriarca de barba blanca y experimentar en mi la espiritualidad en profundidad, una espiritualidad que no viene de fuera sino de un contacto íntimo y desde dentro. Tengo mis rutinas de meditación y mi vivencia de la espiritualidad en el día a día; esa espiritualidad pasa por el profundo contacto con una parte de mi que conecta con la tierra y a la vez que se abre a recibir. Fue muy importante para mi entender que la conexión no ocurre con mi voluntad, sino con mi disposición y apertura pero con los pies en la tierra, al menos en mi caso.
Volviendo a como llegué a esto, para superar el aborto, inicié terapia individual con una psicoterapeuta Gestalt (gracias Magdalena Verd); también inicié un conocimiento de mi cuerpo más dinámico con técnicas de expresión corporal tipo río abierto y posteriormente me formé en terapia gestalt.
En todo este camino han tenido mucha relevancia las enseñanzas de Antonio Blay, psicólogo catalán pionero en psicología transpersonal. Escucho sus audios muy a menudo, son atemporales. Ha sido clave en mi espiritualidad pues me ayudó a cambiar la visión del Dios estático que yo tenía. Agradezco a Ricardo Vidal seguidor suyo que ha dado continuidad al trabajo de A. Blay su generosidad al compartir su experiencia junto a Blay y motivarme a profundizar. En los últimos años he podido darle una vuelta de tuerca a mi autoconocimiento gracias a la teoría del Eneagrama con el programa propuesto por Claudio Naranjo. Inicié mi camino con el programa introductorio y cambió mi visión de mi y de los otros. La aceptación de mi modus operandi viendo mi neura con cariño y amor y haciéndome amiga de ella ha relativizado mucho mi exigencia a hacer algo que no soy. También en los últimos años, después de acabar la formación de gestalt, he seguido trabajando especialmente la atención, siguiendo los fundamentos de la atención según la filosofía del budismo tibetano. Una herramienta que me ha ayudado mucho a vivir en el ahora y sin expectativas, contactar con lo obvio y con la vida, esto lo aprendí de la mano de Frederic Suau, gran terapeuta y amigo. Así que mi camino de crecimiento personal va de la mano de las enseñanzas espirituales que he ido recibiendo desde niña, primero gracias a mi padre y a mi madre y luego cuando maduré ampliando el abanico y sumando otras visiones.
3_ Si nos centramos en el eneagrama ¿ cuál dirias que es su mayor potencial? ¿ Te animarías a contarnos en qué eneatipo te sitúas y qué es lo que más te identifica con él?
Para mí, el mayor potencial que tiene el eneagrama tiene que ver con la aceptación de lo que es. Si me lo aplico a mí, es lo que he mencionado antes: hacerse “amigo de la neura”; si la conozco, si la veo y si me observo, la conciencia de estar haciendo lo que hago me ha quitado un peso de encima, o mejor dicho, me ha quitado el pesado diálogo interno. Si lo aplico a lo que veo en el otro, especialmente en el ámbito terapéutico me ha ayudado a entender mejor el funcionamiento de las personas, a no juzgar y a ser más neutra.
Yo me sitúo en el 9 sexual y en lo que más me siento identificada es en el “olvido de mí”; me resulta fácil anularme frente al otro, también “fundirme” con el otro, perderme completamente, tengo que vigilarme mucho para no “desaparecer” especialmente frente al sufrimiento del otro. Cuando alguien sufre (y creo que eso es lo que me hizo un día dedicarme a una profesión de ayuda) me vuelco completamente con la fantasía de que si me dejo arrastrar por ese sufrimiento el otro se alivia cuando en realidad añado sufrimiento. Esto me ha dado una llave de descanso también, no tanto en mi profesión, en la que llevo el traje de terapeuta sino con familiares y amigos, donde todavía tengo que estar muy atenta para no “fundirme”.
Más sobre nuestra protagonista:
Osteópata MROE 209. Fisioterapeuta col. Nº 63.
Formada en terapia gestalt.
Especializada en el tratamiento de bebes, niños y adolescentes. Con formación en biodinámica, ginecología transgeneracional, visión sistémica y otras formaciones en relación a técnicas de expresión corporal.
Trabajo en consulta propia desde 1999.
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Autores de la entrevista: Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó (Haiki)
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* Sobre Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó (Haiki):
Desde hace más de cinco años, nos dedicamos a ayudar a otros compañeros a tener una buena Identidad Digital, aumentar su visibilidad online y, en consecuencia, tener más oportunidades laborales. En el 2009 desembarcamos en la red y, desde entonces, no hemos dejado de formarnos y disfrutar de este maravilloso mundo.
Aunque de profesión original somos arquitectos, nuestro día a día se sustenta en tres pilares: la propia arquitectura, la Identidad Digital (talleres offline + cursos online) y nuestro “mundo Haiki” (Gestalt, Sat, yoga, crianza consciente, artes marciales…).
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