Nueva entrega de nuestra serie de #MiniEntrevistas. !Prepararos para conocer a Marc Rovira! Todo un cinco, compartiendo desde el corazón. ¿Nos acompañas?
1_ ¿Qué es para ti la auténtica felicidad?
Para mí la auténtica felicidad tiene que ver con un contacto transparente con lo íntimo o esencial de uno mismo, y el contacto con lo íntimo o esencial en el otro. Un estado de fluidez, de harmonía, de sintonía con ese instante en el que desaparece todo lo demás, quedándote en contacto contigo, en contacto con el otro, desnudo ante la vida.
En ese contacto o unión con tu verdadera naturaleza, lo que se permite es que emerja esa amalgama de cualidades que bien podrían definir esa felicidad.
La auténtica felicidad, a la que solemos referirnos, tiene que ver con esta capacidad doble de poderme relacionar conmigo mismo o bien con el otro, sin nada de por medio.
Cuando uno se permite reconocerse en el otro y experimentar la belleza de ese contacto íntimo a través de la mirada, del cuerpo y del espacio compartido, entra en contacto con algo mayor que uno mismo y ahí la suma se convierte en una multiplicación.
La incapacidad de uno mismo de establecer este contacto es lo que nos aleja de poder experimentar esa dicha que emana de la propia vida, del propio placer de sentirse vivo y presente. Es ésta dificultad de contacto la que nos impide acceder por más tiempo a esos momentos de auténtica felicidad; así que, parte de nuestra tarea, es limpiar esos filtros que nos impiden el contacto.
Entonces, bien nos podríamos preguntar: ¿Cómo puedo alargar esos momentos de auténtica felicidad? Pero caeríamos en un error, el de querer manipular la experiencia del vivir y creer que no hay vida en el dolor. Vivir implica sentir esa dicha y a la vez sentir el miedo, el temor a ser aniquilado, apartado de la vida. De esta manera, el ser humano tiene la experiencia completa y se siente vivo, digno de pertenecer, impulsado a luchar, a conectar con su instinto y su sabiduría profunda, a dignificar su paso por el mundo y amar aún más a su descendencia permitiendo que la vida se vaya renovando generación tras generación.
Así, la autentica felicidad está aguardando a ser reconocida, a ser bienvenida a tu espacio, a ser desvelada por ti, porque no, ahora mismo.
2_ ¿Cómo ha sido tu camino de crecimiento personal? ¿Cuáles han sido las herramientas que más te han servido y por qué?
Mi camino de crecimiento personal ha sido un cúmulo de experiencias con un inicio bien marcado en la infancia. Un recuerdo nítido como si fuera ayer, es el de un día en el colegio sobre los 7 años de edad cuando una de las maestras nos dijo: “Todo lo que hay en el mundo lo ha creado Dios”, justo en ese momento le respondí: “¿Si todo lo ha creado Dios, entonces quien ha creado a Dios?”
Me quedé con una sensación de vacío e impotencia que me duró varios días, y cada vez que me hacia la pregunta conectaba con esa sensación de absoluto vacío, como si me estuviera cayendo por un precipicio y no pudiera hacer nada. Mi mente buceó en esa cuestión por muchos años y hasta que no le di respuesta, hace bien pocos años, no paré de buscar por todo tipo de filosofías, religiones, maestros y tradiciones.
Así, mi camino de crecimiento personal al inicio me llevó por senderos más espirituales que no terrenales, tenía la sensación de que no pertenecía a este mundo y tenía que encontrar mi origen.
La base de esa búsqueda fue el vacío en el que me encontraba, la soledad y el aislamiento emocional, sentía que eso no podía ser así, en el fondo tenía la esperanza de que si resolvía esa cuestión, encontraría esa felicidad ansiada. Encontraría el manantial.
Tras años de búsqueda y crecimiento espiritual entré en contacto con la pnl, el coaching, el SAT de Claudio Naranjo y la Gestalt.
Con todo ello, esta última puedo decir que me volvió a la vida, ya que durante muchos años me fui hacia arriba, hacia las estrellas, toda mi comprensión era cognitiva. Sin embargo, fue la gestalt la que me hizo volver a bajar al contacto con la tierra, con el mundo, al contacto con las emociones, con el corazón y con la Vida.
Culminaba, así, un ciclo de subida y bajada. Tocaba aprender de nuevo a caminar, y como un bebé de 30 años empecé a volver a aprender a caminar por este mundo, ahora sí con los pies en la tierra y las ojos en las estrellas.
En cuanto a lo que más me ha servido, por un lado, están los regalos que me ha ofrecido la vida inesperadamente en determinado momento, por ejemplo recuerdo miradas de maestros que me dejaron días conmocionado, relaciones con personas que me abrían a nuevas dimensiones de la vida en las que pude contactar con la gratitud, la compasión y el amor o incluso más recientemente momentos compartidos con mis hijas.
Por otro lado, están herramientas que me han aportado más a mi desarrollo personal; reconozco una gran ayuda gracias a la meditación y los retiros de silencio, así como también ha sido clave el trabajo terapéutico de la mano de la gestalt y el proceso SAT en especial.
3_ Si nos centramos en el eneagrama, ¿cuál dirías que es su mayor potencial? Te animarías a contarnos en qué eneatipo te sitúas y qué es lo que más te identifica con él.
Para mí, el mayor potencial es que se trata de una herramienta para poner luz y conciencia donde antes había oscuridad o falta de conciencia. Sólo esto, a mí, me ha permitido experimentar gran paz, relajación y comprensión sobre mi carácter. Todo ello, se ha traducido en un buen vivir, en sentir más y explorar la vida desde otro lugar más en contacto con lo amoroso, más en contacto con lo esencial y con la experiencia directa de la vida.
Yo me sitúo en el cinco social, en esa búsqueda constante por resolver el enigma de quién soy y que hago aquí en este mundo, en una permanente búsqueda por el conocimiento más elevado (tótem) y la comprensión de la Vida y la existencia. Muy probablemente por el anhelo de conectar con algo que no me hiciera sufrir, algo a lo que acogerme más bondadoso que lo que había aquí abajo.
También, en el aislamiento emocional, por darme pánico el contacto con el otro, el miedo de ser invadido por el otro, el miedo a desaparecer o quedarme sin nada. En el cinco he podido experimentar ese vacío o frialdad emocional, esa creencia de que el mundo es un lugar extraño y peligroso.
Vivir en la mente me impedía conocer de primera mano, me privaba de la experiencia directa con la Vida. No desperdiciar energía ni recursos por si acaso los necesitaba más adelante.
Resultó que observar la vida y darle comprensión me proporcionaba más seguridad que vivirla y sentirla.
Pronto me di cuenta de que acumular conocimiento no iba a salvarme, más al contrario, me aislaba aún más del contacto con el mundo, y ésta es aún una asignatura pendiente, el aprender a relacionarme mejor con el mundo. Confío en que, poco a poco, este aprendizaje continúe.
Marc Rovira
A nivel profesional combino mi actividad empresarial con acompañamiento a personas en procesos de cambio, así como encuentros y talleres de autoconocimiento y desarrollo personal. Más información sobre mí en www.marcrovira.com