Todavía, en la mayoría de los hospitales, se sigue asistiendo al parto de una manera excesivamente tecnológica, y, en muchos casos, muy poco humana. Sobre todo ello habla asiduamente Claudio Naranjo y, estos días, leyendo su último libro “Cosas que vengo diciendo”, se lo hemos vuelto a leer y no podemos estar más de acuerdo con sus palabras.
Si queréis saber más sobre el tema, ¡a seguir leyendo!!
“(…) En los viejos tiempos los partos eran asistidos por las comadronas, que lo hacían muy bien. El porcentaje de problemas en un parto es un medio por ciento más o menos, y sería lógico que interviniesen los médicos con los recursos de los hospitales cuando hay complicaciones. Pero en un país tan civilizado como los Estados Unidos más de la mitad de los partos se hacen por cesárea. ¿Por qué? Porque los médicos lo recomiendan mucho, como la mejor forma de dar a luz. ¿ Pero por qué? Por la misma razón que hoy en día han desaparecido las comadronas y sea casi de rigor que las madres den a luz en el ambiente tecnológico de los hospitales: así lo ordena el poderoso caballero Don Dinero. Ya el sólo hecho que los partos tengan lugar entre las 9 de la mañana y las 3 de la tarde (el horario que a los médicos les conviene) implica que haya drogas por medio, tanto anestesia como estimulantes, y que no se respete el ritmo natural del parto, en el que la adrenalina del feto le avisa a la madre que es el momento para producir las hormonas correspondientes. En consecuencia, hay una gran perturbación a cada paso del proceso del parto.
Pero lo más importante de todo eso la insensibilidad de la medicina científica, que se manifiesta por ejemplo, en el corte prematuro del cordón umbilical. Éste contiene suficiente sangre como para que al bebé le alcance el oxígeno hasta que comienza a mamar, antes de respirar, incluso. Cuando se corta prematuramente, sin embargo, se produce anoxia, y la angustia de la anoxia tal vez sea la emoción más terrible que hemos conocido, angustia de muerte que llevamos en nuestro subsuelo psíquico como factor debilitante; trauma de nacimiento que es ante todo el trauma de esa anoxia provocada. Y la consecuencia más inmediata de esta escasez de oxígeno es el que haya que apurar la respiración del recién nacido con un palmoteo de la espalda. Hasta hace poco no se sabía la causa de cierto porcentaje de muertes a los pocos días del parto, pero hoy se sabe que son el resultado de hemorragias espinales causadas por tales palmoteos. Y en Estados Unidos se palmotea mucho más a los negros que a los blancos, lo que hace patente que ello conlleva la expresión inconsciente de agresión, tal como en el caso de la aplicación del electroshock a los sicóticos en los manicomios.
Pero al decir que la traición al amor empieza en la sala de parto, lo más importante a destacar es cómo en el ambiente científico-comercial de los hospitales se separa insensiblemente a los recién nacidos de sus madres, y así se interfiere con la formación de un vínculo que es determinante de la capacidad amorosa posterior del individuo en la vida. Aunque la importancia del vínculo materno-infantil para el desarrollo emocional de la persona es cosa conocida, particularmente desde los estudios de Bowlby y más recientemente de Marshal Klaus en Estados Unidos, no conozco prueba más impresionante de ello que la comentada por Joseph Chilton Pearce a propósito del deterioro social de la población afro-americana en EE.UU.
Y lo que más me ha impresionado respecto a esto, es cómo los fuertes valores sociales de la comunidad negra en Estados Unidos, el gran cemento característico que había, esa calidad amorosa que tenían los negros que hacía que hasta en la literatura aparece como típicamente el eco del tiempo en que las esclavas eran requeridas como nodrizas, las nodrizas ideales que se hacían una fuerza insustituible de la casa. Como en, si alguien lo vio “Lo que el viento se llevó”, ahí el personaje de la ama, las mamas grandes.(…)
También los médicos se dieron cuenta que cuando pudieron analizar la leche y descubrieron que la leche humana era más pobre en grasas y proteínas que la de otros animales, les pareció entonces había que darles a los niños mamaderas de vaca. Hoy día se tiene más inteligencia en el asunto, sabemos que la naturaleza tiene planificado que el niño mame mucho más seguido, porque más importante es el contacto, el hecho cultural de la transmisión de la maternidad que comienza tan temprano con ese contacto de corazón a corazón en el pecho izquierdo sobretodo, en que el corazón del niño sintoniza con el de la madre materialmente.
Bueno, así que empieza así y sigue en el colegio. Así como yo siempre digo, las patrias por algo se llaman patrias y no matrias, aunque se diga “mal de patria”… Algo así ocurre con la sala de partos es tradicional la feminidad, la espontaneidad, en los países civilizados está prohibido ya el rol de la matrona, el parto natural es difícil hacerlo. Esto es como un síntoma de la opresividad del sistema. Y en la educación algo semejante. Los educadores son personas con una vocación materna muchas veces, sean hombres o mujeres, Son como la prolongación del espíritu materno de educar, una forma de maternizaje y, sin embargo, todo esto está sujeto a las decisiones de políticos de la educación, internacionales generalmente, que no saben lo que ocurre de primera mano, que no tienen esa vocación, ese sentido, esa sensibilidad y piensan en rendimientos, beneficios económicos futuros, que piensan más bien a través de sus ordenadores que con su sensibilidad intuitiva; y entonces es otra traición al espíritu verdaderamente pedagógico, a la vocación matrística, digamos, una traición en que el amor queda supeditado al modelo de que nos vayamos a parecer lo más posible a Singapur, desde que se descubrió que los de Singapur lo hacen mejor en cuanto a sacarse buena nota y estrujan a la gente más; pues es un sistema en esencia policial, donde se azota a la gente si escupe en la calle, donde se mete a la cárcel a cualquiera por cualquier pequeña infracción. Ese espíritu de tener a la gente 16 horas al día estudiando para dar exámenes, eso es lo que ahora se cree que es el futuro de la educación.”
Extracto de La Posibilidad y Urgencia de una Educación para el Ser.- Conferencia en laUniversidad Diego Portales, Enero 2002 _Claudio Naranjo
Más sobre tema en mama nido: http://www.mamanido.org/2014/06/parto-y-nacimiento-segun-claudio-naranjo/
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*Haiki está formado por Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó. Ambos desde el 2009, y de manera muy intensa, están al frente de diversos proyectos digitales. Su presencia en la red se sustenta en tres pilares: la arquitectura, la Identidad Digital y nuestra actividad más personal en este blog de Haiki.
*Tanto Agnieszka Stepien como Lorenzo Barnó, han realizado el proceso SAT de Claudio Naranjo y, actualmente, están realizando la formación en terapia Gestalt. A su vez, tienen segundo nivel de Reiki y son practicantes de artes marciales como Taekwondo, Kung-fu o Tai chi.
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