Desde muy pequeños, vamos construyendo nuestros propios patrones invisibles de comportamiento. De esta forma, de manera inducida o aprendida, vamos grabando en nuestro subconsciente lo que es bueno y malo y, en consecuencia, cómo tenemos que comportarnos. Por desgracia, esta dualidad entre el bien y el mal, nos ha hecho mucho más daño del que podamos imaginar.
Nuestros cerebros, a medida que vamos creciendo, se siguen inundando de creencias, introyectos y proyecciones que hacen que nuestros pensamientos, emociones y actos no sean tan genuinos como sería desdeable. Esto es la mala noticia; la buena: que no tiene por qué ser siempre así. Lo que nos sirvió para sobrevivir en nuestra infancia, no tiene por qué seguir teniendo tanto peso en nuestras vidas en el momento presente.
El principal problema que solemos tener es que, en general, no tenemos presente que todo este inconsciente es quien capitanea nuestra vida y nosotros, desde el consciente, ponemos la guinda al pastel. Salimos en la foto; pero, no somos los amos de nuestro presente y mucho menos de nuestro futuro.
Normalmente, se suele decir que en la terapia gestalt, no se trabaja el tema del inconsciente; lo cual, en nuestra opinión, no es exacto. En el momento que hacemos forma sobre fondo a determinadas cosas, muchas veces, ya estamos dando paso a temas del inconsciente que traemos a un primer plano consciente.
Es más, si esto no fuera así, la terapia en sí misma no sería muy eficiente. De hecho, una de grandes virtudes de la propia Gestalt es que, desde su carácter holístico, ha integrado muchas técnicas que facilitan el proceso de “darse cuenta” o insight.
Por todo ello, conviene ahora bombardear a nuestra mente con mensajes positivos que puedan ayudar a desactivar todas esas creencias de las que hablábamos. Nuestro cerebro no distingue entre lo que pensamos y lo que hacemos; así que, nunca es tarde para re-programarnos.
Autores del post: Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó (Haiki)
*Imagen de portada: Bruno (4 años)
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*Haiki está formado por Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó (también en Stepienybarno). Ambos desde el 2009, y de manera muy intensa, están al frente de diversos proyectos digitales. Su presencia en la red se sustenta en tres pilares: la arquitectura, la Identidad Digital y nuestra actividad más personal en este blog de Haiki.
*Tanto Agnieszka Stepien como Lorenzo Barnó, han realizado el proceso SAT de Claudio Naranjo y, actualmente, están realizando la formación en terapia Gestalt. A su vez, tienen segundo nivel de Reiki y son practicantes de artes marciales como Taekwondo, Kung-fu o Tai chi.
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