Venimos al mundo como seres casi puros, capaces de todo y con un potencial infinito. Sin embargo, desde el propio embarazo, nuestro talante original se va contaminando de lo que llega de fuera y las propias circunstancias de la vida van moldeando lo que terminamos siendo.
Con todo ello, formamos nuestra estructura base de carácter, al que, posteriormente, le colocamos un “bonito” vestido que llamamos personalidad.
De esta forma, nuestro ego se va conformando y comenzamos a confundir lo que realmente somos, con el personaje que hemos inventado para nosotros. Este disfraz nos protege del mundo y nos hace alcanzar pequeñas cotas de felicidad, sobre todo, cuando conseguimos el amor de nuestra familia.
Todo ello, es necesario y es, seguramente, la única forma en la que, como niñ@s, podemos actuar. Nos sirvió entonces; pero, hoy, podemos prescindir de ello.
Así, nos cuesta mucho desenmascararnos; nuestro personaje comanda nuestra vida y, más de una vez, somos meros figurantes. Aun así, todos podemos dar pasos en la dirección de nuestro yo auténtico. Éste, evidentemente, reside en nuestro interior y tiene mucho más que ver con el niño que fuimos que con lo que, muchas veces, queremos ser. Identificarnos con lo que pensamos, sentimos o hacemos no deja de ser una trampa para no dar su sitio a nuestra verdadera esencia.
De nosotros depende seguir en la “actuación” o tomar las riendas de nuestra vida.
Autores del post: Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó (Haiki)
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*Haiki está formado por Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó (también en Stepienybarno). Ambos desde el 2009, y de manera muy intensa, están al frente de diversos proyectos digitales. Su presencia en la red se sustenta en tres pilares: la arquitectura, la Identidad Digital y nuestra actividad más personal en este blog de Haiki.
*Tanto Agnieszka Stepien como Lorenzo Barnó, han realizado el proceso SAT de Claudio Naranjo y, actualmente, están realizando la formación en terapia Gestalt. A su vez, tienen segundo nivel de Reiki y son practicantes de artes marciales como Taekwondo, Kung-fu o Tai chi.
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