#MINIENTREVISTA CON MERCÈ FALCÓ

Llevamos unos días sin publicar en una de nuestras secciones favoritas, la #minientrevista, y esto no puede ser. Así que, vamos a ponernos las pilas y volvemos a la carga de nuevo.

Esta vez, tenemos el honor de tener con nosotros a Mercè Falcó. A buen seguro que, ¡os van a encantar sus respuestas!

1_ Qué es para ti la auténtica felicidad?

La auténtica felicidad para mi es experimentar la alegría interna, que tiene que ver con un dejarme en paz, desde la indulgencia y la benevolencia para conmigo y con los demás.

Es una mirada confiada hacia el mundo, que me permite sentir el descanso, la satisfacción, el disfrute, la alegría de estar en la vida sin esfuerzo, sin preocupación, internamente feliz.

Amando lo que hay, viviendo la vida en paz, sin complicármela. Valorando y agradeciendo lo que tengo, lo que me llega, eso me permite estar a gusto en el mundo.  Reconocer que la felicidad no es un estado permanente me lleva a apreciarla y saborearla cada vez más cuando la siento.

Tiene que ver con comunicarme con transparencia desde donde estoy, sentir la belleza y la serenidad de la transparencia. Una alegría muy simple, como de ser, de estar en la vida.

2_  Cómo ha sido tu camino de crecimiento personal? ¿Cuáles han sido las herramientas que más te han servido y por qué?

Yo vengo de un desierto muy árido, de un juez interno muy machacón, de las duras rocas de la represión, la exigencia y el control, de un mundo seco, de mucho esfuerzo, donde nada era suficiente, donde todo era imperfecto. De una manera de pensar totalitaria, ese todo o nada que caracteriza a mi eneatipo.

Empecé hace 15 años con la poesía como motor de exploración en la búsqueda de la conciencia de ser. A los 50, a raíz de una crisis personal llegué a la Gestalt. Mi camino de crecimiento ha venido de la mano de la Gestalt y el Eneagrama, a través del programa Sat, la terapia individual y la meditación. Todas ellas me han proporcionado herramientas que me han permitido conocer en profundidad mis personajes internos, ver cómo actúan sin identificarme con ellos, el juez, la víctima, la niña herida, la adulta…

Con todo ello, voy rebajando la exigencia, el juez implacable que llevaba dentro, desde no juzgarme las actuaciones, no dar de comer al juez. He comprobado que cuanta más exigencia, más frustración encuentro. El juez vive de los juicios que me hago/hago y si voy expresando tal como me siento, no acumulo ira, el juez se queda sin juicios. Desmontar al juez que hay en mí, tiene que ver con hablar mucho, decir lo que me pasa.  También con darme cuenta qué proyecto yo en la mirada del otro.

A su vez,  me ha ayudado mucho observar los automatismos, ir limpiando introyectos, actualizar cuáles son mis creencias, ¿qué es mío? ¿con qué me quedo?.

Y a revisar cual es mi idea de perfección, ser perfecta ahora, es estar con lo que hay en cada momento, en lugar de estar en la exigencia, estar en la benevolencia, toparme con mi imperfección, y decirme “lo he hecho otra vez, la próxima lo haré mejor”, darme tiempo y no enredarme con que si lo hago mal o con las cosas que no tengo resueltas. Es benevolencia y humildad aceptar lo que hay y, desde ahí, me llega paz, confianza en mí y en que lo que no sepa lo aprenderé por el camino. Cuando me doy tiempo, aparecen la benevolencia y la indulgencia, y desde ahí todo es perfecto, yo y el mundo.

Validar mi manera de hacer las cosas, ver lo que sí va funcionando en mi vida, descansar en lo que soy, en lo que me va trayendo el camino, el mensaje es sobre la marcha.

El gran cambio es que ya no estoy enfadada con la vida, voy poniendo en práctica lo aprendido, descanso en lo que soy, ahí me siento internamente feliz, valido el proceso hecho, no siempre hay claridad pero sé que estoy en proceso, confío, y más que entenderlo me ayuda el sentirlo.

Estoy muy agradecida a todos los maestros y compañeros que la vida ha cruzado en mi camino. Y al trabajo de Claudio Naranjo, tan transformador en todos los sentidos, ese camino hacia el despertar de la conciencia y la búsqueda del ser, y no sólo por la obra sino por el legado vivo que deja.

3_ Si nos centramos en el eneagrama, ¿cuál dirías que es su mayor potencial? Te animarías a contarnos en que eneatipo te sitúas y qué es lo que más te identifica con él.

Conocer el eneagrama ha significado contar con un mapa del territorio a explorar, me ha acortado el camino al ver el carácter en su conjunto, ha simplificado la búsqueda, ha puesto luz y estructura allí donde reinaban las sombras.

La idea loca del Uno Conservación en el que me sitúo, es la preocupación y la necesidad de perfeccionarse; la creencia de que puedo alcanzar la perfección y que tengo que trabajar duro y exigirme mucho para conseguirlo.

Si busco el ideal de perfección, me castigo a mí misma. Si la idea loca es que me tengo que reformar, ya parto de que soy imperfecta, así que por mucho que haga para perfeccionarme no voy a llegar. Todos los actos para llenar ese vacío de… perfección en mi caso, son un absurdo. Darme cuenta que no tengo que hacer algo para llegar a algún sitio. Lo mío, ahora, es ir a no hacerlo bien, lo hago tal como estoy, hoy estoy así, y me dejo en paz. Cuando acepto lo que soy, lo que hay, todo es perfecto y me llega paz.

Me he dado cuenta de mi tendencia a preocuparme, algo que me tenía la mente entretenida, hoy es esto y mañana será lo otro, es absurdo, porque mientras tanto lo único que ocurría es que me pasaba el día preocupada en lugar vivir. El motor de preocupación estaba siempre encendido. Al descubrirlo y observarlo soy más consciente y eso me permite ocuparme desde la acción, en lugar de pre-ocuparme, me libera mucho estar en el presente, viviendo lo que hay, me deja un espacio libre para acercarme a las sensaciones, al disfrute, a la libertad de elección, que antes estaba vedado por la preocupación, a ir tranquila por la vida. Y, también, me permite darme cuenta cuando cojo obligaciones o responsabilidades que no me corresponden, desde el ir de salvadora.

Ha sido todo un proceso de aceptar mi historia familiar, comprender las heridas de mis padres, tocar y sanar las mías, y desde ahí, en la aceptación y el perdón encuentro la paz con ellos y conmigo, encuentro el amor compasivo.

Entrevista editada por: Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó (Haiki)

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*Haiki está formado por Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó (también en Stepienybarno).  Ambos desde el 2009, y de manera muy intensa, están al frente de diversos proyectos digitales. Su presencia en la red se sustenta en tres pilares: la arquitectura, la Identidad Digital y nuestra actividad más personal en este blog de Haiki.

*Tanto Agnieszka Stepien como Lorenzo Barnó, han realizado el proceso SAT de Claudio Naranjo y, actualmente, están realizando la formación en terapia Gestalt. A su vez,  tienen segundo nivel de Reiki y son practicantes de artes marciales como Taekwondo, Kung-fu o Tai chi.

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