Nuevamente, tenemos con nosotros un eneatipo 7. De hecho, vayan preparándose pues estamos terminando nuestro primer mega-post sobre eneatipos. Y, como podréis imaginar los que nos conocéis bien, lo haremos con el siete.
Así que, aprovechamos la ocasión para dar las gracias a Federico por su amabilidad y os dejamos con sus respuestas. !Seguro que os va a encantar!!
1_ ¿Qué es para ti la auténtica felicidad?
La felicidad es la cárcel en la que creí que era feliz. La mayor parte de mi vida la búsqueda de ese ideal mesiánico, me alejaba del mismo propósito. En esa delgada línea entre lo neurótico y lo esencial, la pasión y la virtud están tan pegadas que me atrapaba en esta autoseducción: “Estar siempre bien, y por ende feliz”.
Estar enamorado de la vida y tocar dolor, ver el engaño tan grande, lo sobrevalorada que es esa felicidad. Sentí la dicha de entregarme a algo más grande que yo, y que ese algo más grande, está conectado con l@s otr@s, con la carne, con la imperfección, con lo sencillo, pequeño y cercano; esto se convirtió en mi mantra. La felicidad de hoy es mostrarme tal cual soy, ser honesto con mis emociones y necesidades, estar presente con lo que hay, estar “al servicio”. Conectar con el placer que me lleva a avanzar en mi sexualidad, creatividad, comprensión, compasión, entrega, escucha,… y acción, sin esperar que haya retroalimentación externa. Vivir con corazón.
2_ ¿Cómo ha sido tu camino de crecimiento personal? ¿Cuáles han sido las herramientas que más te han servido y por qué?
En mi camino de crecimiento personal destaco las preguntas que me hacía en la infancia, sobre qué hago yo aquí y que me llevaron a encerrarme en mí mismo; no entendía nada, me recreé en una idealización de búsqueda sobre modelos caballerescos infantiles. Después, en la adolescencia, participé en proyectos políticos o sociales, que fueran radicales en la búsqueda de la verdad, en la injusticia sobre el mundo.
En esa búsqueda de trascendencia, en un momento de mi vida en que ya no me servía engañarme con la intelectualización, comencé con la meditación Vipassana, la práctica del Chi-kung y las terapias alternativas con Juan Diego Sanchez, discípulo del maestro Dhiravamsa. Asistí a muchos retiros de silencio y talleres. La base fundamental del despertar para mí, es esta, la meditación y poder expresar con mis manos los sentimientos, a través del contacto.
Seguí formándome en PNL y Coaching, más el deportivo, ya que, durante años, he sido atleta semiprofesional.
Desde luego, lo más importante ha sido el proceso SAT de Claudio Naranjo, allí me desnudé, pude saber dónde estaba, lo que estaba flojo se cayó y lo que estaba bien se reforzó. Me coloqué y orienté, estaba en el lugar dónde era, con y sin esfuerzo. Y estaba bien. Sensibilizado y vulnerable, sentí esa fuerza amorosa.
De la formación de “Cuerpo y Arte”, con Andrés Waksman y Susana Estela, siempre les estaré agradecido, despertó en mi que era posible integrar de una forma concreta este proceso, y de verlo en los otr@s.
La formación en Biogestalt, con el maestro Antonio Asín, y el Grado en Psicología (en formación) también me dan la estructura que necesito para madurar todo este proceso con compromiso y responsabilidad con lo recibido, y con la realidad de mi momento.
3_ Si nos centramos en el eneagrama, ¿cuál dirías que es su mayor potencial? Te animarías a contarnos en qué eneatipo te sitúas y qué es lo que más te identifica con él.
El mayor potencial del Eneagrama, es el de ir descubriendo los rincones del ser, de la existencia de uno mism@, desde los centros: físico, intelectual, emocional y espiritual. Es una enseñanza profundamente amorosa, que no se encalla en los conceptos intelectuales y estereotipados del encuadre numérico, ni de la atrayente luminiscencia, tan vendible.
Es un proceso de transformación, y como tal, todo sirve a la causa; por las rendijas y heridas se va filtrando el amor, y a través de la pasión se llega a la virtud, todo ello en un proceso de rozamiento, de mostrarse y usarse con riesgo, destapando las fuerzas ocultas, que una vez encuentran un cauce, derivan al encuentro más humilde y grandioso, ser uno mism@.
Un fruto, cosecha del Eneagrama; es conectar con el niñ@, inocente de mí mismo y de los otr@s; conectar con mi adulto, autocuidador; transmitir esa esencia sin esfuerzo, desde la ternura y la firmeza; abrir ese espacio donde es posible que se abran las puertas de los corazones, sin empujar; contactar con lo sencillo, cercano y concreto de la existencia, con mi cuerpo presente, mi corazón escucha, es escuchado.
Mi trayecto en el Enegrama, ha ido desde el 3 Sexual, (años antes de hacer el proceso SAT) después en el periodo más “cueva” la exploración del 5 Social, y ya, desde un conocimiento más profundo, en el 7 Sexual. Desde dónde pude ver mi gula; ese llenarse con todo sin profundizar, sin tocar el dolor, ni la esencia de las cosas; la autoindulgencia (salvarse antes que nada, ni nadie); la idealización del mundo, de las personas, de la fábula personal infantil; el rey de los placeres que no disfruta de su propio placer; el rey de la alegría que se siente fraudulento; la no escucha (cuando voy, me estoy yendo…¡¡Permanecer!!).
Ahora me siento y me sitúo en el 7 Conservación, a pesar de esta dulcificación de mi carácter, de esta supuesta bondad, tengo otra energía más visceral, más profunda; la reconozco. Ahora comprendo tantos momentos “escondiendo” esta naturaleza, ahora soy “manada”; huelo a eso, certidumbre expuesta a ponerse en juego y seguir explorando hasta una nueva incertidumbre. Poco a poco, a su tiempo; en su tiempo; con su tiempo.
Federico Marsá
1968, Las Palmas de Gran Canaria.
Es terapeuta especializado en terapia holística, energética y trabajo psicocorporal.
En la actualidad desarrolla terapia individual y grupal en las islas, principalmente en Gran Canaria y La Palma. Especializado en trabajo sobre masculinidad. Dirige y coordina varios grupos y talleres sobre el cuerpo, el trabajo sobre la atención y conciencia, la práctica de movimiento auténtico y la integración artística.
Se concreta en un proceso creativo de trabajo psicocorporal interdisciplinar y movimiento libre que ha ido tejiendo a medida que la experiencia propia y profesional, y las nuevas formaciones se maduran. En esta nueva línea de integración está la columna vertebral de este modelo, HOLOKORPORAL: “Artes Corporales aplicadas a la Transformación Humana” , un abordaje holístico corporal con un enfoque humanista, gestáltico, sistémico y social.”