Tanto en nuestros cursos como en los Proyectos de Identidad Digital que realizamos, de forma individualizada y personalizada, nos gusta incorporar una visión panorámica del mundo de la Identidad Digital.
Por eso, cada vez estamos más convencidos de las bondades de tener un buen Proyecto de Identidad Digital (PID) y, sobre todo ello, va el post de hoy.
¡A ver qué os parece!!
1_ BUSCANDO LA VISIBLIDAD
Lo primero que nos gustaría recalcar es que es muy complicado tener una buena identidad digital si no se tiene bien clara cuál es tu identidad fuera de la red.
De hecho, el peor de los pecados es mostrar en la red algo que, en realidad, tiene muy poco que ver contigo. Así, no resultaremos creíbles y, por tanto, será imposible generar confianza.
Igualmente importante es poder hacer un balance entre lo personal y lo profesional; es decir, si sólo hablamos de temas laborales en sí mismos, nos estaremos dejando una parte fundamental de la información fuera de juego.
Por eso, aunque al principio es complicado, vale la pena pararse con temas de índole más personal, como quién soy o quién me gustaría ser; que hay de mí que me gusta y quiero que sea la bandera de mi Identidad Digital y que hay de mí que me gustaría mejorar y que, de momento, es mejor que quede en un plano más discreto.
Si sólo nos centramos en decir lo que hemos hecho a nivel profesional, seremos uno más sacando pecho, sin nada que, realmente, nos diferencie.
Es decir, conviene tener bien claro cuáles son nuestras fortalezas y cuáles son nuestras debilidades o áreas de mejora.
Esta etapa de autoconocimiento o de pararnos a poner palabras a lo que ya sabemos de nosotros mismos es fundamental para poder echar los cimientos del futuro edificio de identidad digital.
Por ello, es mucho mejor intentar alinear nuestra Identidad Digital analógica con la que mostramos en el entorno online. De esta forma, la sinergia de ambas será nuestra verdadera identidad, siendo igual de verdadera una y otra. La analógica no es la real y la digital la virtual; ambas pueden tener el mismo peso y lo ideal es que vayan totalmente de la mano.
Así, el experto en Innovación Cívica, Domenico di Siena @urbanohumano, apuntaba hace un tiempo que,
“(…) Lo digital y lo presencial ya no son mundos paralelos e independientes, sino las dos caras de una misma moneda. La hibridación físico-digital de la ciudad, así como la de nuestra propia identidad, es cada vez más evidente y relevante. Para gestionar y entender la complejidad de nuestro hábitat ya no podemos no tener esta variable en cuenta.” (1)
Pero, para poder tener esta buena Identidad Digital lo mejor será que nos paremos y que reflexionemos sobre todos los aspectos que influyen en ello.
Por eso, desde hace años siempre enfocamos el tema desde lo que llamamos Proyecto de Identidad Digital y que es bueno que, aunque pueda tener unos pilares comunes, siempre se pueda adaptar al máximo a las necesidades reales de cada uno de nosotros.
En este sentido, no hay que olvidar que, salvo excepciones, un PID que sea eficiente, siempre tendrá se sostendrá en una buena web, un blog visible y activo (el 95% de los blogs antes del año cierran el chiringuito) y una presencia en las redes sociales desde un punto de vista profesional. Todo ello, en según qué casos, habrá de ir acompañado de una buena estrategia de email marketing.
Viéndolo así, tener una adecuada presencia en la red es algo que está al alcance de todos; aunque, no por ello, serán todos los que la alcancen. La principal dificultad puede ser saber qué hacer para conseguirla y, sobre todo, cómo y en qué orden. No es que sea muy complicado; pero, hay que tener claro varias ideas de partida y, por supuesto, tener tiempo para implementarlas. En realidad, la buena noticia es que, con una hoja de ruta, nuestra identidad digital puede ser estupenda; la mala noticia es que, para conseguirlo, hace falta meter más horas de las que nos imaginamos.
En realidad, sobre Proyectos de Identidad Digital ya os hemos hablado en otras ocasiones (ver aquí), pero hoy quisiéramos incidir en la importancia que ha ido cogiendo esta actividad en nuestro día a día. Muchas veces, desde la teoría todo parece sencillo; pero es cuando bajas a tierra las ideas, cuando ves su potencial real.
Por suerte, durante estos años hemos podido plantear estrategias de Identidad Digital a muy diversas escalas, desde organizar la Identidad Digital de un congreso, hasta pequeños asesoramientos a otros compañeros sobre temas de Identidad Digital. Y es en esta escala más pequeñita donde ahora mismo más nos estamos moviendo más; estar codo con codo con otros profesionales para que puedan mejorar su presencia en la red, es algo que nos llena de alegría. La actual crisis ha dejado patas arriba al sector y son muchos los terapeutas y gente del mundillo del crecimiento personal con despachos pequeñitos los que intentan sobrevivir en este complejo panorama y el desembarco en la red, para ellos, no es sencillo.
Así, una de las razones de tener una buena identidad digital será que gracias a ella podremos ayudar a otra gente con nuestros servicios. Porque no hay que olvidar que el objetivo empresarial de un despacho de psicoterapia o similar, no ha de ser sólo buscar encargos como locos; lo principal es tener claro que nuestra meta principal ha de ser echar una mano a otras personas, futuros clientes, a resolver un problema que tienen en la actualidad.
Eso sí, para conseguirlo necesitamos de técnicas de venta; pero es importante recalcar que primero ha de ser la intención de mejorar el mundo, luego ya veremos cómo lo conseguimos. Es importante que nuestros servicios o productos den un plus diferencial y no estemos todos ofreciendo lo mismo.
En cualquier caso, para llegar a ello, será bueno estar en la mente de mucha gente y, entre ellos estarán nuestros potenciales clientes. Con el tiempo, si se trabaja bien este PID (Proyecto de Identidad Digital), la idea final será que para encontrar trabajo, no tendrás que ir a por él; si no que, en un momento dado quien quiera contar con tus servicios llegará a ti de manera natural.
Al hilo de esta idea, en blogger Yoriento apunta que,
“(…) Muchas de las prácticas que denomino empleo 2.0 se basan en el uso de la Web Social no para buscar trabajo de forma convencional sino para que “el trabajo te encuentre” mediante técnicas de posicionamiento y marca, que facilitan tu localización; de presentación y reputación profesional, que convencen a tus potenciales clientes; y de networking y prueba social, que te mantienen conectado y valorado en la comunidad y ámbito profesionales que te interesan.” (2)
Con todo ello, tu curriculum no es tanto lo que has hecho, sino lo que puedes demostrar que sí sabes hacer. En la red, aunque no es sencillo, te puedes llegar a posicionar para que el trabajo venga hacia ti y no tengas que ir tú siempre a por él. Eso sí, adquirir esta visibilidad no se hace de la noche a la mañana.
2_ ENTORNO DIGITAL
El mundo, como ya adelantaba Bauman, es cada vez menos sólido y vivimos tiempos en los que todo va muy rápido. En este sentido, la tecnología, para bien y para mal, ha hecho una incursión muy veloz en nuestras vidas y esto lo ha cambiado casi todo.
Además, los cambios son grandes y, en muchos casos, de un nivel estructural. No son pequeñas variaciones, ahora usamos el vídeo Beta y luego viene el VHS; no, no, esto es una concentración de cambios de tal volumen que cambia la forma de ver el mundo. Es más, ya se está viendo que incluso nuestra forma de pensar ha cambiado en muy pocos años. El “problema” es que, en la mayoría de los casos, ni nos damos cuenta; pero, si echamos la mirada hacia el pasado, vemos que hace muy pocos años nuestras vidas eran bien distintas.
Como afirman las expertas en Identidad Digital, Linda Castañeda y Mar Camacho,
“(…) Es precisamente en la combinación entre sociedad, cultura y tecnologías digitales donde radican hoy las mayores posibilidades para el aprendizaje y el enriquecimiento de la identidad de las personas.
Como consecuencia, es necesario hacer conscientes a todos los ciudadanos, de la forma en la que se desarrollan ambos – aprendizaje e identidad-, especialmente en un mundo cada vez más sofisticado desde un punto de vista tecnológico.
La identidad es algo fluido y dinámico, y se ha revelado además, como un concepto complejo y multidimensional. Podríamos asimilar este concepto con el denominado por Manders-Huits “identidad nominal”; es decir, el conjunto de atributos asignados a una persona por la sociedad, atributos que necesitan estar fijados –aunque sea de forma temporal– para que esa persona pueda ser identificada y re-identificada de forma consistente. Esa identidad nominal se organiza en torno a hechos y cosas relacionadas con esa persona en un rol o situación concreto.” (3)
Por ello, es importante recalcar que nuestra identidad digital no solo depende de lo que nosotros queramos transmitir, sino que en gran parte será un resultado de cómo los demás nos perciben.
Cada vez, es más importante el entorno social, por lo que con quién nos relacionamos termina siendo clave en la construcción de nuestra propia reputación digital.
Así, en el entorno digital, será importante cuidar todos los detalles pues muchas veces no será tan importante lo que queremos transmitir, sino cómo lo contamos o el lenguaje que usamos. No hay que olvidar que, a diferencia del mundo offline, en el entorno online funciona como un espejo muy claro de lo que somos. A ello hay que sumar que, fuera de la red, las palabras, muchas veces, se las lleva el viento, mientras que en la red todo queda fijado.
Nuestra forma de trabajar es sencilla, tenemos un esquema con el que organizarnos tres módulos: Marca + Estrategia empresarial + Comunicación online. A partir de ahí, nos vamos adaptando a las necesidades concretas de quien cuenta con nuestros servicios.
Quizás lo más complicado, desde nuestra experiencia, es concienciar a los terapeutas o gente del mudno del yoga o del baile de que todos podemos tener una marca.
Yoriento suele comentar que marca es el perfume que usas; reputación, el olor que dejas.
Así es como nos gusta trabajar en Haiki, teniendo en cuenta que esta imagen de la que venimos hablando se construye por la suma de muchos pequeños detalles -que en la red vienen a ser el rastro digital o huella digital-.
De hecho, al igual que ocurre con la Gestalt, la suma de las partes es mucho más que la agregación de sus elementos. En las sinergías nos la gugamos.
Con ello, es bonito ver cómo haciendo las cosas con tiempo y con confianza, acabamos siempre a terrenos fértiles y, sobre todo, que este tipo de colaboraciones están resultando muy satisfactorias tanto para nosotros como para nuestros clientes (ver aquí).
Sobre cómo tener un blog visible y activo o una buena web ya os hemos hablando previamente (ver aquí y aquí) y, aunque en gran parte es cuestión de técnica, la constancia y perseverancia deberán ser nuestros aliados más fieles.
El mundo digital nos abre un sinfín de posibilidad, siempre que entandamos que no podemos seguir haciendo lo de siempre. Necesitamos adaptarnos a lo que la red nos ofrece; a día de hoy se puede hacer un podcast, cursos online o un infoproducto por muy bajo coste y con un resultado estupendo.
3_ EL SECRETO DE UN BUEN PID (Proyectos de Identidad Digital): TIEMPO
Vivimos tiempos de vértigo y parece que si no te has enamorado de tu idea de negocio y la has lanzado a toda pastilla, estás haciendo el canelo. Esto no va de ser el primero; lo importante es prepararse bien para salir a escena en el momento oportuno.
Exactamente igual que cuando alguien hace un proceso de terapia, para que un proyecto de identidad digital llegue a buen puerto, hace falta tranquilidad y tiempo.
Así, a la hora de definir nuestra Identidad Digital, también necesitaremos tiempo. Si no lo tenemos, nos limitaremos a apostar por los fuegos de artificio; y eso, a medio plazo, no nos llevará muy lejos. Para poder saber hacia dónde queremos ir y cómo queremos mostrarnos en el trayecto hace falta trabajar mucho.
Sobre todo esto habla estupendamente Calvo con barba en este vídeo.
En este punto es importante que haya dos patas claras; por un lado, una visión muy terrenal, que tenga que ver con lo que se ha hecho hasta ahora y que pueda producir resultados casi inmediatos y, otra visión, más a medio y largo plazo, que nos permita soñar con lo que haremos en un futuro.
Esta visión empresarial, nos permitirá tener clara la perspectiva a seguir y los objetivos a cumplir. Muchas veces, lo que tenemos es una maraña de ideas y lo que necesitamos es tener la oportunidad de poner un poco de orden y concierto para poder avanzar con cierta seguridad.
Hasta ahora no hemos querido tener demasiados PID (Proyectos de Identidad Digital) en marcha, y así seguiremos pues son procesos que requieren mucho cariño y dedicación; preferimos trabajar con pocos profesionales, pero dar una atención personalizada que intentar abarcar demasiado.
Por ello, no nos es posible colaborar con todos aquel@s que contactan con nosotros y sólo nos lanzamos con Proyectos de Identidad Digital en los que es muy claro que nuestra presencia es necesaria.
El factor principal que hace que esto sea así, es que se disponga de un tiempo concreto que dedicar al PID y que nuestro proceso en el SAT o la formación gestalt sierva para entendernos mejor.
Nuestra forma de trabajar no es hacer las cosas nosotros, sino enseñar a hacerlas y para eso !hace tiempo y muchas ganas!!
También, sería bueno comentar que, a diferencia de otros tipos de asesoramiento nosotros trabajamos desde dos vías:
1_ Mentoring o asesoramiento
2_ Facilitando que el proceso lo vaya descubriendo el propio cliente.
Así, por un lado, ponemos encima de la mesa ciertos caminos a recorrer y, por otro, a modo de catalizadores, hacemos las preguntas pertinentes para que sea la persona que nos contrata quien, de alguna forma, vaya forjando su propia andadura.
A partir de ahí, intentamos marcar cuáles son los objetivos de partida, y no olvidar que, como apuntábamos al comienzo de esta reflexión, aunque estemos hablando de un proceso laboral, estos objetivos pueden ser tanto personales como profesionales.
Si por ejemplo, vamos a necesitar hablar en público y nos puede el miedo escénico, podremos aprender técnica para conseguirlo, pero, seguramente, nos será más útil pararnos a ver que hay dentro de nosotros que nos está generando esta ansiedad. En este caso, obviar lo personal no será un buen plan.
En cualquier caso, una cosa es tener claros los objetivos y otra que se tengan que hacer de manera inmediata.
Con todo ello, se traza este plan estratégico que normalmente solemos traducir en el modelo de negocio, canvas.
A su vez, como consecuencia de este trabajo, se suele hacer un plan de acción que define acciones o tareas concretas, tanto online como offline, que debemos realizar para ir en la dirección de los objetivos previamente definidos. De esta forma, muchas de las veces, diremos que no a proyectos o actividades que normalmente, por la inercia habitual, hubiéramos dicho que sí, para no salirnos de nuestro foco.
Armar todo este proceso no es tarea sencilla y, muchas veces, viene bien que nos echen una mano. Ir en solitario puede ser más duro e ineficiente de lo que pueda parecer. De partida, sería bueno constituir equipos de trabajo con compañeros que puedan estar en situaciones parecidas o contar con la ayuda profesional.
En este punto, podemos apoyarnos en profesionales que tienen una actitud más directiva y nos muestran el camino a transitar o en otros que nos van sutilmente ayudando a encontrar nuestro camino.
En este segundo caso, que apela a la responsabilidad personal, la clave está en realizar buenas preguntas para poder descubrir itinerarios más novedosos.
En los PID que hemos llevado siempre intentamos navegar entre estas dos orillas en función de las necesidades concretas de la persona (o equipo) a la que estamos ayudando.
Para terminar, recordar que, sólo una vez que se tiene clara nuestra identidad fuera de la red, es posible trasladarla con éxito al entorno online. Eso sí, no tener ningún tipo de estrategia no significa que no vayamos a tener una Identidad Digital; otra cosa es que ésta sea buena o como a nosotros nos gustaría que fuera.
Por ello, siempre animamos a dedicar tiempo a pararse con este tema y luego ya vendrán las herramientas concretas de comunicación online (web, blog, redes sociales) que podrán traducir lo que somos en este apasionante mundo digital.
Autores del post: Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó (Haiki)
Si quieres que hablemos para mejorar tu presencia en la red,
sólo tienes que escribirnos a haiki@haiki.es
El presente post es una adaptación de otro post escrito por nosotros mismos en nuestra vida en paralelo de Stepienybarrno.
También te puede interesar:
LA IMPORTANCIA DE LA IDENTIDAD DIGITAL PARA UN TERAPEUTA GESTALT.
Lectura recomenda:
YA TENEMOS EBOOK: HAIKI, EN BUSCA DEL YO REAL (PARTE 1)
(1)_ Sentient Identity: Identidad Digital contextualizada en tiempo real
Por Domenico di Siena @urbanohumano
http://urbanohumano.org/ciudad-compartida/sentient-identity-identidad-digital-contextualizada-en-tiempo-real/
(2)_ Guía del empleo 2.0: cómo buscar trabajo y oportunidades en Internet y las redes sociales (I): Ideas para empezar
Por Yoriento.
http://yoriento.com/2013/02/guia-del-empleo-2-0-como-buscar-trabajo-y-oportunidades-en-internet-y-las-redes-sociales-i-ideas-para-empezar-2.html/
(3)_ Desvelando nuestra identidad digital
Por Linda Castañeda y Mar Camacho
http://eprints.rclis.org/17350/1/2012EPI.pdf
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* Sobre Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó (Haiki):
Desde hace más de cinco años, nos dedicamos a ayudar a otros compañeros a tener una buena Identidad Digital, aumentar su visibilidad online y, en consecuencia, tener más oportunidades laborales. En el 2009 desembarcamos en la red y, desde entonces, no hemos dejado de formarnos y disfrutar de este maravilloso mundo.
Aunque de profesión original somos arquitectos, nuestro día a día se sustenta en tres pilares: la propia arquitectura, la Identidad Digital (talleres offline + cursos online) y nuestro “mundo Haiki” (Gestalt, Sat, yoga, crianza consciente, artes marciales…).
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