3.2 Las virtudes de los eneatipos (Lectura de todas en un post) de Formación Eneagrama AVANZADO

Una vez que hemos visto las «virtudes» de los subtipos en el módulo anterior, veréis que ahora se entiende mucho mejor la virtud principal de cada tipo de ego.

TRIADA EMOCIONAL

LA VIRTUD DEL E2

1_ El antídoto de la pasión

El primer paso para acercarse a su virtud es entender que su aparente generosidad no es tal y que está cargada de segundas intenciones. Este paso ya es de gigante para un eneatipo dos. Esta afirmación implica que no está tan cerca de Dios como pensaba y derrumba toda su omnipotencia. Es un golpe bajo al ego.

Desde aquí, podemos poner el foco en su verdadera virtud: la humildad. 

La etimología de la palabra nos lleva a la naturaleza, al humus. Se trata de aquello que desprende la naturaleza y que tiene el potencial de fertilizar y crecer.

Es un camino directo hacia la vida; hacia lo colectivo y cambia la mirada. Desde aquí ya no se piensa en cómo le van a ir (a ell@s)  las cosas, sino en cómo nos van a ir a nosotros. 

El orgullo del dos tapa una baja estima de sí mism@; lo cual, de partida, es muy contraintuitivo cuando vemos a estos personajes.

¿Cómo una persona que aparentemente se tiene en tanta estima de sí misma puede no valorarse demasiado?

Esta es la coraza que el niño inventó para cubrir su necesidad de amor y que ahora toca desmontar.

Por esto es tan complicado que un eneatipo dos reconozca que su altruismo no era tal y que, en el fondo, esperaba una vuelta.

Esto les lleva a reconocer que su aparente empatía tampoco era del todo real.

La mayoría de ell@s se pensaban en lo más alto de lo que  Claudio Naranjo llama amor maternal o compasivo y, de repente, se dan cuenta de que también aquí hay trampa.

Nuevamente, esto son palabras mayores. El eneatipo dos está convencido que entiende al otro mejor que nadie; pero si no da por hecho que su habitual escucha al otro partía de una necesidad de ser querido no habrá camino de sanación posible.

Un eneatipo dos que se aleja de la neurosis y se acerca a la luz, terminará olvidándose de lo que es mejor para él o ella y pensará en algo más grande. Habrá una clara mirada en la mejor opción para la colectividad.

El eneatipo dos necesita comenzar a admirar al otro. Pasar de verse como un salvador a ver lo mejor de la persona que tiene enfrente. Es un ejercicio potente el esforzarse por ensalzar lo que sí hay de grandioso en los demás. Para ell@s no es fácil; así que, el ejercicio ha de ir de a poquitos.

“El secreto de la sabiduría, del poder y del conocimiento es la humildad.”

Ernest Hemingway.

2_ Pasos concretos para acercarnos a la virtud

Mirar al ocho para aprender a conectar con su necesidad e ir a por ella (aunque por el camino alguien pueda no seguir queriéndoles tanto como antes).

No se trata de no ver al otro, como ocurre en la neurosis del ocho. El eneatipo tres necesita pararse a ver cómo está su deseo real.

Esto implica una parada en seco, para sentirse de verdad.

Aprender a decir que no, es un ejercicio estupendo para algunos eneatipos como el dos y el nueve.

Le sienta bien entender que puede demandar abiertamente como hace el eneatipo cuatro. En vez de ponerse por encima y pensar que esto es una debilidad, se puede plantear dar un paso en este sentido.

Pedir con claridad, incluso avisando que no habrá vuelta al favor (es una demanda desde la necesidad real).

Es el momento de reconocer las limitaciones y no creerse capaz de todo; así que, un buen plan es poner el foco en la imagen super inflada que tiene de sí mismo. Si es capaz de verbalizarlo ante otra persona, mejor que mejor.

Desde aquí, también les será más sencillo reconocer sus errores. La humildad implica asumir la responsabilidad por las acciones que terminan no siendo tan correctas como les gustaría.

Hay un paso importante que se produce cuando el eneatipo dos, comienza a escuchar al otro aun cuando pueda recibir una crítica. Abrir la posibilidad de que el otro pueda tener razón, es un trabajo en sí mismo.

Con ello, la disculpa aparece en sus vidas.

También, de nuestros cuatros pueden aprender a dejar, aunque sea por un rato, de pensar a lo grande y estar en lo pequeño. Luego, si hay un verdadero crecimiento, ya habrá lugar para volver a pensar en otra escala, pero desde otro sitio. Ahora, es el momento de la sonrisa, del tacto, del cuidado auténtico.

Dejar de hacer siempre algo por otros. Quedarse quietos y no estar pendientes de resolver problemas de nadie. Hacer el ejercicio de autocensurarse, por un tiempo, el estar en la ayuda. Desde ahí verá cómo se siente cuando la opción de hacer algo para recibir no existe.

Contactar con lo que necesita de verdad.

Con todo ello, al eneatipo dos le sana poner el foco en la prudencia, la modestia (evitar vanagloriarse) y la discreción.

“La humildad no inquieta ni desasosiega ni alborota el alma, por grande que sea; sino viene con paz y regalo y sosiego” Santa Teresa.

3_ La virtud en función del instinto

La virtud en el eneatipo 2 social

Contener la ambición no es sencillo y el camino de vuelta a casa pasa, en gran parte, por reconectar con su niño interno. Un niño que no necesitaba salvar al mundo. Un niño que era capaz de estar en las pequeñas cosas. Una vez allí, valorando lo delicado y casi insignificante, habrá tiempo de volver a pensar en empresas más ambiciosas. Pero la ambición ya no será particular sino colectiva.

Como vemos a todos los doses les sienta bien pedir con humildad y reconocerse en su pequeñez, pero !a ell@s más todavía!!

La virtud en el eneatipo 2 sexual

Es necesario bajar el fuego asumir que la intensidad está muy bien, pero ser un yonqui de la misma sólo le lleva a un estado de dependencia continua.

Su aparente rebeldía no deja de ser otra trampa del ego.

Reconocer que no es tan libre y potente como se piensa, es un paso importante. Desde aquí, se puede acercar al otro desde un lado menos pretencioso. No hace falta estar siempre en lo más alto.

Bajar el listón de su mundo emocional es clave para que el intelecto y la acción consciente aparezcan en sus vidas.

Aunque le cuesta, es muy bueno para ell@s estar en lo “aburrido”, en lo anodino, en lo cotidiano (donde parece que pasa gran cosa).

Intentar ser uno más, es un plan estupendo para nuestr@s conquistadores.

La virtud en el eneatipo 2 conservación

Salir del privilegio pasar por mostrarse al mundo desde la asertividad de una persona adulta. 

Conviene evitar la seducción y seguir usando el disfraz de niña buena para conseguir lo que quiere.

Tan solo apuntando la cantidad de veces que pone cara de niña buena a lo largo del día o sonríe dulcemente sin venir demasiado a cuento, le daría un fuerte insight.

Desde aquí, podrá dejar de hacer transferencias de papá en las figuras masculinas o de autoridad que se va encontrando. También, es el antídoto para dejar de competir con la mujer. El camino de vuelta implica volver a situar a su mamá en el lugar que le corresponde. Así, podrá dejar de competir con ella.
Es el momento de responsabilizarse de su vida. Comenzar a valorar el esfuerzo y la disciplina como camino de crecimiento. Con ello, el capricho va perdiendo fuerza.

LA VIRTUD DEL E3

1_ El antídoto de la pasión

Cuando hablamos de vanidad, como bien sabemos, lo hacemos desde la necesidad de un reconocimiento concreto, explícito y constante. 

Esto puede tener un matiz escandaloso, como en el tres social, o muy silencioso como en el tres conservación. La clave está en que la mirada del otro tiene más peso de lo que nos gustaría. La vanidad es contraria a la honestidad y la verdad.

Esto es neurálgico del eneatipo tres, pero toca de manera transversal a todos los eneatipos. A unos más (dos, siete…) a otros menos (ocho); pero casi nadie está tan en su eje como para que las palabras del otro no te afecten en nada. Con el camino de crecimiento personal, vamos siendo cada vez más autónomos; pero, es un buen lugar donde prestar atención. De hecho, como hemos ido viendo, en la propia construcción de la neurosis infantil, más allá del eneatipo, hay mucho peso del miedo, el reconocimiento y la pereza.

Así que, partiendo de que el antídoto de la vanidad es la autenticidad, hay que ver los detalles que pueden acercar al eneatipo tres a dejar de vanagloriarse y buscar la palmadita en la espalda a pasar a tener una autoridad interna que le lleva a no depender el otro para vivir. Eso no implica no escuchar o  no ver al otro; tan solo se trata de bajar el volumen a la importancia del qué dirán o del qué dirá tal o cual persona.

La autenticidad implica congruencia entre lo que sentimos, pensamos y hacemos. Cuando está presente la persona contacta con la verdadera libertad de ser. Hay mucha sinceridad y poca máscara.

La etimología de la palabra autenticidad, ya nos da ciertas pistas. Su origen nos remite a la palabra griega “authéntikos”. De ahí, nació la palabra latina“authenticus”. “Autos” significa uno mismo y remite, originalmente, a la capacidad de autogobernarse. Es decir, pasar del foco en lo que otro quiere, a lo que uno mismo quiere.  Pero, cuando alguien ha basado su vida en complacer y cumplir expectativas, dejar de hacerlo es un proceso doloroso.

Hay una dificultad en cambiar la relación con el otro, pues casi seguro que implica que este otro, habituado a los favores del vanidoso, se vea contrariado.

Y otra dificultad interna, pues cuando ya no hay nada que sostener, no hay deseos que cumplir y toca vivir su propia vida, aparece el gran vacío.  Es una pregunta que se puede hacer cualquier eneatipo pero en los vanidosos, es más contundente: Si no soy el que hace, si no soy el que siente, si no soy el que piensa ¿Quién demonios soy? Y aquí, cuando en vez de llegar la respuesta automática, llega el silencio, hay un dolor muy profundo. Un abismo que no estaba esperado.

Todo ello, puede llevar a un derrumbe importante a todos los niveles con la única certeza de que el camino de vuelta a casa pasa por dejar caer esta fachada construida con tanto cuidado durante toda su vida.

Es un proceso largo y, como decimos, doloroso. Además, es un camino de no retorno y toca emprenderlo con mucha fe y pocas certezas.

“Era lo bastante listo para conocerse a sí mismo, lo bastante valiente para ser él mismo y lo bastante insensato para cambiarse a sí mismo y, al mismo tiempo, seguir manteniéndose auténtico.” Patrick Rothfuss.

2_ Pasos concretos para acercarnos a la virtud

Al eneatipo tres le salva la mirada colectiva del eneatipo seis. Aprender de su capacidad de crear grupo es muy importante. Si además de ello, pueden incorporar el coraje en sus vidas, tanto mejor. Como decimos, hace falta ser muy valiente para mostrarse desde un lugar tan diferente al habitual.

Sobre todo el tres social puede aprender mucho de la lealtad y honestidad de los seises.

Es importante que haga el esfuerzo de salir de su cómoda zona de confort y se ponga en lugares que, de partida, les son incómodos.

Del eneatipo nueve, puede aprender a conciliar y empatizar más con el otro. desde ahí podrá salir del habitual narcisismo vanidoso. Nuevamente, si es capaz de dejar de hacer de manera sistemática para conseguir sus metas y aprender de la virtud del nueve que pasa a ser un hacer consciente, el paso habrá sido de gigante.

Así que, toda poner el foco en estos aspectos y, poco a poco, dejar el control. La consecuencia de ello será un mayor confianza en la vida.

Es el momento de recordar que la vida en el universo surge del caos, con lo cual, aunque luego este mismo caos tenga su origen, el caos, de partida es algo bueno, no malo.

Integrar esta idea les llevará a ir dejando el control en sus vidas, que no tiene nada que ver con quedar fuera de  control.  Aceptar lo que el destino les tiene preparado y entender que la vida sabe mejor que su yo pequeño lo que es mejor para ell@s. Eso sí, si no están muy atentos a las señales de la vida, les tocará estar más atentos a las señales de su cuerpo. Muchas veces dolores crónicos, grandes tensiones o pequeños sustos de ansiedad, son la manera que tiene su yo más esencial, su verdadero yo grande, de avisarle que el camino de la luz no es por donde suelen ir.

Con todo ello, mostrarse y verbalizar lo que les pasa, aunque no sean grandes cosas, es un paso excelente para emprender el camino de la luz.

También es importante que elija muy bien con quien quiere dar este paso de desnudarse ante él. No todo el mundo está preparado para ver el alma de otra persona.

De hecho, una persona que fuera, de un día para otro, totalmente auténtica, veraz y honesta en todos los ámbitos de su vida, podría tener demasiados problemas en sus relaciones. A su vez, es el momento de conectar con su instinto y dejar salir su parte menos complaciente. Toca dar su lugar al animal que también son y poner un punto salvaje en su vidas. Así, hacer el ejercicio de hacer algo que, de verdad, desean aunque vean claramente que serán censurados por ello, puede ser un buen primer paso.

Por último, les sienta muy bien, dejar de hacer transferencias en sus vidas. Su jefe no es su padre, su pareja no es un niño chico al que cuidar. Salirse de estos roles es clave para que el eneatipo tres esté más presente y pueda vivir su aquí y ahora, con más transparencia y verdad. También es el momento de vigilar mucho su crítica interna. Les viene muy bien prestar atención a la forma en la que se hablan a sí mism@s. Cuando van viendo lo mal que se suelen tratar si sale algo “mal”, comienza la oportunidad de ser más amoros@s con ellos mism@s. Es el momento del cuidado en todos los sentido, también en la alimentación o en hacer actividades físicas que, realmente, les dan placer y les sientan bien.

Es clave abrir la mente a que otros planteamientos también son posibles y, desde ahí, como le pasa al eneatipo uno, no aferrarse a su verdad.  Cuidar mucho su exceso de perfección; integrar la idea de que lo suficientemente bien está ideal, es complicado para ell@s pero muy necesario. Jugar  a hacer las cosas un poco menos bien de lo que suelen hacer, es un paso que les aportará mucho.

Todo este trabajo personal, les llevará a pasar de ser personas frías y calculadoras a conectar con una emocionalidad muy bonita que les deja en el umbral de la vulnerabilidad.

“Quién es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es  y se reconoce libre de ser lo que es” J.P. Sartre

3_ La virtud en función del instinto

La virtud en el eneatipo 3 social

Nuestros exitosos más narcisistas necesitan dejar de hacer con el fin de lograr. Parar en seco con su vida enfocada al logro. Cuanto antes lo hagan mejor. La autoridad interna que sí tienen en lo laboral, no se perderá;  pero, irá desvistiéndose de la necesidad de ser más que los demás.

Así, como los conservación necesitan atreverse a brillar un poco, los sociales necesitan dejar de brillar. Salirse de buscar las situaciones donde habrá un aplauso público. Por ahí, tienen una buena pista para seguir avanzando.  Se pueden hacer muchas cosas en silencio y, a la vez, seguir en su eje.  La palabra sencillez es una buena guía para combatir su necesidad de vanidad pública.

La virtud en el eneatipo 3 sexual

Cuánto antes saque el foco de lo que su pareja (o el otro)  parece necesitar mejor que mejor. Aquí toca expresar lo que él o ella sí necesita y ser muy claro en que la relación ha de estar compensada. Muchas veces en este pararse a sentir no encontrará nada. Y aguantar en esta aparente nada también es necesario.  A base de darse la oportunidad, sí terminan sabiendo qué desean o necesitan realmente. Toca hablar con claridad y expresar que, por lo menos por momento, habrá que salirse de tanta corrección y control.

Es el momento de incorporar espontaneidad y frescura en sus relaciones de todo tipo. También en la pareja sexo-afectiva. Han de poner el foco en evitar la seducción. Hacer el ejercicio de mostrarse más sobri@s.

Practicar el aprender a decir que no será uno de sus mejores ejercicios.

La virtud en el eneatipo 3 conservación

Vivir la vida medio escondid@ esperando que por su eficiencia siempre estar reconocid@, es un plan complicado de cambiar. Hay cierta comodidad y enganche en esta vanidad encubierta, pues se aseguran que no habrá críticas.  Toca prepararse para aceptar la crítica directa o encubierta.Sin embargo, ha llegado el momento de conectar con sus talentos naturales y ponerlos en juego y esto ya no tiene que ver con la eficacia.  Aquí es necesario mentalizarse que, ahora, ya no todos estarán contentos con lo que haga. Habrá detractores y está bien que los haya.  Tiene que ver con poner encima de la mesa el don que sí que tienen para brillar y, en consecuencia, ser útiles al mundo. Es decir, no intentar ser útiles de partida porque ahí ya está la trampa. Se trata de ir a foco con lo que ello@s desean y tienen para ofrecer al mundo. Pero, para poder mostrar todo su esplendor real, han de pasar por la exposición al error. Desde ahí, su apego a la seguridad se puede ir calmando. Han de hacer menos y hacer más lo que, realmente, les da placer. Les conviene mucho mostrarse desde la asertividad y, también, ir superando el reto de aparecer ante el gran público. Tienen un miedo a brillar por lo que realmente son y por ahí, en la dirección contraria, está el camino de salvación.

LA VIRTUD DEL E4

1_ El antídoto de la pasión

Nuestros sufridores profesionales tampoco lo tienen fácil para emprender el camino de la luz. Sí que parten con la ventaja que, a diferencia de otros eneatipos como el dos o el siete, sí que son conscientes de su exceso de sufrimiento y esto, lógicamente, lo quieren cambiar. De lo que no son conscientes es de dos movimientos que, desde fuera, se ven muy claros.

Por un lado, lo que pueden recibir desde la queja y la oralidad excesiva, normalmente, son migajas de amor o una especie de pseudoamor cargado de condicionantes, dependencias y apegos.

Por otro lado, tampoco suelen ser muy conscientes de que, a veces, sí reciben; pero, se enrocan en la idea de que les han dado poco para poder seguir pidiendo.

Es como si hubiera una adicción a la demanda constante.

Desde aquí, evidentemente, nacen celos, frustraciones y sufrimiento innecesario.

Salirse de esta rueda es muy complejo; pero, no por ello, es excusa para dar pasito en el sentido de la virtud del cuatro: la ecuanimidad.

Si nos vamos a la etimología de la palabra, nos retrotraemos a la idea de igualdad y de equilibrio. Proviene del latín «aequanimĭtas» y está compuesta por «aequus» ecua o igualdad y «anĭmus» que significa ánimo. Es decir, tender a la ecuanimidad no es dejar de sentir; más bien es buscar el punto exacto para sentir lo que la vida nos trae con serenidad y cierta objetividad, sin dejarse llevar por el histrionismo emocional. Desde la perspectiva del budismo, la ecuanimidad vendría a ser una reacción equilibrada a la alegría y la miseria que nos protege de la agitación emocional. Esto implica que no hay indiferencia, hay consciencia de lo que, realmente, pasa. Pero, para llegar ahí, hay que bajar el volumen de la parte más dramática.

Para conseguirlo toca un cambio de mentalidad. Es necesario dejar de pensar desde la idea catastrófica y entender que los problemas son sólo eso: dificultades puntuales; pero, no el fin del mundo. Pero l@s cuatr@s tienen muchos introyectos de este tipo; así que, toca hacer un pequeño lavado de cerebro. Las visualización positivas, les vendrán de perlas para dejar de compararse siempre por lo bajo. Esta envidia casi patológica propia del eneatipo no desaparece de la noche a la mañana; pero, sí que se le puede bajar el volumen. Conviene poner el foco en lo que sí son sus dones o talentos, en lo que él o ella han hecho bien, en vez de dar por bueno que el otro siempre tiene algo mejor que lo suyo.

Este equilibrio pasa por dar lugar a otros aspectos de la vida y atrapar un poco de la positividad del eneatipo siete. Lo que al siete le sienta tan mal, al cuatro le va sacando del hoyo. No se trata de camuflar la realidad; pero, después de tanto drama es un buen plan comenzar a sonreír aun viendo que siguen en la carencia. De hecho, muchas veces en el proceso de crecimiento, vemos much@s cuatr@s que sino sabes de dónde vienen, por momentos, parecerían eneatipos sietes. La transformación les cambia la cara y les pone en el mundo desde un lugar muy distinto.

“Porque ocurre que cuando se tienen los nervios templados, todo lo que se haga o todo lo que se diga adquiere como un aire de sensatez, de ecuanimidad; mientras que en los estados de ánimo algo precipitados, algo reconcentrados o pensativos, las cosas que hacemos parecen como locuras, como hazañas de anormales, de lunáticos, de desequilibrados. Una se muere lenta, pero inexorablemente, como la humanidad entera. No hace falta estar enferma; basta con haber nacido.“ Camilo José Cela.

2_ Pasos concretos para acercarnos a la virtud

Esforzarse en sacar un poco de pecho es un buen plan que pueden aprender de sus

compis de triada: l@s doses. Si son capaces de hacerlo desde la humildad mejor todavía; pero, lo importante es que comiencen a valorarse. A veces son pequeños detalles; pero todo aquello que les hace salirse del papel de artista derrotado estará bien. De hecho, pudiera parecer que la virtud máxima del cuatro podría ser la humildad. Pero no, sería demasiado peligroso para ell@s seguir poniendo el foco en algo que ya les sale (demasiado bien) de manera natural. Su tendencia a la humildad no la van a perder con el trabajo personal, pero pueden incorporar más autoestima en su vida y, en consecuencia, esta humildad sí que pasará a ser más real.

Suelen tener problemas de somatizar muchísimo. Es decir, son personas tan delicadas y sensibles que lo que les ocurre en su  mundo vital se lo llevan al cuerpo, muchas veces, en forma de enfermedad. Por ello, les toca escuchar los mensajes que les llegan por este camino. El cuerpo nos habla a tod@s, pero a ell@s más. Eso sí, pueden seguir deseando, inconscientemente, más dolencias (para dar pena) o darle la vuelta a la tortilla.

Conocemos varios ejemplos de cuatros que entendieron que la enfermedad era el camino que les puso la vida para dejar caer su personaje. Cuando fueron capaces de atravesar este momento, sin caer en el victimismo, el salto de crecimiento personal fue total.

Es aquello de entender la dificultad como una oportunidad. 

Ahora es el momento de poner el foco en su insaciable oralidad. Pedir menos y dar las gracias por lo que sí reciben serán buenos ejercicios para su día a día.

Muchas veces, os hablamos del poder del wu wei (ver aquí) y aquí es más apropiado que nunca. Para detectar que el cuatro está en la tan ansiada ecuanimidad, notará que está fluyendo con la vida. Como si hubiera caído a un río y pudiera fluir libremente con la corriente del mismo. Fluir sin saber, en realidad, si al final del trayecto habrá un remanso de paz o una peligrosa catarata. Cuando aparece este equilibrio, viene de la mano de una confianza en el destino. De sentir que alguien o algo le cuida y le permite desplegar todo su potencial. Una aceptación máxima a lo que hay, sin quererse imponer desde su yo pequeño.

Con todo ello, es fundamental poner en valor su mundo emocional.

Es decir, cuando se descarga de tanto dramatismo, aparece una emocionalidad que el mundo necesita. Esta sociedad hiperracional que hemos creado no puede permitirse el lujo de perder a nuestros maestr@s de contactar con la emoción. Por ello, cuando el cuatro es capaz de bajar el volumen a su mundo sentimental y se acerca a esta ansiada ecuanimidad, se convierte en un ser referente del cual el resto pueden aprender muchísimo.

La calma y serenidad serán los antídotos perfectos para evitar su habitual montaña rusa emocional. Aquí la meditación, nuevamente, vuelve a jugar un papel fundamental.

Es necesario que aparezca un sentimiento de justicia, de imparcialidad y de integridad.

Claudio Naranjo solía hablar de la cualidad del contentamiento que viene a ser valorar en extremo lo que la vida nos trae, aunque, aparentemente, no sea gran cosa.

Para ello, toca salirse de la tendencia innata del cuatro a mirar hacía el pasado. Cuanto menos melancolía pongan en sus vidas, mejor que mejor.

Así, la serenidad y sabiduría vital llega a sus vidas y hay un antes y un después.

“Nada debe turbar la ecuanimidad del ánimo; hasta nuestra pasión, hasta nuestros arrebatos deben ser medidos y ponderados”. Francisco Ayala

3_ La virtud en función del instinto

La virtud en el eneatipo 4 social

No es fácil vencer la vergüenza, pero es donde este subtipo tiene que poner el foco.

Son personas muy tímidas a las que, de partida, costará mostrarse desde su parte imperfecta. Por eso, un buen ejercicio será dejar de salir al mundo desde la demanda y el sufrimiento y contenerse un poco. Toca mostrarse con lo que, realmente, tienen.

Lo contrario de la vergüenza no sería la desvergüenza, sino la desinhibición. En este sentido, mirar un poco al siete le sentará de maravilla.

Al “cuatro vergüenza” le sienta muy bien desapegarse la situación que le toca vivir. Analizar el hecho en sí, como si fuera una tercera persona. Desde ahí, puede salir de la emoción desmedida que muchas veces siente e intentar poner más objetividad.

Para ell@s será clave dejar de culparse y poner el foco en atender a sus necesidades reales.

«Temer al amor es temer a la vida, y los que temen a la vida ya están medio muertos».Bertrand Russell

La virtud en el eneatipo 4 sexual

El “cuatro odio” es un cortacabezas de gatillo rápido. En este sentido, lógicamente, hacer el ejercicio de contenerse le es muy provechoso. Sentir que le hierve la sangre y que va a lanzar algún improperio y respirar. Respirar mucho para calmarse.

La tendencia a la explosión emocional siempre va a estar ahí; pero, ante la duda, le conviene reprimirse un poco. Abrazarse a su parte más intelectual (que también la tiene)  e intentar ser un poquito menos explosiv@ cada día, es un buen plan.

Sabemos que es un competidor nato. Expresa su baja autoestima compitiendo e intentando, aunque sea por un momento, salir del fango en el que vive.

Sin embargo, estas salidas son pan para hoy, hambre para mañana. En el fondo le siente mucho mejor evitar la competición y centrarse más en él o ella mísma. Olvidar al otro por un rato y enfocarse en desarrollar sus talentos que suelen ser muchos.

Para ell@s es muy importante parar la verborrea y  poner el foco en dejar de exigir.

La virtud en el eneatipo 4 conservación

Vencer la tenacidad propia de este subtipo no es sencillo. El truco, en gran parte, pasa por hacer menos y por evitar seguir estudiando y preparándose como si no hubiera un mañana. Aquí, volvemos a rescatar el concepto oriental de Kaizen. Mejora continua pero de tan sólo 1%.

Toca poner el foco en estar en el mundo con lo que hay, sin necesidad de que sea la bomba.

El concepto de salir en Beta es muy interesante para ellos. Es decir, entender que todo se irá mejorando sobre la marcha, pero valorar mucho lo que ya está encima de la mesa.

Es un cambio de mentalidad. No tienen que hacer mucho más, sólo mostrarse. 

También, les puede sanar mucho, mostrarse, por fin, desde sus emociones verdaderas. Evitar seguir tragándose todo ell@s solos. Cuando se notan que están ahí, es el momento de buscar una mano amiga. La tribu les salva más que nada.

En definitiva, que el planazo para ell@s es esforzarse menos y soltar la exigencia.

TRIADA MENTAL

LA VIRTUD DEL E5

1_ El antídoto de la pasión

Como ya hemos visto, en las falsas virtudes, ni su capacidad de foco ni su habitual pasión por el conocimiento les llevarán por el camino de la virtud.

Normalmente, nos encontramos con personas que son tacañas y muy apegadas a sus cosas. No son codiciosas ni usureras, simplemente están en las antípodas de la generosidad. Son bien austeras y algunos lo vestirán con el disfraz del minimalismo. Se han acostumbrado a vivir desde ahí y lo practican tan a rajatabla que incluso son avaras consigo mismas; es decir, privan al otro de su presencia. Ya no de estar con presencia, sino de la mera presencia. Muchas veces, el eneatipo cinco tiene que ver con la presencia de una ausencia. Sus seres cercanos no les puedan disfrutar.

Por aquí evitamos la mezquindad de la que ya hablaba Óscar Ichazo a finales de los sesenta.

Así que, plantear como virtud la generosidad verdadera es todo un reto. Esto pasa por un desapego de lo propio, por un desprenderse de sí mismOs.

Aquí toca recordar que una de las virtudes del budismo es el desapego ya que el sufrimiento viene precisamente por el exceso de apego. Y ese sufrimiento, en gran parte, es evitable. El dolor es el que es y la vida nos lo traerá seguro; pero lo que hacemos con él, hasta cierto punto, depende de nosotros.

Tanto para ellos como para el dos, ser generosos de verdad es una odisea. Ambos tienen que romper moldes y patrones aprendidos, pero en el caso de los cincos supone un salto en el vacío. Es tener fe en algo que casi nunca han practicado.

Por eso, les cuesta tanto dejarse ver. No hay ganas de ello y salir de su zona de confort es todo un mundo. Un mundo hostil que no controlan. Un mundo que les puede hacer daño.

Con todo ello, la generosidad les puede conectar con la humildad, con el altruismo de la abundancia y con la mirada compasiva hacia el otro (solidaridad).

La etimología de la palabra generosidad nos lleva hasta la raíz indoeuropea “gen”, que vendría a ser “dar a luz, parir, engendrar”.

Metafóricamente, podríamos decir que el avaricioso comienza a parirse a sí mismo en el momento que da pasos cada vez más generosos. Es como si cambiara su habitual tendencia a convertirse en un sabio por convertirse en un GENio. Un genio necesita de la magia para estar en el mundo, de salirse de lo racional y poder entrar en el terreno de lo aparentemente imposible.

2_ Pasos concretos para acercarnos a la virtud

Reconectar con la emoción es un objetivo a cumplir pero puede ser demasiado ambicioso en un primer momento. Por ello, tan sólo sentir su cuerpo puede estar muy bien. En este sentido, yoga, Chikun o simplemente un masaje puede ayudar mucho.

Desde ahí, pueden llegar a conectar con alguna emoción: el cuerpo habla, pero para ello hay que silenciar la cabeza. Más adelante, llegará el momento de convertir estas emociones en sentimientos y que su vida sea cada vez más amorosa.

Quedar con una amiga o compartir un libro, puede ser un paso de gigante para el eneatipo 5 que, de partida, preferiría estar solo y leyendo él el libro.

Ésto que desde fuera puede parecer muy poquito para algunos cincos es un mundo.

Si hablamos de una relación de pareja, sería bueno ver qué pasos puede dar para conectarse desde el corazón. Muchas veces es cuestión de ponerlo encima de la mesa y expresar los miedos latentes. A veces, sus seres cercanos no son conscientes de su parte tierna y delicada que suele ser uno de sus mayores tesoros. Tesoro que normalmente reserva a unos pocos.

Como siempre decimos, no se trata ahora de salir a pecho descubierto y querer ser el rey del mambo. Es tan sólo tomar conciencia de que un pasito siempre podrán dar en su apertura al mundo. Soltar control y rigidez es clave. Por aquí, muchas veces les acerca al eneatipo uno conservación. ¿Cuál es la siguiente acción generosa que pueden hacer? Y no se trata de algo material, quizás sea simplemente dar al otro la oportunidad de conocerle un poco más. A veces, personas realmente cercanas, en realidad, no les conocen de verdad.

Para salir de sus miedos, necesitarán una fuerte dosis de coraje y cierta alegría en sus vidas. En vez de proyectar su incapacidad de relacionarse cuando miran a los sietes, les viene mejor aprender un poco de ellos. Lo que le sienta tan mal al goloso al avaricioso le salva. En general, la capacidad de foco es algo que todos los eneatipos aprecian y es deseada por muchos. Pero, quizás sólo el cinco es a quien se le va la mano con esta “cualidad” del enfoque máximo.

Conectar con su niño interno y poder darse un espacio para hacer alguna “travesura” puede sentarles de maravilla.

Por otro lado, el cinco no suele ser consciente de su falta de autodeterminación. Piensan y repiensan que ellos eligen su solitario camino desde la libertad absoluta. La realidad, no es tan así. Precisamente, son gente muy poco libre, que no se expresa con libertad y que necesitan mejorar su autoridad interna.

Mirar al ocho con cariño le hará ver en él un excelente maestro para ello. Esto no es fácil pues, de partida, lo que sienten cuando les ven, es más miedo que otra cosa.

3_ La virtud en función del instinto

La virtud en el eneatipo 5 social

Les sienta muy bien pasar de grandes metas espirituales a poner el foco en lo mundano. En las personas. Meter “tierra” en su vida.

También, habría que hacer la pregunta ¿cómo puede compartir su conocimiento y que sea útil a otra gente?

En nuestra opinión el mejor ejemplo de ello lo encontramos en Claudio Naranjo. Un hombre que se acercaba a los cuarenta años y básicamente su afán estaba en el mundo académico y en conectarse con la fuente de la espiritualidad.

Sin embargo, después de  ser el discípulo predilecto del padre de la Gestalt, Fritz Perls y su retiro con Ichazo en el desierto de Arica, le llevan a tomar conciencia de su necesidad de salir al mundo. Desde aquí, sintetizó muchos tipos de conocimiento en un sólo proceso y ofrecer al mundo lo que quizás sea máquina de demolición de egos más eficiente del mundo: El SAT.

La virtud en el eneatipo 5 sexual

Nuestros cinco sexuales son capaces de abrir la puerta de su corazoncito a personas muy elegidas. El siguiente paso está en abrir esa puerta un poco más y pasar de tres elegidos a cuatro y luego a cinco. 

De esta forma, irán calmando la  atención de esa persona que por lo que sea eligieron como confiable y podrán formar parte del grupo. Necesitan experimentar en espacios de seguridad para no volver a replegarse. Conectar con el impulso y el deseo puede ser un buen motor para la salida al mundo.

Poco a poco. Es un proceso.

La virtud en el eneatipo 5 conservación

El eneatipo cinco, en general, no se cuida, se olvida de sí y se corta el flujo energético a la altura del pecho. Confía demasiado en su fortaleza de marfil sin ser consciente que los cimientos no están cimentados en terreno lo suficientemente sólido. Tarde o temprano la propia vida los suele zarandear y les lleva a pedir socorro. También, les obliga a buscar algo que les saque de  sus ensimismamiento. A veces, es una  mano amiga, a veces, por desgracia, una enfermedad les conecta con el mundo.

Por ello, les trae más cuenta comenzar a dar pasitos por ellos mismos, y aunque les cueste, sacar su linda cabecita al mundo.  Cualquier relación, puede ser un reto para ellos y, a la vez, su tabla de salvación.Aprender a mostrar su fragilidad es todo un ejercicio. También, ejercitar la empatía. De partida, no les saldrá muy bien, pero irán aprendiendo. De hecho, cuando por fin conectan con la emoción, pueden llorar largo y tendido por todo lo no llorado en tantos años.

LA VIRTUD DEL E6

1_ El antídoto de la pasión

Animar a nuestros miedosos a ser más valientes y listo, sería como animar a una vaca a volar. Salir de la neurosis no es tan inmediato ni tampoco sencillo.

Primero toca pillar conciencia de nuestra trampa. En este caso, tener claro que su eficacia no es una virtud, es un buen paso. También, ser conscientes de que “venden” seguridad porque precisamente es lo que más anhelan.

Una vez claros estos puntos, asumir que su tendencia a la paranoia les va  a acompañar, pero la pueden negar u ocultar o, por el contrario, admitir, verbalizar y, desde ahí quitarle poder.

Entrar en el CORaje implica tocar el corazón, con lo cual, nuevamente ser conscientes de su maltrecho mundo emocional es otro gran primer paso. Si no nos contamos verdad, malamente cambiaremos.

La palabra coraje deriva del francés antiguo “coraje”.  Está  compuesto por la raíz “cor” o “cour” que significa corazón. En este sentido, el coraje es aquel que “tiene fuerza o se esfuerza de corazón”.

El valor implica confiar en uno mismo. Ser más auténtico y dar paso a la confianza y la aceptación. Desde los griegos se equiparaba este valor con el propio ser, un ser verdadero. El valor tiene que ver con la voluntad y era una de las tres fortalezas de las que hablaba Platón.

El valor también tiene que ver con reconocer los errores y las limitaciones, es lo opuesto a la omnipotencia. El valor con determinación nos daría la claridad para vivir la vida con honestidad, verdad y respeto.

Aquí toca recordar que ser valiente no tiene nada que ver con saltarse el miedo. Bien al contrario, como vamos viendo, se trata de ser conscientes de él y, aun así, dar pasitos que nos lleven a estar en la vida desde el amor. 

Coraje de vivir de Antonio Flores

«El coraje es hacer lo que tienes miedo de hacer. No puede haber coraje al menos que tengas miedo». Eddie Rickenbacker.

2_ Pasos concretos para acercarnos a la virtud

Lo contrario del amor no es tanto el odio, como el miedo excesivo.

Desde aquí nuestros seises entran en la duda y el estrés. El problema es que suelen ser excesivos ya que la duda, hasta un punto, es necesaria para no ir por la vida con la sensación de omnipotencia y el estrés es quien nos salvó de los leones en la selva. Si hay un peligro conviene entrar en “modo estrés” y, desde ahí, ver la manera de enfrentarlo.  Por ello, nuevamente, el único problema es el volumen de ellos.

Vivir desde el miedo pasando de puntillas por esta existencia no es un buen plan.

Cuando al seis le llega el momento de dar un giro a su trayectoria profesional o adentrarse en nuevos territorios, es normal que haya un cierto miedo e incluso un vértigo al vacío.

Si se deja llevar por este pánico, se irá  a su refugio y, desde ahí, poco bueno podrá salir. Sin embargo, en general, donde está el miedo está el deseo; así que, no hay que preocuparse mucho por estar un poco asustado. Es más… conviene, por lo menos por un tiempo, no escapar de ese sentimiento y ser conscientes de lo que nos pasa estando ahí. Como bien se encarga de recordamos el neurocirujano y experto en inteligencia emocional, Mario Puig Alonso, “El estrés me ayuda, el distrés me anula” Según la Universidad de Harvard en Boston, entre el 60% y el 90% de las consultas a médicos generales en Occidente, tiene una clara relación con el estrés. Estudios amplios han demostrado que la forma dañina de estrés, llamada distrés, es causada por la pobre capacidad que muchas veces tenemos a la hora de gestionar nuestras propias emociones. Esta incapacidad se hace especialmente patente en los conflictos interpersonales, los cuales generan niveles muy altos de frustración, resentimiento e ira y que conducen no pocas veces, al aislamiento consecuencia habitual de la rotura de los vínculos emocionales. Cuando nos sentimos aislados de una manera habitual, podemos llegar a multiplicar por 5 nuestras posibilidades de enfermar. Es muy importante entender que el estrés no es algo únicamente negativo que daña la salud y resta eficiencia. Hay un componente del estrés llamado eustrés que aumenta la concentración, mejora la capacidad de aprender y memorizar y ayuda a ver las cosas desde una mayor perspectiva. Sin embargo, hay otro componente que ya hemos mencionado y que es el distrés, que tiene justamente el efecto opuesto.”

Casi nadie nace valiente y sabiéndolo todo, por lo que estos momentos de cierto estrés, al eneatipo seis lejos de agobiarle, debiera incorporarlos como algo natural. 

De hecho, el miedo es la emoción más compartida por todos los eneatipos (incluso algunos ochos!!jajaj) y además es la primera emoción con la contactamos ya de bebés.

El problema es quedarse siempre en lo negativo; sin embargo, más allá del eneatipo que seamos, cuando somos capaces de conectar con el “eustrés” todo cambia. Conviene dar pasos. Los caminos son múltiples y variados; pero, desde nuestra propia experiencia, la cosa mejora por dos vías. Por un lado, suele ser un momento de vulnerabilidad ideal para profundizar en lo que somos como personas y lo que podemos llegar a ser; por otro lado, es el momento perfecto para, mientras comenzamos a soñar, ver qué necesitamos para seguir avanzando en la vida.

Así que, toca ejercitarse por aquí. La vida es una excelente maestra para poder probar a salir de la zona de confort y aprender a ser tan sólo un poco más valiente o si lo preferimos un poco menos miedoso. NO conviene hacer saltos mortales, tan solo aprender a confiar un poco en el mundo. La mejor manera de desbloquear el mecanismo de defensa de la proyección es la visualización. Al seis le sienta muy bien imaginarse surfeando situaciones complicadas o viéndose, por fin, diciéndole al jefe lo que siempre quiso pero nunca se atrevió. Si tiene la oportunidad de ejercitarse en un grupo terapeútico, mejor que mejor. Otras técnicas de comunicación no violenta o la PNL también pueden ayudar mucho.

Por último, recordar que para dejar su pasión por la seguridad, al seis le sienta muy bien ver con buenos ojos la autoridad interna que sí tiene el eneatipo tres, sobre todo en su subtipo social. A su vez, en vez de estar tan pendiente de ponerse por abajo y asegurarse la protección de la autoridad, conviene aprender de la fortaleza del eneatipo nueve de salir de su hacer robotizado y colocarse de igual a igual con el mundo (usando su cualidad de la mediación).

“Reconozco que aún vive el miedo
Me susurra que nunca se irá
Pero habéis conseguido asustarlo”.

3_ La virtud en función del instinto

La virtud en el eneatipo 6 social

Los seises, en general, son muy obedientes disciplinados. La virtud del coraje en el caso del seis deber le lleva a dejar de obsesionarse por la admiración. Recordamos que su tema dentro de los tres amores de Claudio es ser el más admirativo de los apasionados por el amor devocional. Esto les genera el problema de perderse de ellos mismos. Necesitan una autoridad que les diga lo que hacer. Lo que está bien y lo que está mal.

Así que, su camino de sanación está por salirse de ahí cuanto antes. Desobedecer y mandar a la mierda el “Tego que” es clave para que puedan crecer. Dar descanso al cerebro izquierdo y confiar en su intuición les ayudará a salir del deber. Toca poner foco en la espontaneidad.

Por ello, les conviene estar en el placer y hacer lo que les venga en gana.

La virtud en el eneatipo 6 sexual

Nuestros contrafóbicos por excelencia les toca parar y sentir el miedo. Es su única opción de sanar. Una vez sentido, ya verán que pueden o quieren hacer, pero si no se dan la oportunidad de no actuar, están perdidos.

A su vez, bajar el volumen de su sorprendente chulería e intentar ser menos competitivos les vendrán bien para cultivar la fortaleza de la humildad.

Asumir que su fuerza es un espejismo y que su fortaleza real tiene que ver con mostrar su vulnerabilidad, es todo un reto.

La virtud en el eneatipo 6 conservación

Nuestros ositos de peluche tienen la ventaja de que pueden conectar con la emoción o con su parte más tierna que el resto de los mentales. Esto es genial siempre y cuando vaya acompañado de no hacerse un niño pequeño. Una cosa es confiar en nuestro niño interior y otra, como también le ocurre, al dos conservación intantilizarse. Como al siete social le viene bien dejar su papel de niño bueno y mostrarse con lo que le venga en cada momento.

Necesita, dejar la obligación y contactar con el placer de vivir desde la espontaneidad, pero esta vez desde su yo adulto.

Así que, todo lo que sea dejar el control será bienvenido.

LA VIRTUD DEL E7

1_ El antídoto de la pasión

Lo más complicado para un siete no es cambiar , lo difícil es ser conscientes de que su vida no es lo que parece. Lo que todo el mundo da por bueno,  a ellos les puede sentar fatal. El entusiasmo, optimismo y vitalidad son, sorprendentemente, sus peores enemigos. Todo esto es tan contraintuitivo que tomar conciencia de ello, ya es un paso de gigante. Una vez dado, normalmente, el proceso de crecimiento del siete es lento. Le cuesta mucho salir de sus juegos de seducción (porque, en muchas ocasiones, entra en ellos de manera inconsciente constantemente). La seducción de siete quizás no sea tan explícita como en el dos o tres; pero, a su forma, siempre está presente.

El antídoto natural de su desesperante gula es la templanza o sobriedad. La etimología de  templanza nos remite a salir del extremo, a estar en la zona templanza o tibia de la vida. En concreto, la palabra templanza viene del latín “temperantia” y esta palabra tiene su origen en el verbo temperare (en origen atemperar, hacer que algo modere su temperatura con arreglo al tiempo, también moderar). La  templanza nos remite a la moderación y la mesura. Moderarse no significa reprimirse. Sería irse al otro extremo y comenzamos con un nuevo lío. En este caso, como en algún otro, habrá que puntualizar todo ello cuando lleguemos al subtipo social o, en este eneatipo, contranumero.

2_ Pasos concretos para acercarnos a la virtud

Es el momento para el eneatipo siete de ponerse más serio, más asertivo, más contundente. Es necesaria cierta madurez para dejar su papel de “disfrutón” de la vida.

Agarrar la tristeza cuando viene y no soltarla, le sentará de cine.

En cualquier caso, enfrentar el dolor y asumir que la vida no tiene que estar siempre a un volumen de intensidad máximo es otro gran paso.

Les toca estar atentos a sus límites, una vez será en la comida, otras en las actividades, quizás en el sexo. NO es prohibirse todo, pero sí estar muy atentos para dar un paso atrás cuando vean que se les va el deseo de las manos.

Hacer cosas mundanas, también poner el foco en ser uno más. Normalmente, se las apañan para pillar mucho protagonismo. En este caso, sería hacer muy poco, hablar muy poco. Esforzarse por no sobresalir. Y aun así, si, realmente, es lo que toca, terminará ocupando su lugar, pero evitar la tentación de salir el primero en la foto.

El gran reto para el siete es ponerse al servicio. Ser útil al mundo más allá de su interés propio.

De esto, evidentemente, pueden aprender mucho del eneatipo uno.

Nuestros iracundos tienen facilidad para el autodominio (menos el uno sexual) y la fuerza de voluntad. En este sentido, muchos sietes son como un tiro al aire. Puro deseo aderezado de impaciencia. Cultivar la meditación y el no hacer gran cosa es imprescindible para los sietes.

Los perfeccionistas, además, son gente disciplinada y al siete, normalmente, le gusta más navegar en el caos (por no decir descontrol).

Además, los unos sí tienen pasión por la verdad y el bien común.

Estar a una sola cosa es lo más sanador para el siete; así que, no le queda otra que decir que “no” sistemáticamente a lo que se le proponga (incluido lo que él mismo se propone).

Por aquí, le toca aprender de la característica natural del eneatipo cinco. Para entrar en el proceso de crecimiento el siete tiene que pasar una buena temporada en la cueva.

De los cinco, sin duda alguna, también puede aprender mucha sobriedad, son especialistas en no hablar más de lo necesario y muchos sietes son bien charlatanes.

Si a todo esto, le pone un poco de corazón y se sienta a escuchar al otro desde las tripas y no desde la cabeza, estamos ante grandes progresos. Es decir, conversar dejándose tocar en lo más profundo, en vez de solucionar la vida al otro con alguna idea genial. Ya no hace falta decir nada, solo estar en presencia.

3_ La virtud en función del instinto

La virtud en el eneatipo 7 social

Nuestros niños buenos tienen el camino de la virtud un poco más complicado porque lo que muchas veces le sirve a sus compis de subtipos a él le sienta fatal.

Necesitan soltar un poco los ideales y contactar con lo real, con lo concreto. Lo de menos es más les viene bien aplicarlo a su mundo de fantasía. 

Decirse mucho no a sí mismos.

Primero habría que ver si el foco de su neurosis es la necesidad de salvar al mundo o la de ser un niño bueno por encima de todo. A veces, hay sietes sociales que compraron todos los boletos.

Por ello, no es descabellado pensar que les toca curiosamente dejarse caer por la parte más dionisica de la vida. Pero, para que esto sea eficaz, se han de posibilitar la opción de ser un poco “malos”, de poner en juego sus demonios. Igual se tienen que dar una vuelta por sus “bajas pasiones” y contactar de manera genuina con su deseo (más allá de cualquier tinte moral).

Ver su sombra inconsciente y equilibrarse desde ahí, puede ser un buen plan.

Deben vigilar mucho la forma de no estar en la represión. Si se pescan por ahí, más allá de la motivación, les conviene salir pitando.

La virtud en el eneatipo 7 sexual

Nuestros reyes de la sugestión han de ir en dirección contraria y agarrar la tristeza. De hecho, también les sienta muy bien atender la tristeza del otro; volverse un poco más compasivos. Desde ahí, aprender a escuchar el tono de la voz, el brillo de la mirada o cómo está el corazón de su gente cercana.

Bajar la intensidad en el disfrute, aunque sea un poco. No todo tiene que ser delicioso y “emocionante”. Les toca integrarse en lo cotidiano. En este sentido resuenan mucho también con el eneatipo dos.

Muchas veces, es complicado dejar de hacer todos sus maravillosos planes; pero, con el tiempo, aprenden que al ir a por tanta cosa siempre están contentos pero se están privando la posibilidad de estar en el sitio para el que verdaderamente han venido a este mundo. Para cumplir su propósito de vida, muchas veces deben entrar en la renuncia y apostar por aquello que les hace más útiles al mundo.

Asumir su edad y reconocerse con sus limitaciones les ayudará a salirse del disfraz de Peter Pan. Ya no hace falta que sean los más joviales; el mundo no necesita, aunque lo parezca, alguien que esté siempre de buen humor.

Entender que se les puede querer igual o más aunque no hagan nada es muy sanador para ellos.

La virtud en el eneatipo 7 conservación

Poner el foco más allá de “familia” es muy sanador para ellos. Asumir que se puede estar en la vida sin tanta intensidad es todo un trabajo. Conviene vigilar sus adiciones y dar pequeños pasos para calmar su necesidad de más “droga”.

Mirar su vida con más objetividad y no dejarse llevar por su propia autoindulgencia les hará ser más conscientes de quién han sido en realidad.

Encontrarse con la tristeza, hacer un hueco en su vida al dolor y dar opción a que el sufrimiento venga. Si viene, convivir con él, con la certeza de que también esto pasará. Necesita navegar en los dos lados de la orilla, para poder terminar navegando en el centro de la corriente. Para fluir con la vida, primero les toca estar en lugares inhóspitos que nunca se habían permitido estar previamente.Por último, no podemos olvidar que este subtipo ochea bastante y tendrá que poner el foco en sus reacciones violentas o excesivamente contundentes. 

 

TRIADA VISCERAL

LA VIRTUD DEL E8

1_ El antídoto de la pasión

El ocho va arrasando por la vida y no ve al otro. Esto es lo que se entiende por lujuria dentro del eneagrama. Es decir, son apasionados del exceso y entre sus fijaciones estrella están la venganza y una vena sádica que los hace especialmente temibles.

Sólo el ocho social se dulcifica un poco, pero no deja de ser un antisocial jugando a ser social.

Con todo ello, el camino de sanación del ocho, evidentemente no pasa por ser un buen líder como lo pintan algunos. Su sanación está en recuperar su niño herido y darle un lugar desde la vulnerabilidad. Desde ahí, pueden ir llegando a la tan lejana pero necesaria inocencia.

La auténtica inocencia es la gran virtud que debe guiar al ocho.

La etimología de su virtud proviene del latín «innocentia» forma sustantiva abstracta de «in-nŏcens» que quiere decir libre de culpa.

Es decir, el ocho ya ha sido por muchos años el chico malo del eneagrama y ahora le toca olvidar este papel y librarse de esta necesidad de imponerse desde la potencia sin control.

Así podrá acercarse a la ingenuidad, pureza o simplicidad.

Es el momento de contactar con el niño y tomar conciencia que ahí no hay malicia ni desconfianza; todo es auténtico (ahora de verdad) y espontáneo.

Desde la inocencia surge el asombro y la complicidad natural. No hay juicios ni prejuicios; todo huele a ternura.

2_ Pasos concretos para acercarnos a la virtud

En el caso de nuestros imparables arrasadores, les sienta bien estar quietos. No salir demasiado al mundo y aprender de los cincos. Pasar un tiempo en su cueva es muy sanador. Una cueva ahora sí austera y libre de excesos.

No es sencillo ver a esta fuerza de la naturaleza que suele cuadrar con el carácter rígido falico-narcisista de la bionergética en estado de pausa. Así que, los suyo es ir más despacio.

Por otro lado, siempre está bien comenzar a ver al otro. En este caso les sirve mucho aprender de su otra flecha: el eneatipo dos. Como bien sabemos, los orgullosos ven en exceso al otro y luego buscan su propia recompensa. En este sentido, el plan sería pillar esta mirada compasiva del dos pero vestida de la virtud de la verdadera generosidad del eneatipo cinco. !!Ahí es nada!!

También lógicamente les conviene dejar de ser tan explosivos; así que, les toca poner el foco ahí. En este sentido, lo suyo es poder avanzar con pequeños pasos; pero, por lo que hemos visto en estos años, el ocho también es excesivo para ir en la dirección contraria a lo que ha hecho siempre y puede tener un proceso de transformación relativamente rápido.

3_ La virtud en función del instinto

La virtud en el eneatipo 8 social

En este caso, toca salir de la habitual complicidad y entrar en lo social desde el liderazgo auténtico. Necesitan dejar de imponer y han de valorar la libertad del otro.

De hecho, muchas veces renunciar al poder es lo mejor que pueden hacer.

Es decir, este ocho suele ser menos “bestia” de lo habitual, pero no por ello está en su virtud. Tienen tendencia a que les vean como dioses o como demonios; es decir, no dejan a nadie indiferente. Lo importante es que pongan su potencia para que los más desfavorecidos tengan opciones de una vida mejor.

La virtud en el eneatipo 8 sexual

En este subtipo estamos hablando del carácter más posesivo del eneagrama, Más incluso que lo que podemos ver en los doses o en los cuatros. Desde ahí, su virtud queda totalmente negada. Necesitan soltar y confiar en su animal interior; pero, esta vez, libre de apegos. De su conexión con lo salvaje el resto de eneatipos pueden aprender mucho; pero, en este caso, es imprescindible que baje la intensidad todo lo que le sea posible.

Su foco ha de estar en soltar la intensidad y responsabilizarse de sus acciones.

La virtud en el eneatipo 8 conservación

Este subtipo es egoísmo en estado puro. Sólo quieren satisfacerse y acumular grandezas. Desde aquí, se colocan en las antípodas de la ansiada inocencia. Han de poner el foco en salir al mundo y dejarse tocar desde el corazón. Todo lo que sea enfocar en lo pequeño les será muy útil. Han de esforzarse por ponerse de igual a igual con el otro.

LA VIRTUD DEL E9

1_ El antídoto de la pasión

Nuestros perezosos de sí mismos lo tienen complicado de partida. ¿Cómo una persona que no se queja de nada y que es tan bonachona tendría que cambiar algo? Parece que a mucha gente le gusta que otros sean así.

Sin embargo, bien sabemos que este exceso de bondad les lleva confluir y, desde ahí, se olvidan de sí mismos.

Esto le pasa al nueve, pero, en mayor o menor medida, es algo que ocurre en casi todos los eneatipos. No somos tan libres como nos pensamos y casi nadie hace el camino de crecimiento personal de forma innata. De hecho, nos solemos poner a ello con cierta edad y el camino del decrecimiento del personaje es más tortuoso de lo que parece.

Esta pereza psicoespritutal del nueve, la tenemos todos y, por ello, toca ponerse el mono de trabajo y aprender a auto-observarnos sin paños calientes.

Desde ahí, el nueve puede llegar a la acción diligente y salir de la acción robotizada. La palabra diligencia nos remite  a las diligencias del oeste. Es decir un carruaje bien dirigido que no da puntada sin hilo. En el caso del nueve, le conviene dejar hacer sin sentido y comenzar a ser un poco más estratega en su vida. 

Así, poco a poco, podrá conectar con esta maravillosa capacidad que sí tiene: la de entender puntos de vista opuestos y hacer de mediador.

Con ello, podrá poner su brillo en juego y, por fin, dejarse ver un poco.

Ciertamente son el exponente máximo del amor compasivo del que habla Claudio Naranjo, pero el problema es que se les va de las manos. El truco va a ser regular su intensidad para aprovechar su capacidad inicial de cuidar al otro.

2_ Pasos concretos para acercarnos a la virtud

Nuestros invisibles protagonistas han de aprender del tres las ganas de ser vistos. Su exceso de complacencia les lleva a estar en el anonimato y no dar guerra. Además, su espíritu masoquista les lleva a aguantar demasiado y cuando explotan todo está fuera de lugar.

También, les toca aprender de la fortaleza del seis y poner el coraje en juego. Suelen tener una vida gris y no son conscientes de sus propios talentos.

El nueve necesita cierta valentía para ofrecer al mundo la mejor versión de sí mismo. Esto no es sencillo pues les genera mucha inseguridad.

Por ello, es buen momento para aprender a decir no y sacar la cabeza, poco a poco. Sin prisa pero sin pausa.

3_ La virtud en función del instinto

La virtud en el eneatipo 9 social

Nuestros sociales tienen pasión por pertenecer y harán lo que sea porque el grupo les admita y acepte. Desde ahí, se pierden porque no son capaces de dar lo mejor de sí mismos.

Necesitan mucha más confianza en sí mismos y así sí podrán estar en lo social desde su verdadero potencial. Potencial que muchas veces es infinitamente más poderoso de lo que se puede intuir en un principio.

Eso sí, para verlo han de retirarse de sus ganas de pertenecer y aprender a tomarse la vida de manera más ligera. Es el tiempo de la alegría y el fluir.

La virtud en el eneatipo 9 sexual

El subtipo sexual es la persona que más se olvida de sí misma en favor de hacer feliz a otra persona. Esta loca confluencia les sienta fatal y lo peor de todo es que no les deja ver más allá de sus narices. En este caso, toca parar en seco y soltar. Soltar lo que ha sido apego y necesidad. Pillar distancia y quizás luego, después de haber cogido suficiente aire, ver si vuelven a entrar en intimidad, pero esta vez, desde su verdadera necesidad. son los que más aguantan y su paciencia pareciera no tener límites.

Con todo ello, les toca poner el foco en sí mismos y aprender a ser mucho más egoístas. Los nuevos tiempos exigen nuevos límites.

La virtud en el eneatipo 9 conservación

Los conservación suelen ser presa de su voraz apetito y tienen tendencia a caer en adicciones varias.

Todo ello muy silenciosamente y casi sin que nadie se dé cuenta.

Así que, ha llegado el momento de parar, de cuidarse y de hacer el esfuerzo de sacar la cabeza al mundo. Un nueve conservación ha de salir de su zona de confort o será el confort el que acabe con él.Toca poner el foco en las sensaciones, en el cuerpo y conectar con la emoción. Es la hora de la intuición.

LA VIRTUD DEL E1

1_ El antídoto de la pasión

Nuestros iracundos perfecionistas viven la vida como si todo fuera blanco o negro. La fluidez no es lo suyo y viven las cosas con una intensidad irreal. Desde ahí, viven tensionados y tensionando al mundo. Es tan complicado estar con ellos mismos como que el mundo esté con ellos. cuando hay tanto control el resultado es dolor. Muchas vedes este dolor es directamente físico y por suerte, a veces, la enfermedad es quien les para en seco y les conecta con el descanso.

Necesitan parar y conectar con la calma. Sólo así la paciencia tendrá lugar en sus vidas.

Su virtud nos hace ecos de jugar en el centro del campo, de evitar los extremos y entender que se puede transitar la vida con menos tensión.

La serenidad es la virtud del equilibrio. Es la paz interior hecha presencia.

La ira es la emoción de ir a la contra, es un estado reactivo que les mueve hacia el rechazo y la oposición. En sí misma no es ni mala ni buena, de hecho, como todas las emociones puede ser necesaria. El problema es que se activa por defecto y así el eneatipo uno se vuelve inaccesible porque siempre ve algo que mejorar. La autoexigencia y la exigencia al otro, implícita o explícita, está presente y juega con ello. Es su manera anti-seductora de estar con el otro. Su verdad y sinceridad son tan claras que, curiosamente, se distorsionan sino se les baja el volumen.

Por eso, el uno necesita estar muy en sí, parar mucho e intentar poner objetividad a su explosiva subjetividad. El foco ha de ser siempre el término medio, dar opción al otro a tener razón y olvidar su auto-fanatismo.

Tolerancia y compasión han de ser sus nuevos mantras.

2_ Pasos concretos para acercarnos a la virtud

El uno necesita bajar el volumen a su intensidad y vivir por fin en la gama de grises. Para ello, nada mejor que mirar al siete y aprender un poco de su autoindulgencia. No es cuestión de pasar a pintar la vida de rosa, pero si aprender a vivir con un poco más de fluidez y alegría. No tomarse la vida tan en serio y ser más espontáneos es un buen plan para nuestros súper rígidos.

Por otro lado, normalmente, su lado sensible y emocional no suele estar muy presente; así que, siempre estará bien aprender un poco de los cuatros. También, darse a la creatividad y dejar por un rato el control.

Contactar con su parte más delicada y sensible siempre será un regalo para ellos mismos y, sobre todo, para el mundo que les rodea.

Siguiendo esta idea, el que fuera una de las personas cercanas a Claudio Naranjo, David Barba, apunta: “Lo que cura a un E1 es el juego, el cultivo de lo dionisiaco, el placer, el dejar de pretender ser en todo momento la autoridad, olvidarse de las pedanterias, trabajar menos, ser más cariñoso y menos finolis, no empujar el río de la vida y, sobre todo, aceptar las cosas tal como son, entendiendo que la vida es perfecta como es y que no hay que hacer nada para mejorarla.”

Ante la duda, evitar el “tengo que” y apostar por el “placer”.

El “mundo cuatro” es un excelente lugar donde inspirarse para salir de su impositiva forma de ver el mundo.

3_ La virtud en función del instinto

La virtud en el eneatipo 1 social

Como eneatipo uno apostar por la verdad siempre es tentador; el problema es que esta tendencia se les vaya de las manos.

Pero cuando dan en la tecla ciertamente pueden hacer que una noble causa o algo que el mundo necesita salga adelante por su claridad y persistencia.

Es fina la línea que separa esto de la habitual locura ciega del uno. Encontrar ese punto es un arte y puede marcar la diferencia entre la ofuscación máxima y la virtud.

De hecho, aunque estemos hablando de un subtipo social, lo normal es que aquí nos encontremos con personas más bien inadaptadas al entorno. 

Por esto, en este caso, es especialmente importante bajar la guardia y presentarse al mundo sin tanta exigencia. 

La virtud en el eneatipo 1 sexual

Nuestros excesivamente vehementes han de bajar el tono de sus impulsividad por su bien y el de todos. Mostrar la ira o el enfado que sienten les puede evitar más de una somatización; pero, a su vez, van generando muchísima confrontación en el exterior. El mundo quizás no esté preparado para gente tan sincera y con tanta convicción.

Por todo ello, el uno sexual ha de conectar con su ternura y delicadeza. El foco ha de ir ahí para poder tener opciones de vivir y  convivir con cierta tranquilidad.

Es la hora de ejercitar la paciencia.

Su trabajo pasa por ponerse con el otro exactamente de igual a igual.

La virtud en el eneatipo 1 conservación

Para nuestros unos conservación todo está falto de algo. Nada está bien y eso genera una insatisfacción crónica. Su bien y mal es tan extremo que nada cuadra con su ideal. Por lo tanto, van sufriendo por la vida porque la vida no responde a su particular subjetividad. 

Además, se reprime y esto le genera mucha frustración. 

en este caso, es el momento de mostrar con asertividad y serena convicción lo que le ocurre por dentro. No se trata de negar su agresividad, el truco es impedir que esta asertividad se convierta en algo violento.

Suelen ser más emocionales y delicados que el resto de unos y esto les da mucha vidilla.

Pero más allá de esto, su trabajo ha de estar en ver lo positivo de las cosas y poner el foco en lo que sí está bien. Sacar su inocente niño interno a pasear les puede dar más de una alegría.

Dejar de perfeccionarse, aunque sea por un rato, siempre será un buen plan.

Practicar el error puede ser una curiosa manera de acercarse a su virtud.

Scroll al inicio